She will be loved |COMPLETA|

Capítulo 30

Aparecí! Aparte de este también subí capítulo en la novela de Grace♥️ por si gustan leerlo. El próximo cap lo subo el 24🙆‍♀️

—¿Qué ha sido eso?—preguntó Bobby, hablando muy despacio.

Gil iba a responderle, pero justo en ese momento Jay se dio la vuelta y caminó.

Gil pudo observar que Kate tenía a Lasi en sus manos, así que allí había dado a parar, pensó.

—¡Jay!—lo llamó ella, pero él no se detuvo—¡Jay esperame!

Le ofreció una mirada de disculpas tanto a Kate como a Bobby y se echó a correr tras él.

Maldito Jay, ¿Por qué tenía que tener un paso tan largo? ¿Qué no podía caminar más lento?

—¡Jay!—jadeó Gil, por el cansancio—detente por favor, te lo suplico.

Él se detuvo, la esperó un momento solo para girarse hacia ella y mirarla mal.

—¿Qué fue eso, Gil?—preguntó entre dientes—¿Qué hace él aquí?

—¡No tengo la menor idea de cómo me encontró!—confesó ella—Te lo juro. Pero de verdad cree que va a llevarme de vuelta a casa. Cree que me voy a ir con él.

Jay se pasó la mano por el rostro, un gesto que Gil ahora sabía que hacía cuando se sentía realmente frustrado.

—¿Y lo harás?—le preguntó, cruzándose de brazos.

—¡Por supuesto que no!—dijo ella, algo dolida—¿Crees que he llegado tan lejos para dar marcha atrás así sin más?

Jay la miró con preocupación.

—No lo sé, Gil. Honestamente no lo sé—dijo con un largo suspiro—mira todo lo que has hecho por él, todo este asunto...no te juzgo, sé que por amor se hacen muchas cosas, pero...siento que esto es algo anunciado, siento que va a ser inevitable que te vayas.

Gil quiso decirle que se equivocaba, que ella no había venido aquí solo por Cole, pero la verdad es que en parte sí lo había hecho, por más que dijera que fue para encontrarse a sí misma.

Dejó que Jay se alejara con las manos en los bolsillos, porque ella misma tenía mucho miedo de que Cole la convenciera de marcharse.

Sería algo demasiado idiota, pero, al verlo ella...

Gil alzó el rostro hacia el cielo, ¿Por qué tenía que ser tan complicada la vida? ¿Por qué tenía que aparecer Cole justo ahora?

***

—Te dije que había algo entre ellos—le susurró Bobby a Kate, viendo como el pequeño cachorrito de Jay se retorcía entre sus manos.

Ella lucía tan preocupada que Bobby quiso darle un abrazo, aunque estaba cien por ciento seguro de que sería mal recibido.

—Tenías razón, lo sé—admitió ella—pero que haya aparecido así nos confirma que no tienen ninguna especie de romance, ¿no es cierto? Él no se atrevería a aparecer así si traían algo a escondidas, ¿verdad?

Bobby apretó la boca en una fina línea.

—Eso creo, pero en definitiva algo ocurre Kate—le aseguró—quizás deberíamos hablar con ellos, ¿no crees?

—¿Deberíamos?—preguntó ella, arqueando una ceja—¿No crees que es un asunto demasiado familiar? 

—Hubo un tiempo en el tú me consi...olvidalo—dijo, mirando hacia otro lado—mejor vayamos dentro a ver que pasa.

Kate lucía confundida pero asintió y caminó unos pasos detrás de él.

"Hubo un tiempo en el que tú me considerabas familia" había querido decir Bobby, pero habían cosas que era mejor guardarse para sí.

Esa era una de ellas.

¿Para qué hablar y causar sufrimiento innecesario? Tenía que asimilar que Kate había dejado de quererlo de la noche a la mañana, que por más que él la quisiera, ella jamás iba a volver con él.

Todo es más fácil si te resignas a la situación. Lo malo de estar enamorado era que aunque no querías tener esperanza, esta siempre estaba en ti.

En el campo estaban todos los presentes, luciendo increíblemente confundidos, excepto Cole, naturalmente.

Y sorpresivamente Jo.

—Así que...¿Eres muy cercano a nuestra Gil?—le estaba preguntando la pelirroja a Cole.

Este alzó la mirada hacia ella lentamente. Había algo en el tono de la mujer que lo ponía alerta, ese falso desinterés, sin duda propio de alguien que quería información.

Pero, ¿Para qué querría esa información ella? Se preguntó Cole.

—Sí, algo—habló con cuidado, no sabía si aquella mujer podría serle útil para su cometido.

Esta asintió y le dedicó una sonrisa radiante.

—Que bueno, cualquier amigo de Gil es más que bienvenido aquí.

Cole abrió la boca para decir algo, pero se vio interrumpido por el molesto hombre del restaurante, quién lo miraba incómodo. Tras de él, venía una mujer más pequeña, con el cabello rubio tan oscuro que podía llegar a castaño.

Cole dedujo que era su esposa.

—Escucha...—empezó el hombre, pero la mujer rubia lo interrumpió.

—Mira, nos alegra mucho que tú y tu empresa quieran patrocinar este festival—dijo diplomáticamente—pero como verás, tu presencia altera bastante a gente que queremos y eso puede traer problemas...

—¡Kate!—protestó Jo, poniéndose del lado de Cole—el joven, muy amablemente nos ofreció un patrocinio total sin tener que poner su marca en cada rincón del festival, ninguna otra empresa haría lo mismo.

—Pero Jay y Gil...

—Jay no lo conoce, ¿No es así?—preguntó Jo, Cole asintió—así que no tiene razón para alterarse, por otro lado, Gil seguro reaccionó así por la impresión, se le pasará.

—No estoy segura de eso—dijo Kate, apretando los labios en una fina línea.

Bobby cruzó los brazos sobre el ancho pecho. Nunca había tenido que llevarle la contra a los amigos de Jay en temas que tuviesen que ver con el mismo. Siempre pensó que ellos haría lo que creyeran era mejor para él.

—Ni yo—apoyó a Kate.

Cole lució imperturbablemente impecable.

—Sé que no les doy la mejor impresión, pero les prometo que no causaré problemas—mintió. 

Por supuesto que iba a causar problemas, y muchos.

Bobby arqueó una ceja.

—¿Entiende usted que no podemos creerle?

—No entiendo porque no.

—Dígame usted—dijo sonriendo Bobby amargamente—si confiaría en un recién llegado que se compromete a dar tal suma de dinero a un festival en un pueblito a cambio de casi nada. Solo porque sí.

Cole sonrió.

—Por supuesto que no confiaría en alguien así—estuvo de acuerdo.

—¿Lo ve? Eso es...

—Pero yo no estoy aquí porque sí—interrumpió Cole—estoy aquí por órdenes directas del dueño de la empresa, el padre de Gil. 

Esto hizo que todos lo miraran con asombro.

—¿El padre de Gil tiene una empresa?—preguntó Kate sin poder contener la sorpresa.

Cole sonrió con malicia.

—¡Claro que sí! ¿Nunca ha oído hablar de George Collins?