Hermano

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—¿Cómo van las remodelaciones? — preguntaba Alonzo una vez que fue a recoger a Aurora

—Muy bien, apareció Diego, pensé que no me iba ayudar, como lo habíamos empezado junt...

—¿Otra vez? — preguntaba algo incómodo. — Sabes lo que opino respecto a eso

—Creo que ya hemos conversado de esto.— inquiría. — muy aparte de ser el hermano de Manuel, lo conozco desde pequeño, y le tengo un gran cariño.

—Entiendo, tranquila. Solo te digo que me parece incomodo y raro, es todo.

—No debería.

—Bueno ya, no te busqué para discutir, vayamos a cenar.

—¿Después de cenar me puedes dejar donde Esperanza?. Quiero ver a mis sobrinas

—No hay problema amor.

•••

Gustavo estaba teniendo una lucha interna mientras se decía que debía mantener calma, debía hacerlo, había practicado para este momento, pero ni con diez clases podría asimilar el olor que tan solo una persona tan pequeña podía soltar.

—Creo que la leche de mamá está mala.— le comentó con cierto asco a la adormilaba bebe.

—¿Amor, porqué tardas tanto? — gritaba Esperanza desde su habitación, se hallaba poniéndole la pijama a su otro retoño.

—Ya casi termino. — respondió

—¿Seguro, necesitas ayuda?

—¡Que ya voy mujer! — finalizaba.— Tu puedes Gustavo que pasa? Esto no es nada, vamos, vamos.— se alentaba para luego reírse de sí mismo.— la llegada de ustedes me ha vuelto loco. — dicho eso rápidamente actuó para quitarle el pañal y colocarle uno nuevo. Una vez lista con ella en brazos retornaba a la habitación.— ¡Tara!

—¿Muy complicado?

Con un sonido gracioso de su boca negaba. — súper sencillo.

—Que bueno, porque Ally se acaba de hacer encima y ya que es sencillo...

—Amor, es que...— la miraba

—¡Jah! Tranquilo amor, era mentira, te estaba probando. – su expresión cambio a un rotundo alivio. — Acostémoslas. — en cuanto ambas estuvieron en sus cunas, aquellos exhaustos padres se disponían acostarse para conversar un rato. —¿Cuándo volverás al trabajo?

— La semana que viene amor, quisiera quedarme ayudarte pero tenemos gastos que cubrir.

—No te preocupes amor, la semana que viene acoplaré un poco mi negocio para trabajar y tener a las niñas conmigo.

—Me parece bien, pero será complicado. Creo que necesitaremos una niñera.

—Hoy vino Aurora. Me ayudó mientras descansabas y también me dijo lo mismo, pero no me agrada la idea de contratar a alguien para que vea a mis niñas. — dijo  inquieta.

—O una niñera o alguien que te ayude en la tienda, no puedes hacer dos cosas a la vez amor. — inquirió

—Me las apañaré para hacerlo, ya veras.

—Terca mujer.

—También te amo. Buenas noches amor.

—Buenas noches súper mamá.

•••

Una semana después

El trabajo, aunque era un poco rudo era lo que él necesitaba, estaba encantado con su familia pero también necesitaba salir de la casa, era el único momento donde tenía tranquilidad, a pesar de ser su propio jefe y la empresa no necesitar en ocasiones su presencia, allí estaba, al lado de su padre para lo que necesitará.

—Esta tarde quiero ir a ver a mis nietas. — dijo su padre.

—No hay problema con eso padre, eres bienvenido.

—Vayamos a casa a buscar a tu madre para ir todos.— propuso.

—De acuerdo. — levantándose ambos de sus respectivos asiento acomodando sus abrigos emprendían partida.

Saludando a uno que otro empleado que se le cruzaba ambos llegaban a la salida, al momento de ubicar el coche, a Gustavo con un silbido lo llamaron, al divisar a la persona que lo llamaba se sorprendió que tuvo que llegar hasta el.

—¡Hermano! — dijo luego de dar un fuerte abrazo.— Cuanto tiempo sin verte.

—¿Cómo has estado? Me enteré que ya eres padre.

—Así es... — dijo orgulloso. —¿Y tú qué me cuentas? No supe más de ti. ¿Que has estado haciendo?

— Lo primordial hermano. Arreglando mi vida

••••

—¡Ya en casa! — anunciando su llegada gritaba Gustavo.

De brazos cruzados Esperanza lo recibía. — ¿Por qué no has venido con tus padres?

—Pensé que papá te había explicado.

—Así es, pero también pudiste habérmelo dicho en un mensaje. ¿Con quién estabas?

—No me lo vas a creer amor. — decía mientras se quitaba su abrigo y desabotonaba su camisa, ella seguía esperando una respuesta, al momento de decirle de quién se trataba las palabras de su amigo le llegaron a la mente. — Juan, un amigo que se graduó conmigo, no sé si te acuerdes de el.

—No, no recuerdo bien...— decía intentando recordar

—Bueno, si, a él, le está yendo bien. Me pidió reencontrarnos nuevamente pero le dije que lo primordial es mi familia, tengo dos pequeñas que requieren atención y no puedo dejar a mi esposa sola.

—Tan lindo tu.— dijo mostrando una sonrisa falsa. — Lindo, lindo que creas que me comeré ese cuento.

Ambos se echaban a reír por aquel comentario, eso fue un punto a favor para Gustavo, mientras ella olvidara el asunto mejor, Manuel había pedido volverse a ver, su regreso quería que siguiera como esta, solo Gustavo sabiendo.

••••

Corto y preciso.

Creo que de ahora en adelante haré capítulos narrados por los personajes

R E L I G I O S A.Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu