She will be loved |COMPLETA|

Capítulo 22

¡ACTUALIZACIÓN! Espero que estén disfrutando su día, aquí les dejo este cap y les recuerdo que vayan leer AARON & ALYSSA. LEEANLA, EN SERIO, LES VA A GUSTAR (spam de mi propia novela jeje)

disfruten su fin de semana, actualizo de vuelta el lunes.

Gil se quedó sin habla.

Realmente no tenía idea de que decir, no sabía cómo actuar.

Por suerte para ella, esta vez fue salvada, por nada más y nada menos que Jay Brooks, quién venía entrando en aquel momento.

Les hizo pegar un brinco a los tres.

-Buenas tardes-dijo mirando la sala con confusión, luego añadió, mirando solo a Gil-pues... ¿Está mi abuela en su cuarto, cielo?

Gil asintió, sentía que si hablaba sus propias cuerdas vocales iban a estrangularla.

Jay, sintiendo la tensión en el ambiente tan solo asintió, se disculpó con todos y se fue a la habitación.

Gil sintió envidia. Ojalá ella también pudiera abandonar la conversación sin más.

-Pues...hemos progresado bastante-cortó Josh, poniendo las manos juntas-y se está haciendo tarde, creo que es mejor que volvamos al hotel, podemos seguir charlando mañana.

-¿Cuánto tiempo van a estar aquí? -preguntó Gil, con preocupación.

-Tan sólo hasta mañana, para que tu padre no se entere que salimos-respondió Flor.

Eso, ese cambio de tema era algo que Gil podía manejar y lo agradeció.

-Aun no entiendo como lograron llegar hasta aquí sin que él se diera cuenta-dijo.

-Fue difícil-admitió Josh-tuvimos que hacer todo tipo de desvíos.

-Pero realmente lo logramos gracias a Grace-añadió su amiga.

Esto hizo que Gil abriera mucho los ojos.

-¿Grace los ayudó? -preguntó, incapaz de contener la sorpresa que denotaba su voz.

-Sí, a qué precio, o porque razón, aún no lo sabemos-dijo Josh.

Vaya que las cosas estaban cambiando.

Jay esperó hasta que sus amigos se fueran para salir otra vez a la sala, Gil estaba allí, sentada en el sofá, con la mirada pérdida.

En momentos como aquel a Jay realmente le caían mal sus amigos, después de cada charla quedaba visiblemente tocada. Pero, Jay tenía que admitir, mucha de su angustia estaba bien ganada.

Sin embargo, era difícil no estar de lado de la mujer que le gustaba.

Se sentó junto a ella y le acarició el hombro. Era difícil no justificarle y perdonarle todo.

-Me gustaría saber qué piensas-le susurró, cerca del oído.

Ella se estremeció.

Jay sonrió, le encantaba ver esas reacciones.

-Estaba pensando en tu abuela-mintió, aunque en parte era verdad-¿la hemos despertado con todo este ruido?

-Para nada-la tranquilizó Jay-la desperté yo al llegar, dice que tú y tus amigos son un amor.

Gil le sonrió con ternura, al menos, dentro de todo, algo bueno había ocurrido.

-Me alegro, ella también es un amor-dijo, y esta vez fue sincero.