Capítulo 23

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Grace no podía creer que estaba de vuelta en la casa de su padre, dos visitas esta semana, increíble.

Y lo que menos podía creer es que estaba observando desde la seguridad de su auto.

Era estúpido pensar que a ella, Grace Collins, le daba miedo pisar su propia casa, pero no estaba muy lejos de la verdad.

Y ni siquiera era por su prepotente padre, quién tenía previsto regresar esta noche, sino por otra persona.

Otro hombre, uno con ojos llenos de juicio...

—¿Te vas a quedar allí todo el día o que?

Grace pegó un brinco de la sorpresa. Allí, apoyado contra la ventanilla abierta de su auto, se encontraba el hombre del cual quería huir.

Ella frunció el ceño y se bajó del otro lado.

—¿Me estás espiando?—preguntó, sin mirar atrás.

Collin sonrío de medio lado y se apresuró a seguirle el paso. Grace tenía tacones pero también tenía un dominio sorprendente sobre estos.

—Estaba trotando y te vi estacionada—le dijo con sinceridad, estaba animado—tu padre aún no ha llegado, si es eso lo que temías.

El rostro de Grace no reveló absolutamente nada, por años se había entranado para que fuera así, para que todas sus emociones se quedaran donde pertenecían, en el centro de ella.

—Yo no le temo a nada—dijo burlonamente.

Collin sonrió, le divertía estar con ella.

—Bueno, Esmeralda tampoco está, y se que con ella no te llevas exactamente mal—dijo pensandolo un poco—así que supongo que debes estar escondiendote de mi.

Durante la charla habían atravesado el portón principal y ya casi se encontraban a medio camino del hermoso jardín.

Grace giró sobre sus tacones y lo enfrentó. Odiaba decirlo, pero Collin era un hombre muy guapo, tan guapo como otros hombres con los que había salido.

Le recordaba un poco a Luke, pero era mucho menos efusivo y molesto que este. Luke era una estrella del football, britallante y duradera. Collin era más bien una sombra apagada.

—¿Y por qué me estaría escondiendo de ti?—preguntó enarcando una ceja—¿Por qué eres irritante?

Él puso los ojos en blanco pero seguía divertido.

—O...—dijo sugerente—porque sabes que dije la verdad sobre tu hermana, y ahora te sientes mal por ser una pesadilla con ella.

Grace puso los ojos en blanco y siguió caminando, había dado en el blanco.

Sí se sentía mal por Gil, no sólo por lo que él habia dicho sino por todas las cosas que había leído en su estúpido diario.

Pero no quería disculparse, y tampoco sabía que hacer. Esta era la única manera que conocía, la única forma de actuar en la que se sentía segura.

Llegó hasta la puerta de la casa.

—Bueno, esa era una razón—siguió hablando Collin.

Grace no pudo evitar mirarlo con curiosidad.

—¿Hay otra?

Él asintió.

—El hecho de que te parezco atractivo—dijo sonriendole con malicia.

Grace le cerró la puerta en la cara.

•••

La día anterior había resultado maravilloso para Jay, demasiado, excedente.

She will be loved |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora