Do You. "RM"

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Libertad e imprudencia son claramente distintos, existe el momento y lugar para cosas de las que deberías ser consciente.

***

Abrí la puerta del edificio donde trabajaba de forma apresurada, me habían dado media hora de descanso de más que aprovecharía muy bien; esto, claro, luego de una serie de innumerables suplicas y favores a mis compañeros. 

La interminable cantidad de personas en la parada de autobús no evito que entrara en uno de los últimos asientos disponibles, había sido cosa de astucia. Repicaba mis pies contra el piso del autobús mientras miraba la hora, me quedaban 25 minutos para volver. Al ver el camino recorrido por el autobús, supe que ya era mi parada, soné el botón varias veces hasta que el autobús freno. Apenas volví a pisar el asfalto apresure de nuevo mi paso, la librería estaba al frente mío y con ello mi emoción creció. Agradecía haber reservado con antelación la compra de ese libro que tanto anhelaba.

Entre y el dulce aroma que provenía del local me embriago. Saque mi teléfono y vi que tenia una notificación que anunciaba que mi tiempo de reserva había caducado, pero no me importo, seguí mi camino hasta la caja de igual forma, hacia un minuto que había caducado mi reserva. Tenía mucha confianza que nadie compraría el libro en ese momento, ya que los aficionados a ese escritor solían reservar con antelación por las pocas ediciones que sacaban. 

Me pare al frente de la caja notando que un chico con un tapabocas estaba justo al lado mío esperando por pagar, le sonreí, estaba de muy buen humor para ser amable con todo aquel que se me pasara por enfrente; él no hizo nada simplemente siguió en lo suyo, miraba con dureza al dependiente que atendía la caja.

Justo cuando estaba lista para hablar con el dependiente el dueño de la librería paso por mi lado, lo frené e hice una breve reverencia, en forma de saludo, antes de sacar mi teléfono para agilizar la entrega de mi preciado libro.

—Disculpe ajusshi, vine a retirar un libro, sé que llegue un poco tarde pero aquí está mi reserva, hecha exactamente hace un mes y medio— le mostré la imagen de mi celular al señor, él tomo mi teléfono revisando así la notificación. Sus lentes estaban algo caídos y su pelo negro con vetas blancas desordenado, algo había pasado antes de que yo llegara.

El señor me miro y camino para decirle algo al dependiente de la tienda, eso hizo que este evitara hacer un pago, el chico miro a su jefe y luego miro al chico con el tapabocas que no me había sonreído. Los ojos del dependiente se abrieron como platos, parecía nervioso y sin saber que decir, vi que dijo una breve disculpa y señalaba al lugar en donde me encontraba parada, el dueño de la librería también estaba nervioso. El chico con el tapabocas volteo hacia mí y sin más hablo.

—Esa chica llego tarde, así que su libro es mío— su voz sonó grave mientras miraba al dependiente y al dueño, les estaba dando una orden. 

Rápidamente saco su tarjeta de crédito, mostrando así una tarjeta de alto rango dentro de los bancos. El chico del tapabocas antes de dar su tarjeta me había visto de forma despectiva, como si fuera algo corriente que no mereciera la pena de ser visto.

No le di importancia a su forma de actuar, me acerqué esbozando la mejor sonrisa que me pudiera salir en ese momento, no dejaría que alguien como él perturbara mi felicidad. Hice una reverencia, pero esta vez hacia el chico, por cuestión de respeto y amabilidad, luego, estire mi mano y tome el libro que estaba justo al lado del dependiente.

—Lo siento, pero yo reserve ese libro hace un mes y medio, llegue un minuto tarde, no llegue media hora tarde, así que por el lado más lógico es de entender que ese libro sea mío— alcé el libro hacia el chico con el tapabocas poniendo mi cara de angelical y mi voz dulce, eso siempre funcionaba.

BTS ImaginasWhere stories live. Discover now