Culto

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Eran las seis de la mañana cuando estaba entrando a su hogar, a hurtadillas se escabulló hasta su habitación pero no contó con que su madre ahí la recibiría, llevandose una mano en el pecho para aligerar el susto que le habia causado murmuró —Mama...

—¿Se puede saber donde estabas Aurora? —cruzada de brazos esperaba una respuesta acercándose de a poco hacia su hija.

—Si mama, discúlpame. Yo... —Sus palabras fueron cesadas para el momento en que su madre la tomó del antebrazo, como si de un perro se trataba empezó a olfatearla.

—Apestas a cigarro y alcohol. —su molestia era notoria y mas por el hecho de no recibir respuesta de aquella joven asustada. —¿Con quien te juntas ahora, te están obligando a tomar y consumir esas sustancia? —preguntaba mientras la estremecía.

En un agil movimiento se zafó de su agarre —Basta

-¡Vamos a llevarte ya mismo al medico!

—¿Al medico? no estoy enferma.

—¡Tu haces lo que yo te diga y punto! —gritó para despues tomarla del brazo pero nuevamente ella se zafó.

—No voy a ningún lado — respondió.

—¡No voy a permitir que hagas con tu vida lo que quieras! Estas castigada, de esta habitación no sales. — acercándose a su mesita de noche tomó la Biblia y se la arrojó. —Lee, pide perdón por tus pecados, después hablaremos. — concluyó saliendo de la habitación.

Miró el libro por unos largos segundos para luego arrojarlo a su cama, se introdujo al baño para cambiarse no sin antes pensar en lo de anoche.

Como si de una salvación se tratara Esperanza llamaba.

—¡Gracias a Dios que apareces! — fue lo primero que dijo al contestarle.

—¿Pasó algo malo? — preguntó en tono preocupado

—Recién acabo de llegar a casa y...

Interrumpiendo exclamó —¡Oh cielos! ¿Que tal estuvo todo anoche?

—No , no pasó nada, el caso no es ese, es ...

—¿Cómo que no pasó nada?

—¡Esperanza deja de interrumpirme!

—Estas de un humor... — ironizó.

Soltando un suspiro cansino continuo hablando — Vale, discúlpame si? Lo que pasa es que mi madre me ha pillado llegando a esta hora y me ha castigado. Pero no sé cómo sentirme al respecto

—¿A qué te refieres?

—Me siento bien y a la ves mal — con una mano libre acariciaba su frente.

—Primero lo primero, como estuvo lo de anoche?

—Al principio aburrido...

—¿El sexo estuvo aburrido?

—¿Seguirás interrumpiéndome?— Obteniendo una risa de respuesta viró sus ojos divertida, el buen humor de su amiga aminoraba su mal genio.

—Discúlpame si? Mala costumbre de apresurarme a las cosas, pero ya, prometo no volver a interrumpirte.

—Al principio aburrido el lugar a donde fuimos, conocí a unas chicas, que por cierto me dieron una torta casera... — se quedó callada esperando alguna interrupción de su amiga. — ¿No dirás nada al respecto?

R E L I G I O S A.Where stories live. Discover now