BTS Imaginas

봄날. "Suga"

Te odio, si, tu me dejaste pero nunca deje de pensar en ti, ni un solo día. Pero, te olvidare porque duele menos que odiarte

***

Justo a mi lado sentía como mis compañeros reían y suspiraban, escuchaba el sonido de las sillas siendo movidas y las laptops siendo cerradas, pero aun no levantaba mi cabeza del escritorio. Desde que había despertado en la mañana mi ánimo era nulo y mi cansancio elevado, era un día miércoles aburrido y típico en el trabajo, tal vez era eso lo que tanto me estresaba.

Sentí como alguien toco uno de mis hombros con su dedo, no quise levantar mi vista por la pesadez que tenía mi cuerpo. La persona que tocaba mi hombro se movió al ver que yo no daba respuesta alguna, dio una leve vuelta y se posiciono justo en el lado en el cual mi cabeza se encontraba descansando. Sun me daba una gran sonrisa, pero su mirada denotaba preocupación.

—Unnie, ya es hora del almuerzo, es mejor que te pares a comer algo, estas como un papel— su voz suave sonó estridente en mis oídos, me estaba comenzando a dar dolor de cabeza.

—Solo déjame estar aquí un rato más Sunny— susurré suplicándole a la persona a mi lado, no quería dar ni un paso más a pesar de que mi estómago me rogara por comer algo.

—Vamos, vamos, es hora de que comas algo.

Sunny movió la silla obligándome a despegar mi cabeza del escritorio, cerro la laptop al frente mío y tomo la bolsa con mis cosas. Al ver a mi amiga parada justo a mi lado con una de sus cejas levantadas y su vista fija en mí, me arme de valor y me coloque en pie. Estiré un poco mi cuerpo para ver si la pesadez se iba, pero no dio resultados, aún tenía la necesidad de caer como una piedra en el piso. Camine un poco para colocarme al lado de Sunny y salir de la oficina en la que trabajábamos, mis ojos estaban levemente cerrados, pero podía detallar muy bien que éramos las únicas que seguían en aquel lugar.

Caminamos por los pasillos del piso administrativo para así acercarnos a los ascensores, cuando llegábamos alguien se paró al lado de Sunny y le arrebato mi cartera haciendo que ella se volteara y mirara con irritación a la persona justo a su lado. Nam Woo-tak sonreía hasta donde estaba parada yo, hice una breve reverencia y me dediqué a ver como mi amiga y ese chico, del departamento de mercadotecnia, peleaban.

—Aigo, sí que eres un acosador experto— Sunny dijo con fastidio tratando de quitarle mi cartera a Woo-tak, pero este en un ágil movimiento movió la cartera hacia otro lado cuando las manos de ella se acercaban con rapidez hacia él.

—No soy un acosador ¿A caso no la puedo ayudar con sus cosas Noona?— Woo-tak hablo haciendo un puchero hacia donde yo estaba, eso me saco una sonrisa.

Desde que lo conocimos como el nuevo empleado del departamento de mercadotecnia, Woo-tak no dudo ni un segundo en usar su arsenal de conquista sobre mí. Era un chico de facciones adorables que siempre vestía con una camisa blanca, unos pantalones de vestir y unos elegantes mocasines, su sonrisa era algo que tenía deleitadas a todas las chicas jóvenes de la compañía; sin embargo, a pesar de ser la admiración de las chicas jóvenes, a Woo-tak le gustaban las chicas un poco mayores que él, y entre ellas estaba yo.

—Idiota desde que entraste en esta compañía sabes muy bien que ella está casada— le dijo Sunny a Woo-tak con irritación.

—No me importa, se puede ver y no tocar— al hablar Woo-tak aprovecho el momento para guiñarle un ojo a Sunny, provocando que ella abriera sus ojos como platos mientras sus mejillas se ponían rojas.

No podía escuchar más de su ridícula pelea así que me acerque hacia donde estaban ellos dos peleando y le quite mi cartera a Woo-tak de las manos, mirando con algo de fastidio hacia donde estaban ellos dos parados. Mi humor no estaba siendo muy bueno ese día, y el dolor de cabeza que sentía ya estaba comenzando a ser insoportable. Las puertas del ascensor se abrieron en ese momento, pero cuando me disponía a entrar en él mi cabeza no aguanto más y mis fuerzas se desvanecieron, caí al piso con los ojos cerrados escuchando por última vez como las dos personas que me acompañaban gritaban mi nombre.