R E L I G I O S A.

Cancelación I

Faltando una semana para la boda a Aurora se le hacía complicado llegar al tema de posponerlo. Alonzo se la mantenía ocupado en su trabajo lo que impedía que la charla larga y extendida no se diera a cabo.

Manuel se encontraba lejos de la ciudad, en un viaje de negocios, mientras tanto Aurora se la mantenía ocupada elaborando diseños para la remodelación del apartamento de un vecino.

Alonzo se había ocupado de los últimos detalles de la boda ya que sería algo intimo.

Siendo interrumpida de sus labores se levantaba para saber quién llamaba a la puerta.

Al mirar por la mirilla se extrañaba al ver a un joven todo distraído con un gran paquete blanco.

─¿Hola? ─ saludaba al joven.

─Ho- Hola, disculpe que la moleste. Es Ud Aurora Santé? ─ Ella le había respondido afirmativamente.─ Bien, este paquete es para Ud. Firme acá por favor.

Mientras miraba de reojo hacía lo que el joven le había pedido, después de marcharse, enseguida, con el paquete en manos cerraba la puerta para luego dejarlo sobre la mesa y ver su contenido.

Era su vestido de novia.

Nuevamente tocaban la puerta, por los pequeños quejido supuso de quien se trataba.

─Yo queriendote dar una sorpresa y las niñas que me lo arruinan. ─ quejaba.

─De verdad que es una sorpresa, son pocas las veces que has venido.

─Estaba aburrida en la tienda, en mi casa no quiero estar y mi amorcito no se encuentra, así que...

Mientras charlaban las niñas gateaban, Aurora rápidamente guardaba todo su trabajo para después proceder.

─Oh, ¿Ese es tu vestido? Quiero verlo.─ inquiria, al acercarse abrió la caja y lo sacó. ─ Me hubiera gustado que ese día en vez de decirle a Manuel me dijeras a mi.

─Yo no lo invité, el se apareció. ─ le repetía por quinta vez en tono cansado.

─En fin... ya tienes todo listo, sólo falta decir el si, que estas esperando para hablar o te has retratado?

─Sigo con la idea. ─reafirmaba.

─¿Aurora estas segura de tu decisión?

─Ya lo hemos conversado varias veces Esperanza, no puedo continuar con esto.

─Si, es sólo que...

─Tu. ─interrumpió. ─ ¿te casarias por obligación? Por complacer a tu familia y amigos.

─Por supuesto que no. ─ le dijo sin titubear.

─Gracias. ─ le sonreía para que ella captara lo que trataba de decirle

─Oh vamos es diferente.

─¿En qué forma?

─Lo haces por Manuel, te lo ha pedido ¿cierto?

─Aquí vamos de nuevo. ─ reviraba sus ojos. ─ Más allá de Manuel, algo dentro de mi me dice que no lo haga.

─Gustavo y Manuel llegan pasado mañana. ─ Aurora ya estaba acostumbrada a que Esperanza de repente le cambiara la conversación.

─Lo sé.

─¿Hablaras con el está noche?

─Es probable.

─Bien, me llamas cualquier cosa por favor.

─Gracias por todo Esperanza.

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