POPULAR GIRL © [#1]

LVIII

58 | Nada es lo que parece

(Perfectly Wrong - Shawn Mendes)

El sonido chirriante que produce la puerta oxidada me provoca náuseas, y es cuando la luz del pasillo nos golpea de frente que deseo clavar un hoyo en tierra y desaparecer de inmediato.

El sujeto mueve la linterna por el espacio, cegándonos con la intensidad sin posibilidad de reconocerlo, pero basta con que pasen unos cuantos segundos y que mis ojos se adapten al rayo de luz para que aquellas facciones me resulten bastante familiares.

Raúl, el hermano de Karen, repara el diminuto cuarto sin expresión alguna, con solo una diminuta elevación de ceja que muestra confusión. Se limita a observarnos, específicamente a mi, sin ningún tipo de gesto en su rostro.

—¿Entonces? —insiste el que comanda.

El chico nos detalla más de lo usual, temiendo que describa perfectamente la escena frente a sus ojos. Suplico solo con la mirada, esperando que Raúl guarde silencio a como de lugar. Aún con mi mano en la boca de Emily, puedo sentir los labios de mi amiga susurrar un por favor con temblor puro.

Raúl entreabre sus labios y levanta un arma justo en nuestras narices. Mi corazón se detiene por una fracción de segundos cuando el sonido retumba dentro de lo mas profundo de mis oídos, haciendo eco que culmina dejándome retumbante por varios instantes. Segundos que parecen horas se requieren para orientarme, cuando veo un disparo perforar la bolsa de detergente que se encuentra a nuestras espaldas.

—Un gato callejero.

Estrella la puerta con un portazo, otorgándonos finalmente la posibilidad de respirar; Emily lo hace con dificultad, agitando sus manos frente a su cara en tanto gime desconsolada. Subo mi dedo índice a mis labios, cuando es claro que estoy igual o mucho más asustada que ella.

—Bien Cooper, no cuento con mucho tiempo para escuchar tu llanto —declara el padre de Evan, azotando el mango del arma en la cara de Luke. Me abro paso entre los estantes y escalo en la superficie de uno para alcanzar a observar fuera por una diminuta ventana —Dos oportunidades más antes que me obligues a perder los estribos.

El escenario es inquietante. Luke Cooper arrodillado frente Heins Pride con más de una decena de hombres alrededor, entre estos, Raúl. Todos armados, dispuestos a reaccionar ante cualquier irregularidad.

—¡Juro que no se nada, lo juro por Dios. No me ha dicho nada! —grita iracundo al limpiar su labio inferior lleno de sangre.

—Resultaste creyente, vaya suerte —el hombre inquiere con insistencia en cuanto recarga el arma —Te sugiero que comiences a encomendar tu alma. No vaya a ser que se extravíe en el puto infierno.

Un revolcón de nervios me azota cuando Heins apunta directo a la frente del que alguna vez fue mi novio. Luke se paraliza al temblar nervioso a la presencia del arma en su frente. Sudoroso, puedo observar como lagrimas se deslizan por sus mejillas hasta perderse en su cuello. Sus ojos desorbitantes, sin mencionar palabra, suplican por misericordia. Raúl por su parte se sitúa fijo al visualizar la escena a la lejanía, viendo de reojo el cuarto de limpieza en el que estamos atrapadas.

—¡Espera, espera! No puedes hacer esto. E-estamos en tregua.

—¿Crees que no estoy al tanto lo que hicieron en la central de los Walton, que no se adelantaron y buscaban acribillar a Leonard, me tomas por tarado o que diablos?

La mención de mi apellido me toma tan absorta que ni siquiera me inmuto del portazo que desvía la atención de todos los sujetos hacia el lado opuesto.