Capítulo 26||

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Emma Jackson



Las horas avanzaban  y los clientes aumentaban a cada segundo que pasaba , tenía cinco órdenes pendiente mientras que ya había servido 12, el restaurante era bastante amplio y en el solo asistían personas prestigiosas y de dineros, no hay un día en el cual no estuviese lleno. Todos los que trabajamos aquí somos muy afortunados, la paga es buena, pero a la hora de terminar de trabajar quedamos hechos trizas.

Ya eran las 10:40 pm, en unos 20 minutos Lucas pasaría por mí y lo más probable es que no este libre aún. Coloqué de manera rápida y habilidosa toda la comida sobre la enorme bandeja, con sumo cuidado la llevé hacía la mesa correspondiente para luego colocar los platos sobre ella, seguí así hasta terminar con tres de las órdenes. Aún me quedaban dos por terminar y ya eran las 11:10 pm.

Lucas de seguro me ha de estar esperando afuera, no tenía su número ni ningún contacto o medio por el cual avisarle que tardaría unos minutos más, podría llamar a Aron y pedirle su número pero no era la mejor elección que tenía, en vez de restar un problema estaría aumentando uno más.

Seguí con mi labor y luego de unos 15 minutos por fin había terminado, me dirigí a la habitación de vestimenta de los empleados, donde me quité mi uniforme de trabajo y me coloqué mi ropa normal la cual consistía en un jeans negro y un suéter morado holgado, amaba la ropa así, me hacía sentir más segura y cómoda. Tomé mi bolso y entré mis cosas en el para en seguida salir.

En cuanto llegué a fuera, noté muchísimos autos parqueados al igual que varias personas hablando por el establecimiento, observé cuidadosamente cada una de las personas y ninguna de ellas era Lucas.

Mi celular sonó haciéndome sobresaltar por la vibración en la que se encontraba, lo saqué de mi bolso para seguido ver un número el cual ya me había marcado antes y lo recordé, el número de Lucas ya estaba registrado, había olvidado completamente que ya me había llamado, aquella noche en la cual estaba con Aron, aquella noche en la cual me entregué a él de manera propia, voluntaria y con consentimiento.

Descolgué la llamada para enseguida hablar. —¿Lucas? Lo siento se me hizo tarde, no pensé que tendría tanto trabajo hoy, de verdad lo siento. —Solté sin respirar y sin darle la oportunidad de hablar.

—No te preocupes hermosa, si es para verte, esperaría lo que fuera. —Respondió de manera dulce, haciéndome sonreír por sus palabras, el solo escuchar su voz me hacía sentir calmada.

—¿Dónde estas?, entiendo si ya no quieres pasar por mí, justo ahora puedo llamarle a una amiga para que me llevé. —Hablé nuevamente sin respirar y sin pausar mis palabras.

—No hace falta, estoy justo detrás de ti, hermosa. —Dijo haciéndome voltear de inmediato, y efecto estaba allí, parado a unos pocos metros de mí, viéndose tan guapo como siempre, con un polo negro junto con un jean azul un poco rasgado en los muslos, se veía realmente bien.

—Te ves muy hermosa, siempre te ves así para mí. —Pude ver sus labios moverse y sonreír, pude escucharlo a través de la llamada la cual seguía en línea. Colgué esta y me acerqué a él.

—Gracias, tu también te ves bastante guapo. —Expresé algo avergonzada. No era la típica chica tímida pero en algunas ocasiones me avergonzaban ciertas cosas. Lucas sonrió para luego tomar mi rostro y presionar sus labios sobre los míos, separándolos de inmediato, fue un beso efusivo, pero muy tierno.

—¿Nos vamos? —Preguntó tomando mi mano, la cual estaba algo helada por el frío que hacía a fuera.

Asentí.

Caminamos por unos segundos hasta llegar a su auto, el cual estaba parqueado al fondo del enorme parqueo, entramos en el, Lucas me colocó el cinturón lo cual me pareció demasiado dulce, luego arrancó.

—Estamos a cinco minutos de mi casa, aún así, ¿quieres escuchar algo de música? —Preguntó y yo negué con mi cabeza, a pesar de que sabía que no podía mirarme ya que estaba enfocado en conducir.

—Esta bien así. —Contesté dándole una efusiva mirada, el silencio entre nosotros no era para nada incómodo, Lucas me hacía sentir bien, me hacía sentir cómoda.

Pocos minutos después llegamos, justo como Lucas había dicho estaba bastante cerca. Lucas estacionó su auto y ambos salimos de el, para seguido encaminarnos a la entrada, donde una señora de unos 45 años nos abrió.

—Buenas noches señor, buenas noches señorita. —Nos saludó a ambos con una sonrisa amigable en su rostro.

—Buenas noches Hellen, ella es Emma, es una amiga de la universidad. —Me presentó ante la señora. —Por ahora. —Volvió a decir haciéndome bajar mi rostro algo incomoda y nerviosa, no podía evitar sentirme así, Lucas era demasiado para mí.

La señora Hellen sonrió y luego habló. —Es muy hermosa señor. —Sonreí y le agradecí por el cumplido. —Los chicos les están esperando en el área de cine.

—Bien, ya puedes irte a descansar Hellen. —Dijo, para luego tomar mi mano y jalarme de ella, hasta llegar a una área totalmente oscura con muy poca iluminación. Prendió una de las luces, mostrando con más claridad, las caras de las personas allí.

Scar y Alex, estaban abrazados en uno de los asientos de atrás, mientras que las dos amigas de Megan quienes la ayudaron a encerarme en la habitación del conserje, estaban sentadas en la parte de al frente, ambas me observaron de arriba abajo con sus miradas llena de aborrecimiento y odio por favor ¿Qué les había hecho yo?, son unas total de celebradas al igual que Megan.

—Emmie, pensé que nunca llegarían. Por dios ¿por qué tardaron tanto? —Preguntó Scar una vez que sus ojos se acostumbraron a la claridad.

—Estaba bastante lleno el restaurante. —Respondí, observando únicamente a Scar e ignorando las miradas de las dos arpías.

—¿Dónde están Megan y Aron? —Preguntó Lucas dirigiéndose a las amigas de Megan.

—No lo sé, hace un buen rato salieron. —Respondió una de las chicas para luego mirarme y volver hablar. —Creo que están en una de las habitaciones de arriba.

Maldito imbécil.

Sentí la furia correr por mis venas, nunca creí en sus palabras, a pesar de que me sentí feliz, nunca le creí no sabiendo la clase de persona que era, no después de que me dejará anoche solo para ir por ella.

—Mmm. Bueno, entonces empezaremos la película sin ellos. —Respondió Lucas, luego de tomar el
control y apagar las luces nuevamente.

—No, no es justo debemos esperarlos, también estuvimos esperándote por mucho rato. Además creo que Miria vendrá. —Expresó la otra chica, amiga de Megan, quien no paraba de verme con diversión. La cara de Lucas pareció palidecer.

—¿Miria? —Repitió sonando algo nervioso e incómodo.

Villano || Libro 1 Terminado©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora