R E L I G I O S A.

Bicho raro

Cuando llegaron a casa, Belén discutió con ella.

—Que sea la primera y la última vez, escúchame bien jovencita... — su tono era estricto, Aurora sentada en el mueble la observaba con nervios— que yo te diga que no vas a un lado y tú, me desobedezcas.

—Madre yo...

—¿He terminado de hablar para que me estés interrumpiendo? Ese chico no me agrada y no quiere verte cerca de él

—Madre, es mi amigo — respondió

— Tienes más amigos... — replicó — ni que fuera el primero ni el ultimo amigo que tendrás. — dicho esto abandonó la sala y se encerró en su cuarto.

Recostándose en el sillón soltó un bufido, dandole leves masajes a su frente para calmar su frustración se levantó para irse a su habitación.

En el momento en que se puso su pijama para acostarse suena su móvil, es Manuel.

—Emm.. Hola. — susurró

—¿Todo bien?

— Si, ¿por qué?

— Porque estás susurrando.

—Es que mi madre debe estar dormida y no..

—No quieres que te escuche, vale, entiendo. — se escucha que se ríe provocando que Aurora sonría — parece que no le caigo bien a tu madre

—Hmm.. ¿Por qué dices eso?

— Oh vamos, bonita, es muy evidente la manera en cómo se fueron de mi casa.

—Siendo sinceros, ella me había pedido que no fuera y sin embargo, yo... Fui

—Ósea que te he metido en un problema. — intenta parecer serio pero no, Aurora lo escucha relajado y divertido

—¿Te parece divertido?

—Para nada bonita, es más... Asómate a tu ventana.

Con el entrecejo fruncido se levanta de la cama y se dirige a la ventana, lo busca pero no encuentra nada.. — ¿Qué se supone que debo ver por la ventana?

—Estoy acá arriba.

Fija la vista al techo de su casa y lo mira elevando su mano, saludándola, Aurora se sonroja más de lo normal, luce relajado, sentado vestido únicamente en jeans y sin camisa.

—Te puedes caer

—Si me caigo, cuidaras de mí. — ella queda en silencio, observándolo — Te voy a demandar. — le susurró

—¿Qué, por qué? — su corazón se aceleró

— Por estar viéndome de esa forma.

—De.. ¿De qué forma?

Nuevamente se escucha una risa de fondo— Descansa bonita. — y cuelga.

Aurora lentamente retira el móvil de su oreja sin dejar de mirar hacia dónde se encuentra Manuel, su corazón va de un ritmo tan acelerado que eso produce en ella nervios y ansiedad, jamás se había sentido así y menos por un chico.