#Día tres; Mordisco. { Wigetta }

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La respiración agitada,  las pupilas dilatadas y sus labios semi-abiertos, le ofrecían a Guillermo una apariencia de lo más erótica a su imagen de niño bueno. Samuel se encontraba más que encantado disfrutando de aquella codiciada imagen que sus ojos capturaban. Todo él lo provocaba, todo él subía el calor en su cuerpo y no le dejaba vuelta atrás.

Su punto débil era cuando gemía, al mismo tiempo que el punto débil del menor eran los mordiscos que iba dejando por sus marcadas clavículas. 

— Si dejas marcas, te mato —escuchó decir al menor a duras penas, justo antes de suspirar de una manera que lo dejo helado.

— ¿Qué tiene de malo que te deje recuerdos? —hablo con burla, sonriente. Admirando con grandeza el cuello del menor  que estaba más que lleno de manchitas rojas, moradas y un par de marcas de dientes.

— Espero que eso sea una broma —jadeó Guillermo bajando la mirada para ver al contrario. Obviando lo hecho al notar su sonrisa de grandeza— Idiota.

— Normalmente no te quejas si te muerdo cuando… —y antes de que terminara su frase había recibido un golpe del avergonzado Guillermo.

— ¡Cállate! —gritó. El mayor soltó una risa que solo logro avergonzar más al contrario. Era tan adorable cuando se apenaba, cuando esas mejillas regordetas se llenaban de rojo— Sabes cómo matar un momento…

El mayor sonrió una vez más justo antes de besar los labios ajeos, robando también de paso una sonrisa de Guillermo. Era adorable, y era suyo. Las marcas en su cuello eran la perfecta prueba de ello.

— Igual, estoy seguro de que así me quieres.

Challenge de escritura. { Youtubers }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora