We are bulletproof PT.2 . "Jin"

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A dondequiera que vaya, todo lo que haga, te mostrare lo mucho que he afilado mi espalda

***

El ascensor se abrió en el piso en donde estaba mi oficina, y salí de este junto con Ha-yun y Eun-ji en medio de risas algo descontroladas por algo que una de ellas había dicho. No había podido darle un sorbo a mi té debido a que ambas chicas se habían puesto de acuerdo en contar extraños chistes y algunas anécdotas que les habían pasado, causando que mi mal humor se esfumara con rapidez.

—¿Seguro que le hiciste eso a tu esposo?— pregunté mirando a Eun-ji, quien no paraba de reírse de forma suave, recordando cuando había usado a su esposo como maniquí.

—Totalmente segura, Ha-yun unnie tiene todavía las fotos que usé para presentar el concepto— miré a la chica junto Eun-ji y, pues, esta miro a otro lado y le dio un sorbo a su café frio.

—¿Cómo puede ser posible que yo no me haya enterado de eso?— dije sacando la llave de mi oficina y abriéndola, tenía la mirada de ambas chicas puestas sobre mi mientras hacía eso. Había muchas cosas que desconocía de ellas, a pesar de que yo de cierta forma era su "supervisora"

—¿Sera porque llegaste hace casi un año?— Eun-ji se colocó a mi lado al ver que la puerta de mi oficina estaba abierta, pero yo aún las miraba a ambas esperando una explicación.

—_________-ssi no pienses que en el área de estilismo pasan cosas interesantes además de arreglar Idols.— la suave voz de Ha-yun se escuchó con algo de fastidio, ella aparentaba ser alguien tímida, sin embargo, la realidad era que entre las tres a Ha-yun era la que se le podían ocurrir las ideas más alocadas— La diversión llega a ese lugar cuando no hay cámaras y ya el trabajo ha terminado, es decir cuando tú llegas luego de haber sido el demonio de la manipulación.

Al escuchar lo que había dicho Ha-yun, levanté mis cejas y la observe por unos segundos hasta que empuje la puerta de mi oficina y la deje abierta. Desde hacía unos pocos meses que ese apodo me lo había ganado por parte del grupo de estilistas luego de haber hecho unas modificaciones radicales que nadie esperaba que causaran impacto, cosa que yo sabía que no era así; además del pequeño incidente que había tenido con uno de los chicos del grupo, que provoco que apareciera el peor lado de mí.

—¿Cuándo se olvidaran de ese día?— suspiré con pesadez mientras cerraba mis ojos, ese día había sido la excepción de que mi comportamiento se convirtiera en algo totalmente temible; yo en mi día a día no era así, y eso ya lo había dejado muy en claro en muchas ocasiones.

—Creo que nadie nunca olvidara ese día, fue demasiado memorable para el área de estilismo— giré mis ojos escuchando lo que decía Ha-yun, entrando a mi oficina a buscar las cosas que me habían pedido.

—No creo que solo el área de estilismo olvide ese día, sino los propios chicos, desde ese día creo que unos te tienen miedo y otros respeto, pero lo que sé es que todos se la piensan antes de contradecirte— entre junto con Eun-ji a mi oficina mientras ella hablaba con una media sonrisa en sus labios. Claro que nadie pensaba contradecirme luego de que demostrara el compromiso que tenía con mi trabajo, a pesar de todavía ser una inexperta.

—Ahora entiendo porque me contrataron a pesar de no estar casada. Le doy miedo a esos pobres chicos— hablé dejando mis cosas en mi escritorio y mirando las cosas que había en mi pequeña oficina. Algo malo de todo lo que había pasado el día que me había ganado el apodo del demonio de la manipulación, había sido que ahora pocas personas se acercaban a hablar conmigo además de trabajo; creo que las únicas que se atrevían a eso eran las personas que eran parte del STAFF de estilismo, porque siempre me las pasaba con ellos y ya se habían cerciorado de cómo era en verdad.

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