Especial decembrino parte 3

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Bajó los pies de la espalda de mi amigo, (el estaba como si fuera un taburete, apoyado en cuatro puntos)  y le dio un empujón con su tacón en las costillas, mientras le decía que fuera por otro coctel para ella.

—Su trago, señor— Lilith... Trixi, beso mi anillo y se disponía a arrodillarse.

—Ahora ve por uno para ti— dije deteniéndola, antes de que tocara el suelo— Cuando regreses quiero que te arrodilles entre mis piernas—

Le di un sorbo a mi bourbon y lo deje en la mesita de cristal que estaba a mi izquierda. Mi mujer regreso e hizo lo que le había ordenado.

—Echa la cabeza un poco hacia atrás y abre la boca—

Lentamente comencé a derramar el coctel de mi mujer en su boca, lo hice desde una atura que permitía que unas gotas se escaparan de su alcance.

—Gracias, señor—

Con el dedo índice limpie el alcohol que tenía en la comisura de los labios y el cuello, metí mi dedo en su boca para que lo limpiara y con un gesto de cabeza, le indique que volviera a su posición de rodillas.

—Pues no se ustedes, pero yo, estoy demasiado excitada como para seguir hablando— comento la mujer que reconocía de la fiesta de disfraces como Wanda, de "Los padrinos mágicos".

—¡Sssiii! Pasemos a la acción verdadera— grito Heivy.

Me acabe mi trago y me puse de pie, toque la cabeza de Lili—Trixi para que hiciera lo mismo. Cada quien se ubico en el lugar que había elegido para su sesión.

Yo quise que estuviéramos lejos de nuestros amigos, me era demasiado raro ver como latigueaban a mi mejor amigo.

—Muy bien Trixi, ¿estas preparada para jugar?— me pare detrás de de mi esposa. Mientras esperaba mi respuesta me relamí los labios, sus nalgas se veían espectaculares, redondas y apachurrables.

—Si usted esta listo, yo estoy lista, señor—  Con ambas manos le azote el trasero.

—Empecemos entonces— del bolsillo de mi saco tome el pañuelo de seda negro, se lo coloque a Lili— No quiero que te muevas ni un ápice, si te mueves... te toca castigo—

Le di un pellizco en el trasero al ver que no contestaba.

—¿Entendiste o no?— insistí.

—Si...señor—

Camine hacia la mesa donde tenía mis instrumentos de "tortura". Tomé el pinwheel, un aparatito tipo tenedor, solo que en lugar de dientes, tenia una especie rueda con picos. Un masajeador afilado.

Regrese a donde esta mi mujer, quieta como una estatua. Pase el pinwheel por las manos de Lili, las cuales estaban recargadas sobre sus muslos, por encima de las rodillas. Le di toda la vuelta, comenzando y terminando por el meñique izquierdo. En la primera vuelta note que se estremeció un poco, así que para la segunda vuelta puse mas presión, la respiración de mi mujer comenzó a hacerse mas rápida.

—Ya he visto que te gusta estar arrodillada, así que, te vas a arrodillar entre mis piernas y me vas a hacer una buena mamada—

—Seria un honor, señor—

La coloque en posición y a tientas saco mi ya erecto pene de mi pantalón, me levante un poco para facilitar el trabajo de que me bajara los pantalones.

Con una mano agarro mi pene y le empezó a dar pequeños besos en la punta, luego hizo círculos con su lengua alrededor del glande. La tome por el cabello e hice que se lo metiera a la boca. No me resistí y trate de meterle toda mi verga, ella subió sus manos y trato de quitar la mía, la cual la detenía por el cabello.

Te casaste con la GORDA! (Regresa!!)Where stories live. Discover now