Capítulo 11||

3.7K 311 33
                                    


Emma Jackson


Dejo de restregar mi ropa para voltear mi rostro con dirección a la puerta, donde se encuentra de pie Aron, con ambos brazos cruzados, me observa con una sonrisa bastante cínica en su rostro, tan cínica como lo es él.

—¿Qué rayos quieres? ¿Y por qué demonios me has seguido? —Le pregunto furiosa, ignorando completamente sus palabras anteriores.

—Quiero ayudarte con eso. —Responde riendo y señalando esta vez con su cabeza mi ropa.

—¿Quién dice qué necesito tu ayuda? —Indago riendo igual pero de manera sarcástica, para luego volver hablar. —No viniste aquí para hablar conmigo ¿O sí?

—¿Quién dice qué quiero hablar? —Pregunta riendo de la misma manera, entrando cada vez más en el baño, lo cual no me asusta ni inmuta en lo absoluto, pues después de todo estoy en un baño público, a demás de que muchas personas están cerca de este.—¿Sabes lo qué realmente quiero? —Vuelve a preguntar acercándose cada vez más a mí.

—Detente. —Hablo al mismo tiempo que empiezo a retroceder hacía atrás, tratando de mantener algo distancia entre ambos. —No se que diablos quieres, ni tampoco tengo interés en saberlo, así que lárgate de aquí antes de que grite ahora mismo.—Termino por decir algo sofocada, el aire cada vez me falta más y no, no soy asmática, solo que, estar cerca de él me hace sentir bastante incómoda e inquieta, lo cual provoca que el aire llegue con dificultad a mis pulmones.

—¿Segura de qué no tienes interés en saber? —Pregunta sonriendo mientras arquea una de sus cejas.

—Si, es lo que acabo de decir, ¿no? —Respondo rodeando mis ojos, a lo que él ríe.

—¿Quieres hacerte la difícil conmigo, ahora? —Pregunta todavía riendo, mientras que yo solo mantengo silencio, esperando que termine de escupir todo su veneno. —Por favor Emma, todos en la universidad saben que mueres por mí.

¿Todos? Espero que con todos se este refiriendo solo a sus amigos, además me importa un carajo, de todas formas ya no siento nada por este imbécil.

Los sentimientos que tenía por él desaparecieron por completo aquel día, o eso creo...No, no lo creo ¡Estoy segura!

Lo cual resulta un problema para mí es el hecho de que, aún así logra hacer latir mi corazón como loco y mis nervios aparecen con tan solo a penas verlo, puede que en el pasado sí quise llegar a algo realmente comprometedor con él, pero la verdad es que lo único que quiero ahora, no es más que distancia.

—¡Eso ya quedo en el puto pasado, ahora lo único que siento por ti es asco! —Escupo molesta alzando más de lo debido mi tono de voz, debido a la rabia que se empieza acumular en mí.

—¡Pues no fue eso lo que me dijiste en la fiesta!—Responde gritándome alzando de igual manera su tono de voz.

Espera... ¿¡Que!?

—¿En la fiesta? —Pregunto con notoria confusión en mi rostro, incómoda.

—Olvida lo que dije. —Responde con frustración en seguida, pasando sus manos por su cabello.

—¡No! —Le grito dándole a saber que estoy desesperada, necesito saber que demonios fue lo que ocurrió la noche anterior y además ¿Por qué rayos había hablado o tan si quiera estado con él, en aquella fiesta? Es frustrante el hecho de que todavía no recuerde ni una mísera cosa de lo que sucedió en dicha fiesta. —Por favor dime, ¿Qué sucedió en la fiesta? —Susurro bajando mi tono de voz, para que él no piense que le estoy ordenando, de manera que sí así fuese no me dijese ni una mierda.

—No ocurrió nada, solo hablamos en la fiesta y ya, así que deja de preguntarme sobre ello, ¿Ok?—Responde algo cabreado por mi interrogatorio.

—Ya entiendo todo... —Susurro nuevamente, pero esta vez más para mí que para él. —Fuiste tú quién me llevó a casa, ¿No es así? —Le pregunto una vez que uno todas las piezas del enorme rompecabezas que hay en mi mente.

—No seas tan ilusa. —Rompe a reír como un burla. —Estaba con Megan, ¿Crees qué hubiese tenido tiempo tan siquiera de mirarte?

