#Día doce; Picadura. { Wigetta }

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Aquella conversación tan amena se había convertido, de un momento a otro, en la conversación más incomoda que Samuel De Luque hubiera tenido en toda su vida. Por más que intentaba lucir normal, relajado, y seguro como siempre le resultaba imposible.

Estaba junto con su pareja, su mejor amigo y lana, en un pequeño restaurante no muy lejano a casa. Compartían una bella conversación de cosas totalmente bizarras hasta que la rubia se había al fin atrevido a preguntar sobre las marcas que se encontraban a lo largo de su cuello, desde el comienzo le había notado la curiosidad en ellas pero jamás pensó llegar hasta tal punto.

— Picaduras —contestó Samuel sin más.

Fue solo levantar la mirada para ver la radiante sonrisa que Guillermo tenía en su rostro, y la cara de empanada que tenía Lana al ver las marcas en su cuello.

— Deberían comprar algo para espantar a las mosquitos —sugirió Luzu divertido sin creerse tan excusa.

— Oh my god! —gritó la rubia haciendo a todos en la mesa de la sorpresa. La chica parecía tener una grandiosa idea— Yo conozco a alguien que… ah…

— Un mata plagas, Lanita —concluyó la pareja de la chica al notar que esta no podía más con su poco saber en el español.-

 — This! —afirmó la chica sin tener la más mínima idea de si era o no a lo que ella se refería— ¡Es una super idea!

El más alto de los presentes dirigió de inmediato su mirada al entretenido muchacho de ojos rasgados que hasta el momento no se detenía a decir ni una sola palabra. Tenía una sonrisa que parecía que ni los mismos dioses podrían quitársela. Seguramente orgulloso, cómo no. De fondo, mientras su mirada no se apartaba del chico, escuchaba como Luzu y Lana seguían hablando acerca del mismo tema. Y finalmente, después de segundos observando a Guillermo este volteó a verlo.

— Te odio —gesticuló el mayor de la pareja para no llamar la atención de aquellos dos que mantenían su conversación aparte.

Al verlo reír con más ganas supo que le había entendido. Las risas le fueron contagiadas cuando este mismo le envió un beso como quien pide perdón por lo hecho. Se limitó a negar con la cabeza para volver su atención a los otros dos.

— ¿Entonces qué vais a ordenar? —preguntó inocentemente cambiando de tema.

— ¡Helado de fresa! 

Challenge de escritura. { Youtubers }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora