Seguimos el camino que había dentro hasta que llegamos a una casa.

- Es la Casa de los Gritos, ¿verdad?- mire a Hermione.

- Vamos.- Harry iba el primero y yo la última. Subimos las escaleras y comenzamos a escuchar como unos gritos.

- ¡Ron, estás bien!- Hermione se veía contenta de encontrar a su amigo.

- ¡El perro! ¿Dónde está?- Harry se apresuró a preguntar a Ron.

- Es una trampa. ¡Él es el perro, es un animago!- señaló detrás nuestra. Allí se encontraba un hombre de pelo largo y barba, estaba sucio y desaliñado, y llevaba un traje de prisionero, ¡Es Sirius Black!, es el hombre de los carteles.

- Si quieres matar a Harry, tendrás que matarnos a nosotros también.- me puse delante de Harry

- No, solo uno morirá esta noche.- escuchar eso hizo que se me erizase la piel.

- ¡Y ese serás tú!- Harry me apartó y se lanzó hacia el, lo tenia tumbado y cogido del cuello mientras lo amenazaba con la varita.

- ¿Tendrás el valor para matarme, Harry?- Potter se quedó callado, efectivamente no sería capaz.

- Él no, pero yo si.- me acerqué a él con la varita e alto.

- ¿Y tú quien eres? Si se puede saber.

- Alya Black.- me acerqué más a él.- Hija de Bellatrix Lestrange.- aclare al ver su cara de condusón.

- Perfecto, la loca de mi prima a dejado descendientes.

- ¡Avada!- no puede terminar porque el profesor Lupin apareció por la puerta.

- ¡Expelliarmus!- me desarmo y luego a Harry.
Los dos nos echamos hacia atrás.

- Vaya Sirius, te veo tan estropeado.- Lupin apuntaba a Black con su varita.- Finalmente la carne revela la locura interior.

- Tú de locura sabes mucho, ¿no es cierto, Remus?- el profesor bajo la varita y le ayudó a levantarse para luego recibirlo con un abrazo.- Lo encontré, esta aqui. ¡Matémosle!

- ¡No! ¡Confié en usted! Y todo este tiempo ha sido su amigo.- Hermione encaró a Lupin.- ¡Es un licántropo! Por eso ha faltado a clase.

- ¿Desde cuando lo sabes?- se empezó a acercar a nosotros, agarre la mano de Hermione e hice que retrocediese.

- Desde que Snape nos puso el trabajo.

- ¡Basta ya de charla, Remus! ¡Matémosle!- exclamó impaciente.

- ¡Espera!

- ¡Ya he esperado bastante! ¡Doce años! ¡En Azkaban!- parecía estar al borde de la locura.

- De acuerdo, mátalo.- Lupin le dio su varita.- Pero espera un minuto más, Harry debe saber porque.

- ¡Ya se porque! ¡Traicionaste a mis padres! ¡Por ti están muertos!- tal y como mi tía me contó.

- No, Harry, no fue él. Alguien traicionó a tus padres, alguien que, hasta hace poco, yo consideraba muerto.- no entiendo de que habla el profesor Lupin.

- ¡Peter Pettigrew!- chillo el loco de Sirius.- ¡Y esta aquí en este cuarto! ¡Aquí y ahora! ¡Sal, muéstrate, Peter! ¡Vamos, sal si te atreves!

- ¡Expelliarmus!- Snape apareció de repente por al puerta.- Dulce es la venganza. Cómo deseaba ser yo quien te capturara. Le dije a Dumbledore que estaba dejando entrar a un amigo al castillo. He aquí la prueba.

- Brillante, Snape. Una ves más tú incisiva mente se pone a maquinar y una vez más, se equivoca en su conclusión. Si nos disculpas, Remus y yo tenemos asuntos pendientes que atender.- Sirius se acercó más a él pero este no bajo la varita.
Los tres adultos estaban teniendo una discusión hasta que Harry mando a Snape por los aires.

- Háblame de Peter Perrigrew.

- Fue alumno con nosotros, creíamos que era un amigo.

- No, Petrigrew está muerto. ¡Tú le mataste!- apuntó a Sirius.

- Eso pensé yo también hasta que lo vi en el mapa.

- ¡El mapa nunca miente! ¡Pettigrew esta vivo! ¡Y esta ahí!- señaló a Ron.

- ¿Yo? ¡Está loco!- al menos no soy la única que lo piensa.

- No tú, ¡Tú rata!- me gire hacia Ron incrédula.

- Scabbers lleva en mi familia...- la rato comenzó a retorcerse.

-¿12 años? Larga vida para una vulgar rata de alcantarilla.

- Ron.- lo mire.- ¿Le falta un dedo?

- ¿Y qué?

- Lo único que encontraron de Pettigrew fue un dedo.- le aclare.

- ¡Se lo corto para que pensarán que había muerto!- Sirius completo mi oración.- ¡Después se transformó en una rata!

- Demuéstralo.- le exigió Harry.
Tras forcejear Sirius le quito la rata a Ron y la dejo apoyada para lanzarle un hechizo que le hiciese volver a su forma humana.
Se convirtió en un hombre bastante feo y desaliñado, con cara de rata.

- ¿Remus? ¿Sirius? ¡Mis viejos amigos!- abrió sus brazos e intentó salir corriendo.

- ¡Harry! Eres tú, la viva imagen de tu padre. Como James, éramos amigos.- se fue acercando a él.

- ¿Cómo te atreves a dirigirte a Harry?- Sirius fue a por él.- ¡Vendiste a James y a Lily a Voldemort!

- No era mi intención, ¡no tenéis ni idea de las armas del Señor Oscuro!- escuchar hablar de él hace que se me tense todo el cuerpo. - ¿Y tú, Sirius? ¿Qué habrías hecho tú?

- ¡Antes, muerto! ¡Antes morir que traicionar a mis amigos!
Sirius y Lupin estaban por matarlo pero Harry se lo impidió. Decidió que era mejor idea llevarlo al castillo y los dementores se encargarían de él.
Salimos de la cueva y Hermione y yo nos quedamos junto a Ron que estaba herido mientras Harry hablaba con Sirius.

- Bueno chicos, creo que ya pinto poco aquí me voy al castillo.- me despedí de ambos. Me sentía incómoda, sabia que no era bienvenida por parte de Sirius.

- ¡Harry!- Hermione señaló a la luna llena, y Lupin la miró fijamente para más tarde comenzar la transformación.

SerpienteWhere stories live. Discover now