Capítulo XXII

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Cuatro días después de que cumpliera los 20 años, Luis Cepeda recibió una llamada telefónica muy extraña. La voz de la otra línea le dijo que le llamaba de la discográfica Universal Music Spain, que habían escuchado algunas de sus letras y composiciones y que tenían una propuesta a ofrecerle.

Si dijeron algo más, Luis no tuvo la suficiente rapidez mental para procesarlo, teniendo en cuenta el estado de shock en el que se encontraba.

Una propuesta musical a él. Que era un camarero de bar, que solo escribía por hobby y que nunca se había planteado trabajar de sus letras o de la música.

Llegó a la discográfica puntual, más elegante de lo que estaba acostumbrado a vestirse y con los nervios a flor de piel, pero ya le estaban esperando. El chico de recepción le guio hasta un gran despacho, decorado con enormes marcos llenos de discos de color oro, plata y bronce y con las caras más conocidas del panorama musical español. En el centro, sentados alrededor de la gran mesa rectangular, había tres personas. En cuanto lo vieron entrar, se levantaron a saludarle con una sonrisa.

- Luis - un hombre no muy alto y de cara afable le ofreció su mano - Encantado. Soy Manuel Martos, productor ejecutivo de Universal. Este es Narcís Rebollo, presidente de la discográfica, y esta es la cantante Miriam Rodríguez.

Al escuchar todos esos altos cargos salir de la boca de ese hombre, Luis rápidamente se sintió muy pequeño y desubicado. No entendía por qué estaba reunido con esa gente tan importante. Le paralizó el miedo y se limitó a asentir a modo de saludo.

- Te hemos reunido aquí - procedió Narcís, en cuanto ya estaban todos sentados - para ofrecerte una propuesta laboral. Manuel, que siempre está indagando y buscando nuevas caras, escuchó varias cintas de canciones que resultaron ser escritas por ti y le gustaron mucho.

- ¿De verdad? Pero si se trata solo de un hobby... Son letras para amigos, que cantan por diversión, en casa y se graban. Pero no es nada profesional ni...

- Lo sabemos - intervino Manuel, con un todo de voz muy relajado - Pero eso no significa que no tengas potencial y que tus letras no puedan pasar del plano personal al plano profesional. De hecho, tenemos una propuesta para ti.

Martos giró su cabeza ligeramente hacia su izquierda, donde estaba sentada la mujer con una melena impresionante.

- Me gustaría que escribieras para mí, para el disco que voy a sacar este año. Me encanta tu delicadeza, tus metáforas y esa forma tan poética de escribir. Creo que encajas perfectamente con la personalidad del álbum que quiero lanzar.

A medida que avanzaba la conversación y le iban contando los detalles de todo el proceso, las pupilas de Luis se iban dilatando más y la boca cada vez la tenía más abierta. Estaba alucinando, hasta el punto de no creerse que le hubiera caído esa oportunidad del cielo, sin ni siquiera buscarla.

Les enseñó su libreta de composiciones, donde plasmaba toda su inspiración, pero también su caos. La tenía llena de letras, garabatos, dibujos, círculos en algunas palabras, tachones y con las esquinas abarrotadas. Había páginas en las que no se podía leer nada, totalmente inteligibles. Pero los tres profesionales de la música se enamoraron todavía más del arte de Luis Cepeda.

Ahí empezó su carrera musical.

Los dos primeros años de esa carrera fueron un auténtico sueño para el joven gallego. El álbum de Miriam, con más de cuatro canciones compuestas por él, tuvo una gran acogida entre el público, por lo que en seguida empezaron a trabajar juntos para más colaboraciones y discos.

El hecho de trabajar mano a mano con la cantante, pasando tantas horas juntos en el estudio, provocó que se forjara una gran amistad entre ellos. Se hicieron inseparables. Desde el primer momento, Miriam lo acogió en su círculo de amistades, abriéndole las puertas al gran mundo de los celebrities españoles. Conoció a muchísimos cantantes, actores, compositores, productores, bailarines y artistas del país, y no le costó nada encajar en esa nueva ecuación que se formaba en su vida. En uno de esos eventos fue precisamente donde conoció a Ana Guerra, la que sería su pareja durante los ocho años siguientes.

Más Allá de lo Inevitable | AitedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora