Capítulo 24||

2.8K 260 29
                                    


Emma Jackson


Subí al auto de Aron, seguido de él para que segundos después lo pusiera en marcha, todo era bastante silencioso e increíblemente incómodo, Aron solo se dedicaba a mirar al frente y conducir mientras que yo observaba nerviosa mis manos sobre mis piernas entrelazadas entre si.

—Es bastante excitante ¿sabes? —Dice al cabo de unos minutos, acabando de inmediato con el silencio, sin dejar de mirar al frente y sin dejar de conducir.

—¿Qué? —Pregunté confundida, esperando que se aclarara, el muy imbécil siempre salía con mamadas.

—Estar en mi auto contigo, solos, tu con esa pequeña falda y tus hermosas piernas a mi vista y yo con unas tremendas ganas de follarte aquí y ahora mismo. —Dice lentamente con una sonrisa perversa pintada en su rostro.

—Cierra la boca imbécil. Solo la abres para decir patrañas. —Escupí encabritada a este paso no me sorprendía nada de lo que saliese de su boca.

—Solo busco un tema para conversar y hacer que te relajes, pareces algo tensa. —Comentó dándome una efusiva mirada.

—Estoy bien así, hablar contigo no me sirve para ningún tipo de relajación. —Respondí mientras deslizaba mi falda más abajo tratando de ocultar un poco más mis muslos.

—¿Ah, sí y eso por qué? —Preguntó sonriendo de manera egocéntrica. —Y no hagas eso, he visto y conozco tu cuerpo de pies a cabeza así que déjala como esta. Aunque no estaría mal si dejas esas faldas para ponértelas en tu casa o para cuando me veas, ya sabes así me haces el trabajo menos complicado.

¡Maldito idiota degenerado!

He perdido la cuenta de las veces que ya lo he insultado o maldecido, pero es que, es lo único que me causa hacer este imbécil.

—Todo en ti me provoca incomodidad, asco y odio ¿Cómo no has de saber eso? —Pregunté fingiendo estar indignada.

—Pues opino muñeca, que si quieres hacerme entender eso, primero deberías dejar de acosarme y de volverte toda una gelatina cada vez que te toco. —Puntualizó con un tono burlón, se había vuelto una rutina que lo utilizará conmigo ¿no?

—¡No seas cabrón, hace mucho que dejé de acosarte! ¿¡Cuántas putas veces tengo qué decirlo!?—Le grité furiosa y consternada, siempre él tenía algo que responder. ¿Quién se creía? ¿Einsteins? ¿Un sabelotodo o qué?

Ríe para luego detener el auto en uno de los semáforos y posar su vista sobre mí.

—Estoy seguro de que sabes mejor que yo, lo que almorcé hoy. —¿Qué? No, claro que no, ni siquiera estuve mucho tiempo en el comedor.

Fueron papas, hamburguesa y una coca cola. Joder, debo parar.

—Obviamente no lo sé imbécil ¿Acaso te crees mi centro de atención o qué? —Respondí y pregunté, actuando con bastante normalidad, le agradezco realmente a los nervios, tartamudeos y titubeos por no delatarme.

—Parecías pensarlo mucho ¿no? —Preguntó sarcástico para seguido soltar una risilla. —Creo que me gustas.

El color rojo chillón se apoderó completamente de mis mejillas en un instante, lo sabía por lo caliente que estas se sentían. Mi corazón no empezó a martillar, tan fuerte que parecía querer salirse de mi pecho. No podía evitar sentirme nerviosa, feliz y algo ilusionada, no debía pero por más que quería no podía evitarlo.

—¿Qué has di-cho ? —Pregunté atropelladamente minutos después, a pesar de que lo había pensado, analizado e incluso reproducido como diez veces en mi cabeza, quería escucharlo salir de su boca de nuevo, quería asegurarme de que realmente no fue una alucinación y que no lo había escuchado mal, quería, deseaba escucharlo una vez más.

Villano || Libro 1 Terminado©Where stories live. Discover now