Outro : Ego. "J-Hope"

598 18 6
                                    

Solo hay una esperanza y un alma, solo hay una sonrisa y solo hay un tú

***

En un pueblo ubicado en alguna parte de Corea del Sur, los rayos de luz naranjas iluminaban por última vez en el día las casas con techos de ladrillo, y las calles asfaltadas. Las tiendas por el lugar encendieron las luces de sus carteles, luego de que las luces de la calle se encendieran a la hora pautada. Era la normal despedida del día y la bienvenida a la noche, en donde la oscuridad y las luces de las casas y tiendas daban un hermoso espectáculo.

Eran tiempos de frió los que rondaban por el momento en el cual se desarrollaba la historia, pero, a pesar de eso, una persona se despedía del largo frió que había experimentado para darle paso a una primavera que nacía entre la nieve de su alma. Era algo chistoso que todo ocurriera ese día, y precisamente después de mucho tiempo de profesar que todo permanecía muy bien en su vida; en ese entonces, se negaba a aceptar lo que le pasaba, convirtiendo su máscara en su realidad.

Algo muy imprudente de su parte.

Todo parecía ir viento en popa los primeros meses de haber hecho eso, nada malo ocurría y esos pensamientos que no lo dejaban en paz ya habían dejado de molestar. Había arrojado sus preocupaciones al fondo y les había puesto cerrojo de forma definitiva, ya no saldrían, no molestarían más. Se dijo que podría resolver todo con calma y en soledad después de todo eso.

Otra mala idea.

Entonces, después de años estando con normalidad, sin nada más que pensar que su felicidad. El cerrojo se rompió, y todo escapo. Los pensamientos y las preocupaciones volvieron, con una fuerza de destrucción mayor. Estaban listas para provocar una tormenta mayor que la que había en su pasado. Eso fue un desastre, debido a que sus sombras se apoderaron de su vida. Y sin importar que huyera, ellas tomaban su torso arrastrando su cuerpo hasta el fondo.

Habían vuelto a llamar a su puerta. Ese había sido un toque siniestro.

Muchas preguntas aparecieron en ese entonces, y, por tanto, ahí se encontraba, siendo por fuera un modelo de persona y por dentro destruyéndose. Eso le molestaba. No entendía porqué de nuevo pasaba eso. Esa respuesta llegaría después, luego de pasar un tiempo en la desesperanza y llenando su vida de más arrepentimientos; que probablemente lo perseguirán hasta su muerte.

Muy bajo había caído, y no tenía más remedio que rendirse.

Pues no, al igual que hay verdades en el mundo que no pueden ser cambiadas en el tiempo que avanza y donde no hay condiciones, en su corazón estaban las respuestas intactas de aquellos en los que más confiaba. En ese momento, supo que tenía que levantar su rostro de nuevo, y ver hacia adelante, no todo era su sombra, no todo era su máscara. Frente suyo se encontró con un camino lleno de luz.

Todos los problemas se fueron, porque a pesar de que hubiera cosas que no fueran verdad en su vida y otras que no podían salir a la luz, solo había un alma; solo había un yo. Su ego. Ninguna parte suya cambia sin importar todo lo que lo consuma y nuble su camino, esa era una verdad muy concreta viniendo por parte del mundo. Por lo que, tenía que pensar con calma y tener confianza en sus decisiones.

Al darle igual su camino y a donde fuera se podría pensar que no sabía a donde ir, pero no era así, esa forma de actuar no era más que una falacia. Sus pasos fueron guiados por el destino en su pasado, no lo pudo ver en ese entonces, no obstante, ahora todo si tenía un sentido. Cualquier lugar podría ser su camino, si tan solo se tenía consigo. Ya no había más preocupaciones por tomar decisiones, daba igual porque ese camino era su decisión y cumplía con sus sueños.

BTS ImaginasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora