She will be loved |COMPLETA|

Capítulo 63

Es tuyo Jayden.

Este bebé no es de Cole, es tuyo.

¿Realmente había dicho lo que él creyó escuchar?

Jay abrió la boca para decir algo y luego la cerró. Se levantó de la cama y se volvió a sentar, se pasó la mano derecha por los rizos, luego la izquierda.

No, seguro la había escuchado mal.

—Perdón... ¿Qué? —preguntó, su voz cortada, al borde del pánico—no pude haberte escuchado bien.

Gil estaba temblando visiblemente, se acercó a él en un intento por tomarle las manos, él no se alejó pero ambos estaban temblando tanto que la tarea resultaba imposible.

—Sé que...sé que no parece creíble—empezó ella a decir rápidamente—pero es cierto.

—¿Cole...? —preguntó él, aterrado.

—Cole y yo nunca hemos tenido nada—le confesó ella—él aceptó fingir ser el padre por mí, porque yo no quería decirte.

No es que no le creyera, Jay le creía y por eso se estaba quedando sin aire.

Él...él iba a tener un hijo.

—Gil...—su propia voz pareció llegarle desde lejos—Gil yo...

Jay escuchó como ella decía su nombre aterrada, pero por más que trató de mantenerse a flote, la oscuridad pareció engullirlo totalmente.

¿Qué le ha pasado?

¿Estará bien?

¿Qué le ha dicho?

Es solo un desmayo.

¿Se pondrá bien? Necesito saberlo.

Por favor....por favor, Jay.

JAYDEN.

Cuando Jay abrió los ojos el cielo se veía de color púrpura, ¿O era naranja? ¿Se podían confundir esos colores?

Por un momento se sintió mareado, confundido, trató de levantarse pero no tenía fuerzas.

Estaba en casa, lo sabía.

Bueno, si estaba en casa quizás no habría necesidad de levantarse tan pronto...

Cerró los ojos de nuevo, dejándose caer en el sueño.

No es de Cole, es tuyo.

Es tuyo. Es tuyo. Es tuyo.

Jay se despertó sobresaltado esta vez, haciendo que Gil pegara un respingo.

—¡Jay! —gritó al verlo, caminando hacia él—¿Estás bien? ¿Cómo te sientes? Mejor llamo al doctor de vuelta...

Jay la tomó del brazo para impedir que se fuera.

Así que todo esto no había sido un sueño.

—Estoy bien—le aseguró.

Miró a su alrededor, sus ojos poco a poco acostumbrándose al entorno. Había luz en la habitación, luz solar, ¿Cuánto tiempo había pasado así? ¿Había venido Kate a la casa ya?

Él miró a Gil con una mezcla de anhelo y terror.

—¿Qué me pasó? —le preguntó.

Se sentía más fácil empezar por eso.

—Tú...te desmayaste—le informó—el doctor dice que tu mente se puso en estado de reposo porque estabas descompensado y...porque te expuse a...emociones fuertes.