El renacimiento de Chen An

Capítulo 163: Los ladrones están aquí

Y como un estudiante de sobresaliente, Chen Yang no tuvo reparos en saltarse más clases, en parte gracias a las generosas donaciones de Lu Feng a la universidad.

Incluso si no estaba en el campus, Chen Yang no tenía dificultad en obtener el conocimiento requerido. Lo que era más, aquí podía aprender cosas que nunca podrían ser aprendidas en la escuela.

"An, el chico alto y el cerebrito quieren venir aquí y trabajar como internos en dos meses. ¿Qué piensas?" Desabrochando la camisa del hombre, Chen Yang rápidamente ayudó a Chen An a quitarse la ropa mojada. El aire acondicionado estaba encendido en la habitación; aún así, Chen Yang no quería que Chen An se resfriara.

Dejando la ropa en el cesto de la ropa, Chen Yang le trajo a Chen An su bata. Luego se la puso en el hombro y rodeó con sus brazos la cintura del hombre para atarle la faja. Pero antes de retroceder, Chen An se agarró las manos.

Las manos de Chen An se sentían frescas por la lluvia, mientras que las de Chen Yang estaban bastante calientes, como una estufa natural que desprende calor.

"Suena bien. Deja que trabajen para mí. Cuando le tomen el truco, seré libre de ir a visitar otros lugares." Mientras hablaba con calma, Chen An se inclinó hacia atrás en el cálido y cómodo pecho de Chen Yang.

A diferencia de Ivanov o Lu Feng, la relación entre Chen Yang y Chen An no había progresado más allá de la etapa de "tener sentimientos por el otro". Sí, Chen An había besado a Chen Yang, y ellos también se habían abrazado. Pero aparte de eso, nunca habían llegado a ser "amantes".

Chen An no solía estar muy interesado en llevar una relación más allá. Sin embargo, Chen Yang se había cuestionado a sí mismo, una y otra vez, antes de dar el paso decisivo.

"¿Tienes hambre? Iré a buscarte algo de comer." Chen Yang olfateó el cabello del hombre y dijo suavemente.

Chen An dio una tutela interna. Estaba seguro de que estaba siendo muy obvio. ¿En qué estaba pensando Chen Yang? Con las manos de Chen Yang todavía en las suyas, Chen An se quejó: "Tengo hambre. Pero no quiero comida."

"An..." Chen Yang era un joven inteligente y sabía claramente lo que Chen An estaba insinuando. Dicho esto, no importaba cuanto control tuviera, era, después de todo, un joven que no se había graduado en la universidad.

Con su cara sonrojada, las manos de Chen Yang temblaban ligeramente en las de Chen An.

"¿No te gusto?" A Chen An no le gustaba perder el tiempo. Así que se dio la vuelta y preguntó, enfrentándose directamente a Chen Yang, "¿o me encuentras desagradable?"

"¡An!" Chen Yang se sorprendió por su timidez, y casi se ablandó en las rodillas. ¿Cómo pudo el hombre decir palabras tan horribles? ¿Cómo pudo tener tales pensamientos sobre Chen An?

"Si dices eso de nuevo, voy a saltar del balcón para demostrártelo."

Comparado con la fuerte reacción de Chen Yang, Chen An estaba bastante calmado mientras le ponía un dedo en la mejilla a Chen Yang, sonriendo, "no hay necesidad de estar ansioso. Sólo quiero discutirlo contigo."

"Cómo podría encontrarte... para decir eso, bien podrías poner una bala en mi cabeza." ¿Así es como se supone que es una "discusión"? Chen An podría haberle dado un ataque al corazón.

Viendo a Chen Yang totalmente fuera de su profundidad, Chen An estalló en risa. Cuanto más reía, más angustiado se sentía Chen Yang.

"An, por favor no bromees así." El joven casi podía sentir las nubes oscuras sobre su cabeza.

"Te lo dije, sólo estoy discutiendo el asunto. ¿Quién dijo que estoy bromeando?" Cuando Chen An finalmente dejó de reírse, se apoyó en la mesa detrás de él, y miró a los ojos del joven ahora sombrío, "Chen Yang, ¿te gusto?"