Palabra de Dios

5.5K 231 77
                                    

La mañana despertaba a Aurora con excelente humor, se encontraba lúcida y dando últimos retoques a su cola de caballo, pasaba sus manos por su perfecto vestido para quitar cualquier indicio de arruga o suciedad.

Su madre del otro lado de la puerta preguntaba — ¿Ya estás lista? Es hora de irnos mi corazón.— dicho eso entra a su habitación y mira a su hija. — Te queda precioso — Aurora le sonríe en agradecimiento — Vamos, y no olvides tu Biblia.

—Acá la llevo conmigo.


Como era de costumbre, Aurora y su madre, Belén, asistían a la iglesia, iban a conferencias y predicaban la palabra. Cuando Aurora tenia 5 años Belén para esos momentos estaba atravesando una dura crisis emocional, su esposo había tomado la decisión de abandonarlas por el favoritismo que ella estaba teniendo en cuanto a las Enseñanzas de Dios ya que no estaba de acuerdo en como estaba tomando la crianza de su única hija, para entonces Aurora solo se limitaba a seguir las ordenes que su madre le dictaba una vez que su padre se marchó.


Una vez llegando a la iglesia madre e hija se reúnen con sus amistades esperando indicaciones de que lugares les tocaría visitar a cada grupo.


Luego de haber terminado todo el proceso de adoración a la palabra de Dios, grupos entre cinco o diez personas salían del recinto encaminados hacia varias urbanización, calles o veredas.


Aurora estaba a semanas de cumplir su mayoría de edad, la idea de celebrar su cumpleaños de una forma fuera de lo tradicional rondaba por su mente, con cautela y los nervios a flor de piel, le preguntó a su madre. —Madre, sé que nuestra religión no nos permite celebrar un cumpleaños con una gran celebración pero... Me preguntaba si esta vez yo...

—Será como todos los años, Aurora.

Tragando saliva y suspirando volvió a insistir - Si madre, pero...

—Ya lo hemos hablado corazón, es mas... Lo podemos hacer en la Congregación junto a los pastores, tus amigos del coro, escuchando la Palabra

Entendiendo que su madre no cambiara de opinión decide dejar el tema hasta ahí - Si madre..

— Vamos — agarrándola por el brazo apresuraron un poco el paso para comenzar a predicar la palabra a cada vivienda.


****


Belén observaba como su hija conversaba con aquel señor, explicándole ciertos temas que él en cuestión desconocía de la palabra de Dios, a veces, murmuraba para ella lo mismo que Aurora explicaba, conociendo a la perfección sus palabras, se sentía una fan y su hija una estrella.

—Gracias por haberme regalado diez minutos de su tiempo Señor.

—No hay problema, gracias a ti por esa breve explicación. Con su permiso, retornaré a mi hogar.

Despidiéndose ambas de aquel humilde señor, continuaron avanzando hasta la última vivienda para dar por finalizado el día.

—Hija, me recostaré acá un momento, espero no te importe — dijo después de tomar asiento, sus pies se encontraban hinchados por el recorrido

—Si quieres nos vamos a casa para que te recuestes mejor

—No no, es la última vivienda, ve, yo te observo desde aquí cariño.

Aurora suprimiendo una risa por la fatiga exagerada de su madre no tuvo más remedio que ceder.

Frente a la puerta principal se encontraba mientras varios toqueteo daba.

R E L I G I O S A.حيث تعيش القصص. اكتشف الآن