Problemas de adultos

764 64 3
                                    

Nuevamente estaba en casa. Le había pedido Alonzo que se quedara ya que estaba un poco serio en cuanto llegamos al apartamento. Mi petición le había cambiado un poco su notable enojo.

Intercambiamos pocas palabras, después de decirme que se iba a duchar el hambre me había vuelto, me dispuse a cenar, en el proceso empezaba a recordar los acontecimientos, lo mucho que hablamos, lo que recordamos, no me había fijado que mientras masticaba una sonrisa estaba dibujada en mi rostro.

Ese hombre está loco.— Pensé

—Aurora... —su llamado me hizo espabilar y reaccionar.— ¿Vienes a la cama?

—Si.. si amor, ya casi termino..— le mostré una sonrisa casi nerviosa

—de acuerdo. —dijo para regresarse a la habitación

Solté el aire que sin notar había retenido.

—Tienes que calmarte Aurora. —me reprendí. — unas simples conversaciones no pueden borrar el dolor.

Entonces poco a poco cai en cuenta sobre mis propias palabras, no podía tener otro reencuentro con el, no debía pasar nuevamente.

Postrando mi mano en la mesa miré el compromiso en el que estaba. — Me voy a casar, Manuel es pasado.

●●●●

Alonzo se había marchado muy temprano a su trabajo, todavía seguía enrollada en mis sábanas.

Mi teléfono desde mi mesa de noche estaba sonando, mi corazón tuvo un sobresalto, no podía llamarme tan pronto, antes de mirar el teléfono pensé en las consecuencias que podría tener si Alonzo hubiese estado aquí acostado y el llamando.

—No, no, no...

Al mirar la pantalla me tranquilice, era Esperanza.

—Hey, estas durmiendo? — dijo en cuanto le contesté.

—Eh... No, recién despierto.

—Bien, podrías acompañarme al pediatra?

—¿Estan bien las niñas?

—Si, si... Es sólo que hoy les toca su control, pensé que Gustavo me acompañaría pero al parecer es más importante el almuerzo que tiene con un amigo... —¿Sería Manuel?— Aurora...

Volví en si.— Te escucho, ya voy para allá.

—De acuerdo, Gracias. 

●●●●

El rostro De Aurora denominaba preocupación una vez que salió de la consulta.

Las niñas se habían quedado dormida en sus respectivos cochecitos, Esperanza se sentó a mi lado para luego soltar un forzado suspiro.

—¿Qué te dijeron, esta todo bien?

—Si, si... Es que tengo que hacerle unos estudios a Emma... Tiene un pequeño soplo en el corazón.

Aquella me causó escalofríos.— ¿Qué, Pero es malo?

—¿Recuerdas cuando te comenté que ella era puro comer y dormir?—asentí.— era porque una arteria del corazon no estaba siguiendo el ritmo habitual, la doctora nos había explicado que en algunos niños suele suceder pero luego se ritmatiza, y en efecto asi fue... Ahora la doctora me ha dicho que hay que hacerle un pequeño estudio para descartar lo que sea que haya que descartar.

—Oh vamos, seguro es un estudio de rutina. —Le di ánimos. — Iremos, llama a Gustavo ahora. Y mañana mismo vamos al Hospital de niños.

—Si, si... — estaba ida, se le veía en su rostro, me acerqué a ella y la abracé.

R E L I G I O S A.Where stories live. Discover now