V

622 49 3
                                    

5 | La fiesta de bienvenida - Parte II

(Because You Move Me - Tinlicker & Helsloot)


La fiesta es un descontrol total.

La música se ha tornado aún más fuerte que antes y un humo latoso se encuentra instalado en toda la primera planta. Los amigos de Evan se han encargado de robarse todo el alcohol posible a la vista y bailar arriba de los muebles de papá sin importarles lo mínimo. El resto coquetean con las chicas y las arrastran fuera del lugar en dirección al invernadero de mi madre.

Liam al parecer no está presente y evacuó a la casa de alguna chica, cosa que agradezco en lo absoluto; me aniquilaría si viera toda la catástrofe en que se ha convertido el salón principal. Caroline ya está lo demasiado alcohólica para describirla; comenzó a bailar en la mitad de la sala sin descaro alguno frente uno de los amigos de Pride. Alison por su parte se encuentra en una esquina hablando con un desconocido y quiero pensar que la ebria Emily sigue durmiendo plácidamente en mi habitación. Todo bajo control... casi.

El ambiente se ha convertido en un club de dudosa procedencia en consecuencia al olor de marihuana y drogas que empieza a tomar lugar dentro de la estancia. Han quebrado tres botellas del vino tinto favorito de mi padre, directamente traído desde Italia, y el termostato del primero piso que ha dejado de funcionar por un golpe seco que le propinaron. Tendré que correr mañana al supermercado a reponerlos, o incluso viajar a la misma Roma.

Maldigo por la bocina del teléfono por sexta vez seguida al percatarme de la nula respuesta en la otra línea. Son veinte las llamadas que he hecho al 911 dispuesta a acusar a Evan y su combo de maleantes de irrupción a la propiedad privada. Me resigno a subir las escaleras de mi hogar antes de ser bombardeada por felicitaciones por parte de amigos por la "asombrosa fiesta" que realmente, estoy repugnando con ganas.

Atravieso el ancho pasillo hasta llegar a la habitación de Christian. Los dos niños se encuentran en el suelo del dormitorio con sus ojos fijos en la pantalla del televisor. Chris se encuentra jugando en su consola algún videojuego de violencia, mientras Gabe maniobra con el otro mando presionando botones sin sentido, pero al instante me percato que este se encuentra desconectado de la máquina.

—No te comportes de esa manera con tu hermano, Chris —levanto al menor de la alfombra y lo poso sobre mis brazos, pasándole el gusano con ojos saltones que es uno de sus juguetes preferidos. El niño se emociona y empieza a jugar en mi regazo —El que seas el mayor de los dos no te da derecho a que puedas aprovecharte de él.

—Ese bastardo es un tarado.

—¡¿Qué has dicho?! ¡Christian Walton, nadie en esta casa usa esa clase de vocabulario! —o no frente a el.

Me repara como si la respuesta es obvia y yo fuera el ser humano más ignorante del planeta.

—El niñero dijo eso en cuanto nos vio.

Volteo mi cabeza hacia el resto de la habitación y diviso entre la oscuridad una sombra corpulenta.

No hace falta aproximarme más para poder distinguir la poco anhelada cara de Evan Pride riéndose con cinismo.

Este chico realmente va a sacarme canas verdes.

—¡¿Que demonios haces aquí arriba?! ¡Tengo estrictamente prohibido que suban aquí en las fiestas, todo el mundo lo sabe!

Sabía que era un error invitarlo.

—Estoy conociendo el palacio que tienes por hogar —Evan recorre la habitación con la mirada al parecer detallando cada aspecto qué hay en ella, para finalmente tirarse en uno de los puffs qué reposan en la esquina —Un tobogán que da a la primera planta —da un golpe al plástico hueco del juego —¿No te cansas de tantos lujos? Tú hermano tiene siete años y tiene un dormitorio más grande que mi departamento.

POPULAR GIRL © [#1]Where stories live. Discover now