R E L I G I O S A.

Sin control

Era mediados de Julio, Aurora había perdido comunicación con Esperanza, siempre le escribía pero lo único que recibía era respuestas cortas o ninguna.

Le había comentado a Magda del repentino desinterés de su amiga y como respuesta obtuvo que no era una amiga verdadera, llenando de dudas la mente de Aurora.

Se acordó de Maria de como estaba la relación de ellas y como todo cambio repentinamente, le dolió volver a pasar por lo mismo. Manuel en varias ocasiones le aconsejaba que era pasajero que en cualquier momento se comunicaría con ella, eso logró calmarla unos dias pero después no.

Último día de la semana y ya se encontraba saliendo de su última clase cuando tropezó con Esperanza quien con una enorme sonrisa la saludaba que ella enseguida pasó desapercibida.

—Cuanto me alegra verte.

—Hola... —dijo a secas pasando por su lado para continuar su camino.

—¿Está todo bien? —preguntaba siguiendola

—Si. Todo genial. —ironizó

—Oye. Se que debes estar molesta por haber desaparecido en las últimas semanas. —ella detuvo su caminar para mirarla. —déjame contarte

—No tiene caso. Tus razones tendrás. Pensé que éramos amigas...

—Y lo somos— interrumpió

—No, fui muchas veces a tu casa y no estabas, me preocupe por ti tantas veces y no diste ninguna señal. Solo respuestas a medias. Eso no es de amigas

—Aurora, escuchame. Una vez que te explique mis razones entenderás el por qué de todo.

Negando mostró una mueca—Sabes? Ya no es necesario.

—Por supuesto que lo es. Por lo menos para mi

—Me están esperando. Debo irme, en otro momento será.

Esperanza observaba como con paso acelerado ella avanzaba hacia un coche que efectivamente la esperaba en la entrada del Instituto, la reconoció al instante, se trataba de Magda, cruzada de brazos resopló pero se llevó una sorpresa al ver a Aurora fumar una sustancia ilícita con tal seguridad

—Mierda... —al verla marcharse un sentimiento de culpa se alojó en ella, al haber estado ausente Aurora estaba probando cosas que en un tiempo le parecían curiosas a Esperanza pero que jamás llegó a tocar por ser tan dañinas para la salud.

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Esperanza: ¿Podemos vernos para conversar?

Aurora; No puedo, estoy ocupada

Esperanza: Aurora no me agrada nada que estés con esa chica. No es buena

Aurora: jajaja por favor Esperanza, ha sido mas amiga que tu en todo este tiempo

Aquello le había dolido como nunca. Sin embargo continúo

Esperanza: Conversemos si?

Aurora: Estoy en una fiesta en una piscina con mis amigos. Para otro momento

Esperanza: ¿dónde es ese lugar?

En cuanto ella le había dado la dirección Esperanza se arregló rápidamente, se despidió de su madre y salió de casa.

Cuando dio con la dirección, en efecto, una fiesta se estaba dando, el ruido y el grupo de gente en traje de baño lo confirmaba.