El renacimiento de Chen An

Capítulo 158: A África, como agricultores

"Hey, hey, hey. ¿No dijeron que se habían alejado del camino del mal? ¿Realmente tiene que ser así?" Ivanov miró los números en el tablero de puntaje con cierta molestia. Entre los 187 puntos que anotaron, ninguno le pertenecía. Por lo tanto, no estaba contento con ello, a pesar de que había ayudado.

Sintiendo el disgusto del oso peludo, Chen An se acercó, abrió sus brazos y le dio a Ivanov un gran abrazo: "Lo has hecho bien."

Había sudor en la frente de Chen An y también en su cuerpo, que Ivanov encontró excitante en lugar de repugnante. El repentino abrazo le pareció un poco abrumador.

"¡Viejo zorro astuto!" Ivanov dio una tutela, al sentir que la molestia se evaporaba de su pecho y era reemplazada por una sensación de satisfacción.

Ivanov sostuvo al hombre aparentemente cansado en sus brazos. Como no tenían sustitutos, los cinco tuvieron que aguantar hasta el final del juego. Mientras lanzaban sus ataques, también necesitaban asegurarse de que su equipo rival no anotara un solo punto.

Comparado con Chen Yang y los otros que eran más jóvenes y tenían más reserva de energía, Chen An no tenía una fuerza tan duradera. Además, como capitán del equipo, necesitaba coordinar a todo el equipo y hacer ajustes a su estrategia. El uso de la fuerza física y mental al mismo tiempo lo dejaba exhausto; ahora mismo, no tenía ningún deseo de levantarse de los brazos de Ivanov.

Si no fuera por el hecho de que tenían una audiencia, Chen An se dejaría llevar a casa.

Los otros también se acercaron rápidamente. Después de un momento, Chen An recuperó algo de su fuerza. Se levantó y les dio a cada uno un gran abrazo.

Era un gesto común en la cancha de baloncesto. Sin embargo, los involucrados en él tenían un sentimiento fuerte, que los dejó sonrojados y sus latidos elevados.

¿Cómo podía sentirse tan bien?

En fuerte contraste con el dulce y festivo humor del lado de Chen An, sus rivales de la clase de baloncesto parecían haber sido arrojados bajo una nube oscura, con sus cabezas colgando de vergüenza y frustración.

Mientras jugaban el juego, estos chicos trataron de usar sus trucos sucios cuando vieron que no tenían ninguna posibilidad de ganar si jugaban limpio. Pero, ¿cómo podrían abrirse camino frente a Chen An?

Cuando trataron de atacar, terminaron en el suelo porque su rival los esquivó de repente, o se estrellaron contra sus compañeros. Como sucedió, hubo llamadas de gato y silbidos del público. Sólo terminaron haciendo el ridículo.

"¡No estén muy contentos con ustedes mismos! Voy a hacerles pagar, ¡pueden contar con eso!" Zhao Ziliang se sentó en el suelo y maldijo, lo suficientemente fuerte para que todos lo oyeran. Sus ojos estaban inyectados en sangre.

Chen An no era de los que se asustan fácilmente. Durante todos esos años fue un señor del crimen con armas de fuego, había visto a muchos tontos, con amenazas vacías como una hormiga tratando de asustar a un elefante.

"Por el hecho de haber jugado al baloncesto juntos, déjame decirte algo como profesor," Chen An caminó lentamente hacia Zhao Ziliang, y se detuvo cuando estaba a unos cinco o seis pies de distancia, "las victorias en este mundo se ganan con la fuerza, con el poder, no con las palabras."

"Maldito seas——" una mirada feroz entró en los ojos de Zhao Ziliang. Saltó y se dirigió hacia Chen An.

Hubo gritos sorprendidos de la audiencia, que estaba segura de que Chen An iba a ser golpeado. Pero lo que sucedió después fue totalmente inesperado.

Mientras Zhao Ziliang corría delante de Chen An como un toro loco, Chen An tranquilamente levantó su pie y le dio a Zhao Ziliang una fuerte patada en la cara.