R E L I G I O S A.

Emergencias I

Al siguiente día por la mañana Gustavo se dirigía a casa de Manuel, no tenía claro exactamente lo que iba hacer pero conforme observa la situación que se le presente se las apañaría

—¡Oh Gustavo!... — Saludaba muy alegre Sara al recibirlo.. — Cuanto tiempo sin verte, como estas?

—Bien, bien y usted, que tal las cosas?

—Bueno cariño bien, digamos que bien. — respondía con inseguridad, indicándole que tome asiento continuaban charlando. — ¿Vienes a ver a Manuel?

—Si, si. ¿Está?

—Déjame ver, ya regreso. — anunciaba, retirándose fue hasta su habitación para ver si allí se hallaba pero al no encontrarlo retornaba a la sala. — No está, a lo mejor a salido.

—¿Estará con Aurora?

Haciendo una mueca hizo un leve encogimiento de hombros. — no sabría decirte cariño, ¿lo quieres esperar? A lo mejor ha salido a comprar algo y ya regresa.

Miraba su reloj y luego a ella. — No creo, Ahorita estoy trabajando con mi padre y me ha dado un pequeño break para venir. —Soltando un suspiro asentía afligida. — ¿Esta bien? La noto un poco rara desde que llegue.

—No, no. No es nada cariño. — agudizando su voz negaba, era evidente la mentira.

—De los años que llevo conociéndola y se perfectamente cuando miente. — comentaba sonreído intentando bromear para que ella se sintiera en confianza.

—Tu siempre con tus ocurrencias. — suprimía una sonrisa.

—¿Qué le parece si le invito un desayuno? — propuso

—He desayunado bien temprano cielo, no te preocupes.

—Bueno, un jugo, un café, hace tiempo que no converso con usted. ¿qué me dice?

—De acuerdo.— dijo luego de pensárselo unos minutos.

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Situados en un cafetín cerca de casa Gustavo tomaba asiento trayéndole un Café con Leche a la madre de su amigo de la infancia.

—Gracias cariño. — después de darle un sorbo a su bebida caliente observaba el lugar.— Es muy bonito, gracias por traerme. Cuéntame, de que quieres conversar.

—Sara, estoy preocupado. — anunciaba yendo al punto, esta frunció el entrecejo por no comprender a lo que se refería. — Por mi amigo... Hace mucho que no lo veo y no conversamos, y quiero saber si todo está bien con el.

Tragando saliva jugueteaba con el vaso.— ¿Por qué no estarían bien las cosas con el?

—Por Aurora, ayer mi novia y yo pasamos por su casa y su madre...

—¿Qué te ha dicho esa mujer? – notando que su tono era molesto ella se disculpaba.

—De el, nada. — mentía. — conversamos de ella, mi novia es, bueno mejor dicho fueron mejores amiga y la señora Belen nos ha comentado algunas cosas.

—¿Esperanza es tu novia? – preguntaba sorprendida.

—Si, claro. Intuyo que sabe de ella porque Aurora le ha comentado no? — ella asintió — Esperanza está preocupada por ella y yo estoy preocupado por Manuel.