BTS Imaginas

Sweet Night. "Taehyung or V"

Me preguntaba si tú ¿Eres demasiado bueno para ser verdad? Y si estaría bien que yo te acerque más a mí

***

Estaba sentada en un mullido asiento disfrutando de mi aburrimiento, tenía la oportunidad después de tanto tiempo de tomarme un descanso ¿De qué? No lo recordaba, solo sabía que quería pasar mi tiempo con mi teléfono en mano leyendo cualquier cosa que se me presentara en las redes sociales. Entraba en una y salía minutos luego, buscando, deleitándome de cosas que me gustaba ver.

Mi cabeza se ajustó mejor a mi brazo que me servía como apoyo mientras yo colocaba mis pies en el mullido cojín del asiento. El tiempo pasaba de forma rápida, entre sonrisas e imágenes a las cuales les daba «me gusta». Todo era perfecto, no había nada malo. Bajé mi dedo con suavidad por la fría pantalla y paré en el momento que una fotografía apareció ante mis ojos.

Era un paisaje otoñal, con colores rojizos y marrones que hacían del lugar algo como creado por computadora. Pero, yo misma sabía que no era así, porque lo había visto con mis propios ojos mientras el chico junto a mi tomaba la foto que en estos momentos vería. Había otras más, sin embargo, estas quedaban como un recordatorio de aquel hermoso momento.

Sonreí de medio lado sintiendo la calidez que se apoderaba de mi pecho, él había hecho que esa foto se sintiera vivida y que expresara sentimientos que no eran para nada malos, sino parte de su luminosidad. No aguardé para acercar mi dedo y ser parte de los millones de «me gusta» que había recibido. Di dos toques a la pantalla y me dispuse a volver a ver la foto unos segundos más.

No pude hacerlo. Aquella calidez que tuve hace pocos segundos se vio esfumada por un frió arrollador. Ya no estaba viendo la foto, sino que frente a mí la pantalla de mi teléfono bajaba de forma propia muy lentamente para que pudiera leer los comentarios que me mostraba. Tragué en seco, mis manos se pusieron sudorosas y el vacío volvió. Cada palabra que salía en la pantalla ya los había leído, algunos eran diferentes y otros decían lo mismo, pero al final de cuentas todas iban dirigidos a lo mismo.

"¿Cómo el hombre más guapo del mundo puede estar con alguien como ella?" Leí, mi cuerpo tembló. "No es alguien que merezca, hay chicas mejores" una punzada se sintió en la parte alta de mi espalda. "Al parecer se robaron una gárgola de Notre dame, díganle lo que es" mordí mi labio inferior con fuerza, podía sentir como estaba a punto de sangrar. "¿Quién le hizo creer que sería suficiente para él? No es nada" Las lágrimas cayeron por mis mejillas.

Y así fue como más y más comentarios aparecían en la pantalla del teléfono. Mi desespero creció a medida que eso continuaba, mientras mi respiración se hacía irregular. Intenté bloquear el teléfono, intenté salirme de donde estaba, intenté arrojarlo lejos, pero no me podía mover, mi cuerpo era de mi piedra; ni siquiera podía cerrar mis ojos o voltear el rostro. Tenía que verlo todo, tenía que ver lo que decían sobre mí.

Me removí en el asiento sintiendo como solo tenía un hilo de aire, ya sentía que me ponía morada. Abrí mi boca e intenté dar bocanadas grandes de aire, pero todo era escaso; me cortaban la respiración. La definición de pesadilla. No sollozaba, solo sentía como las lágrimas seguían resbalando por mis mejillas como una cascada de agua salada, y como mi cuerpo se tensaba. Me dolían las extremidades, la cabeza me daba vueltas. Solo quería que me sacaran de ahí.

Y así paso.

Entreabrí mis ojos notando la claridad que azotaba el día, los volví a cerrar, pero no pensaba seguir durmiendo. Moví mi cuerpo lentamente cerciorándome que no era una piedra, y acerqué mis manos a mis mejillas suplicando que no hubiera lágrimas. Nada, gracias a Dios. Mi teléfono no estaba en mi mano, y yo no estaba en un cuarto, estaba en un auto. La suave música de jazz proveniente de los parlantes me hizo relajarme en mayor medida, además de que el sonido de la gravilla siendo aplastada por los neumáticos contribuyo a que mi estado de alerta desapareciera.