—Acabas de decir que hablamos, así que sí, hiciste algo mucho más que mirarme. —Respondo con mi expresión neutra.

—Quizás fue Lucas quien te llevó a tu casa. —Responde ignorando lo que dije recientemente. —Estuviste hablando con él en la fiesta. —Suelta esta vez mientras rueda sus ojos.

—Ya sé que estuve hablando con él y también se que no fue él quien me llevó a mi casa, así que no seas mentiroso. —Le digo arqueando una de mis cejas. —Estoy segura de que fuiste tu quien me llevó. —Vuelvo a insistir.

—¿Por qué demonios lo haría? —Pregunta ya cabreado.

—No lo sé, es justo lo que quiero saber. —Espeto igual de cabreada.

—Te he dicho que no fui yo, joder. —Replica molesto, justo ahora parecemos niños...

—¿Es que acaso no quieres admitirlo, por qué piensas que me voy a ilusionar con ello o qué? —Pregunto incrédula por sus reacciones.

—Ay Emma.... Más ilusa y no naces. Me valen mierda tus ilusiones. —Responde con ironía esta vez más relajado, suspira y vuelve a hablar. —Lo dije anoche y lo reitero, no te quiero ver cerca de Lucas. —Me advierte, incrementando mi mal humor enseguida.

—Puedo estar cerca de quien me de mi puta gana ¡Tú a mí no me prohíbes nada! —Exclamo furiosa y a la vez confundida por sus palabras ¿Esta celándome con su mejor amigo?

—No, claro que no puedes. Es más desde hoy te prohíbo estar cerca de cualquier puto hombre, por ahora serás mía y de nadie más, ¿Entendido? —Inquiere esperando un asentimiento de mí parte, asentimiento el cual no va a llegar.

—¡Tú no eres nadie para prohibirme y mucho menos para decirme que hacer!—Le grito totalmente enfurecida, paso mis manos por mi rostro algo frustrada para volver encararlo. —Y no soy un puto objeto, no le pertenezco a nadie ni siquiera a mi misma, así que deja de proclamarme como tuya por que no lo soy. —Puntualizo para luego empezar a caminar apresurada, decidida a salir del baño aún sin quitar la mancha que traigo en mi ropa, que a este paso es lo que menos me importa, una vez que paso por su lado soy detenida por su mano la cual toma mi muñeca de una manera bastante brusca que me hace gruñir de dolor.

—Ags, suéltame imbécil, tienes totalmente prohibido tocarme tan solo un pelo, así que suéltame ahora mismo, o en verdad voy a gritar. —Le advierto mirando fijamente sus ojos, aquellos ojos que antes fueron enloquecedores para mí.

—Solo obedece a lo que digo y no habrá ningún problema. —Me dice utilizando nuevamente su tono demandante, ese que es tan característico de él.

—No voy a obedecer una mierda ¿Quién diablos te crees? ¿A caso estas drogado? —Pregunto desafiante, no le tengo miedo, no cuando estoy en un lugar rodeado de personas. Si se atreve a golpearme o hacerme algo se las verá muy feo.

—Deja de ser tan rebelde, si sigues actuando de esa manera me veré obligado a castigarte. —Suelta sujetando mi brazo más fuerte y mostrando una sonrisa macabra y algo pícara a la vez en su rostro.

¡Maldito!

—Ya suéltame desgraciado, te aseguro que voy a gritar si no lo haces, esta vez estoy hablando en serio. —Le amenazo cabreada, empezándome a desesperar, a lo que él simplemente ignora mis palabras y tira de mi muñeca. Y eso es más que suficiente para hacerme actuar. —¡Ayuda! ¡Alguien ayu...

Estampa sus labios contra los míos haciéndome tragar mis gritos y dejándome completamente perpleja.

Besa mis labios de una manera totalmente suave y delicada, que me toma por sorpresa, que me mantiene en shock, sin atreverme a moverme o a reaccionar. No le correspondo, pero tampoco le alejo. Es como si mi yo de antes se apoderara de mí, y muy en el fondo si quisiese y esperaba un beso así.

¡Maldita sea, si que estoy jodida!

Villano || Libro 1 Terminado©Where stories live. Discover now