Villano || Libro 1 Terminado©

Capítulo 55||

Scarlett Carson

Los nervios se están apoderando de mi ser, de mi mente y de cada uno de mis huesos, camino de lado a lado con repetición, tratando de pensar en algo, en alguien, en alguna puta idea que pueda ayudar. Mis energías han decaído con el pasar de los días, hoy son cuatro días, ¡Emma lleva desaparecida cuatro putos días!

Exactamente el día después de su desaparición, el campamento se canceló, la maestra de ciencias se encargó de llamar a la policía, siendo esta claramente involucrada en la búsqueda pero desgraciadamente no han dado con Emma, no han dado con nada. Megan y Lucas también se reportaron como desaparecidos incluso un día antes que la desaparición de Emma. La mayoría comenta que se trata de un secuestro por dinero, pero si fuera así ¿Por qué secuestrar a Emma? Emma no es una de las chicas con familia adinerada, no tendría sentido. Otros dicen que se trata de un acosador, pero entonces ¿Por qué se llevarían también a Lucas? La última teoría y para mí poco probable es que se trata de un secuestro planeado por el mismo Lucas, pero Lucas no se atrevería a hacerle algo así a Emma, eso es algo imposible.

Finalmente me decido por tocar la puerta, la puerta del departamento de Emma es abierta y el rostro preocupado y lleno de ojeras del padre de Emma, sale a relucir de inmediato, suspira con decepción y frunce su ceño.

—¿Tú, quién eres? —Me pregunta alzando una de sus cejas.

El padre de Emma vino hace dos días, la maestra Milla, le ha llamado ya que es su padre y obviamente era obligatorio avisarle, me he enterado de ello ayer, gracias a la maestra de ciencias a la cual he escuchado hablar con el director.

—Yo... Soy la mejor amiga de Emma, Scarlett, mucho gusto señor. —Sonrío levemente, no es como sí tuviera ganas de hacerlo.

—¿Sabes algo de Emma? ¿Sabes quién le ha hecho esto a mi hija? —Inquiere con su voz totalmente desesperada.

—No, lo siento señor. —Murmuro cabizbaja, él se hace a un lado y yo entro sin pensarlo. Me siento en el pequeño sofá negro de cuero de Emma, el padre de Emma, se sienta frente a mí, lleva sus manos a su cara y suspira nuevamente. —Están buscándola, la van a encontrar, le aseguro que pronto la van a encontrar señor.

—No confío en la policía, ¿Sabes? Son cuatros días hoy, la desaparición de tres jóvenes no es lo suficiente preocupante como para hacer bien su trabajo. Tarde o temprano la policía dejará de darle importancia al caso. Dejarán de buscarlos y pasaran esto por alto como cada crimen político que sucede. —Expresa con melancolía, una lágrima corre por mi mejilla y miles más la siguen.

Tienes que estar bien Emma, tienes que estar bien, por favor.

—No estoy hablando de la policía señor. —Me limito a decir y salgo del departamento dejando el rostro del padre de Emma sumamente confundido.

Al bajar en el ascensor me encuentro sorpresivamente con el rostro de Aron.

—¿Qué haces aquí? —Cuestiona con su tono relativamente serio.

—Vine para hablar con el padre de Emma, ¿Qué haces tú aquí? —Inquiero con lentitud.

—Mis asuntos. —Espeta, para luego entrar en el ascensor.

—Idiota. —Murmuro por lo bajo una vez que sube.

Las clases en la universidad siguen siendo normal, con la excepción de la madre y el padre de Megan, quienes no han parado de pelear e exigir explicaciones de como paso esto, pero raramente de los padres de Lucas no se ha sabido nada.

Mañana se empezaría una nueva búsqueda en el bosque, los policías se han centrado en buscar en el mismo puto bosque una y otra vez y ese es el problema. Mis esperanzas por la policía eran exactamente las mismas que las del padre de Emma, ningunas.

Las tenía puesta únicamente en él, en Aron.

...

Aron List

—¿¡Me estas diciendo qué quien secuestro a mi hija, es tu mejor amigo!? —Inquiere alterado.

—Ex, para ser exactos. —Aclaro dando unos cuantos pasos hasta él.

—¿Por qué mierdas no sabe esto la policía? Son unos completos inútiles. —Espeta molesto.

—Lo son. Además de que lo más probable es que ya no estén en el bosque. —Le digo, a la vez que paso mis manos sobre mi cabello hastiado.

—¿Estas seguro? —Cuestiona frustrado, yo ruedo mis ojos sin importarme que él me estuviese viendo.

—Lo estoy. La policía ha buscado por el bosque miles de veces y mis hombres igual, es obvio que no están en ese bosque. Es obvio que cambiaron de lugar. —Espeto. —Fuera muy estúpido sí aún lo estuvieran.

—¿Entonces dónde demonios se supone qué van a buscar ahora? —Pregunta cerrando sus ojos con fuerza.

—Se exactamente donde debemos buscar suegro, por eso no se preocupe. —Digo mirándolo directamente a los ojos, él levanta una de sus cejas ante mi apelativo, pero asiente.

No se donde estas Emma, pero te aseguro que voy a encontrarte, y voy a hacer pagar al hijo de puta de Lucas por esto.

...

Emma Jackson

Oscuridad, oscuridad total rodeaba la habitación, podría jurar que era de madrugada, por el poco ruido, por lo oscuro que se veía a través de la ventana y por el sueño que me embargaba. Podría prender las luces ya que me encuentro desatada pero prefiero no hacerlo, no quiero que Lucas se enteré de que estoy despierta, no quiero que venga, no quiero verlo y mucho menos hablar con él.

Aterrizo mis píes descalzo sobre el frío suelo, me impulso un poco para pararme y camino hasta llegar a la pequeña ventana, deslizo totalmente el cristal y dejo que el aire choque contra mi rostro, la fría pero cálida brisa para mí, hace que de pronto se me llenen los ojos de lágrimas, las retengo a diferencia de todas las noches y días anteriores, llorar no me sirve de nada, solo para desahogar mis emociones y de ellas ya no queda absolutamente nada.

Llevo mis manos a mi rostro y con suma rapidez y suavidad a la vez remuevo las lágrimas, evitando totalmente que estas bajen por mi rostro.

La puerta se abre de golpe, provocando un estruendoso ruido contra la pared y madera, me sobresalto inmediatamente y me pego contra la pared en cuanto mis ojos dan con los ojos en su totalidad rojos de Lucas.

—No quería hacer esto Emma, quería esperar a que tu misma me eligieras, quería esperar a que tu misma aceptarás pero no puedo esperar más. —Habla con suma rapidez y arrastrando las palabras.

—Tú... ¿Estas ebrio? —Pregunto asustada ignorando sus palabras confusas anteriores. Lucas comienza acercarse hacia mí, por lo que el miedo empieza a recorrer mis venas con más frecuencia. —No te me acerques. —Murmuro con mi voz bastante rota y ronca.

—Quería hacerlo, Emma. Quería esperar. —Dice una vez más, sonando esta vez mucho más serio. Sus píes no se detienen por lo que pronto esta cerca de mí, lleva una de sus manos a mi rostro y sonríe de lado. —Pero ya no lo haré más, esta vez, esta noche vas hacer total y completamente mía, Emma. —Termina de decir, mi corazón se paraliza por un mili segundo y vuelve al latir con muchísima más fuerza.

No, no... no.

Otra vez no, por favor.