Cuando finalizaron las clases Ryuji parecía más animado de lo normal, volví a retener mis pensamientos diciéndome a mí misma que no debía importarme nada de lo que tenga que ver con él, ya le hice mucho daño y no quería que nada más pasara al menos ese curso. Salí de clases y allí me encontré con Ryuji hablando con un tipo con los cabellos negros y desordenados, portaba gafas y tenía una mirada grisácea a la vez que confiable. Se notaba a simple vista que era el criminal del que todo el mundo hablaba y lo sabía porque todas las personas que habían por los alrededores mascullaban mientras lo miraban.

Al día siguiente me encontré a Ryuji en la puerta, parecía estar esperando a alguien ansioso. Pasé por su lado sin detenerme a pesar de que el corazón me iba a mil por hora cada vez que me aproximaba a él. Desde ese entonces se escuchó un rumor de que un gato estaba rondando por las instalaciones del colegio. Decidí en todo caso concentrarme en mis estudios hasta que tocó la clase de educación física, mañana era el torneo deportivo así que era un día libre por así decirlo.

Debido a que Kamoshida era el que llevaba la asignatura por más que lo intentaba me suspendía, era bastante frustrante ya que me pasaba corriendo todas las mañanas para mejorar mi calificación, seguro que me tenía mucho rencor así intentaba no llamar la atención en esas clases intentando ir a la enfermería o ayudando a llevar equipamiento deportivo de un lado a otro. No quería ver a Kamoshida ni muerta, quería evitarlo a toda costa.

Por fin llegó el día del festival deportivo, todos vestían con ropa de deporte y todos estaban entusiasmados principalmente las chicas que querían ver a Kamoshida triunfar, me daba rabia escuchar Kamoshida y triunfo en una misma frase, lo más sorprendente no fue eso, básicamente me enteré que Ryuji y el criminal del cual estuve investigando por mi cuenta y del cual no existían archivos sobre su historial criminal en ninguna parte, en aquel entonces me alerté sobre el verdadero pasado de aquel chaval y de si aquel acto criminal era verdadero o no, andaban buscando información sobre las lesiones del equipo de voleibol.

A punto estaba de sentarme para leer un libro en la biblioteca cuando las puertas de la misma sonaron estrepitosamente dejando al descubierto dos siluetas temidas en la escuela, la bibliotecaria alarmada estuvo a punto de gritarles y echarles a ambos pero debido al jaleo de fuera desvió aquella pequeña charla hacia el grupo que estaba montando un escándalo a las afueras de la biblioteca. Descubrí que Ryuji buscaba a alguien con la mirada, me metí más en el libro para evitar contacto visual pero me sorprendió una voz grave que no supe cómo había llegado hasta ahí.

-¿No es ella? -Preguntó el estudiante con gafas. Pegué un salto al escuchar aquella voz ronca tan cerca de mí, era como si un fantasma me hubiese susurrado al oído, llamé demasiado la atención y Ryuji miró hacia aquí.

-¡Bien hecho Ren! -A pasos agigantados Ryuji se acercó a mi mesa cuadrada, se puso delante de mí mientras el tal Ren se encontraba de pie a mi lado, visto así parecían un poco intimidantes, guardé la compostura para tragar saliva y responder.

-¿A qué se os debe esta visita a la biblioteca? -Pregunté. En éste momento Ryuji se tensó, por sus ojos observé que se había percatado de que nuestra relación no era tan cercana después de la última conversación que tuvimos, a pesar de ello el corazón me iba a mil por hora mientras intentaba fingir una falsa sonrisa.

-Oye... Akechi -Comenzó a decir eligiendo cuidadosamente las palabras. -¿Es verdad lo que dicen? ¿Lo de la investigación hacia Kamoshida?

-No tengo permitido hablar de ello, lo siento. -dije automáticamente.

-Entonces es verdad. -Soltó Ren mientras revoloteaba un mechón de su cabello. Me puse nerviosa, el hecho de que Ryuji estuviese cerca me hacía bajar la guardia y dar pistas sobre cosas que quería dejar por sentado.

Persona 5 & RoyalWhere stories live. Discover now