-Estoy de camino, cojo el metro y estoy allí en unos minutos. -Respondí.

-¿Puedo saber dónde estás?

-Estoy en el centro de Shibuya, en la zona del metro justo en el centro comercial subterráneo, he ido con Ann y se nos ha ido el santo al cielo. - Expliqué lo más convincente posible.

-Solo vuelve a casa. - Colgó dejándome casi con la palabra en la boca, entramos al metro y Ann se atrevió a preguntar.

-¿Era tu hermano?

-Sí, no quiere que ande a estas horas por la noche. - Contesté.

-Si luego es él quien te deja sola en casa. - Murmuró el rubio.

-¡Ryuji! - Le llamó la atención Ann.

-Tranquila. - La rubia iba a darle una colleja al otro pero se contuvo ante mis palabras. - Me contento con que no levante sospechas.

-¡Es verdad! ¿Sospecha algo? - Quiso saber Ryuji, negué con la cabeza, tanto el uno como el otro suspiró aliviado. - Sin embargo no podemos fiarnos todavía, mi hermano también es capaz de ocultarme cosas y cuando lo hace se interpone entre nosotros mucha astucia, es como una batalla de ajedrez interminable.

-¿Y normalmente quién gana? - Inocentemente Ann se acercó para evitar sospechas de los alrededores del metro.

-Él. - respondí sincera. Aquel alivio se disipó en sus rostros. - Pero no os preocupéis, ésto debería decírselo a Ren pero si mi hermano no ha actuado aún es porque trama algo.

-¿¡Quieres decir que sabe quiénes somos!?

-Ryuji, baja la voz. - Le riñó Ann.

-No sabe quiénes somos y si lo supiera plantearía algo para sacar beneficio. - Corregí mis palabras para que me entendieran. Sonó el altavoz indicando la siguiente parada. - Esta es mi parada, nos vemos mañana. - Asintieron ambos y me despidieron de una manera cálida.

Al día siguiente puesto que eran vacaciones de verano el primer mensaje del día fue de Ren, quería que nos reuniéramos lo antes posible en el Leblanc. Al saltar de la cama e ir al armario noté que mi hermano ya se había ido, de nuevo levantándose pronto y regresando tarde. Hice lo mismo que él, cogí lo esencial y me dirigí al lugar de quedada.

Cuando todos estábamos reunidos Makoto fue la primera en hablar, quería saber si empezaríamos a reformar a Futaba, el líder asintió, teníamos que transmitir las palabras a la app.

Cada uno estaba acomodado en algún lugar de aquel ático.

-Es acogedor...-Comenté mientras miraba aquel espacio lleno de bolsas de café, y chatarra por todos lados.

-No hace falta ser amable, puedes decir que es feo y ya... - Me susurró Ryuji con un tono alto para que todos lo escucharan.

-Ryuji, si no te gusta el lugar te vas. - Se enfadó Morgana. Ryuji reía ante la poca paciencia del gato. Yo en cambio seguía nerviosa ante el acercamiento tan abrupto del rubio.

-En fin. - Interrumpió Makoto. - Vamos a lo que vamos.

-Las palabras clave... Futaba Sakura... - Comenzó Yusuke que abrió la app.

-Falta el lugar, lo que representa y la palabra clave. - Continuó Ann.

-El lugar será su habitación, siempre anda metida allí ¿no? - Soltó al azar Ryuji.

-Lugar encontrado. - Soltó la app sin más, todos miramos al que lo mencionó sorprendidos.

-La verdad estoy sorprendido, es demasiado para lo que es él. - Suspiró Ren.

Persona 5 & RoyalWhere stories live. Discover now