Capítulo XIV

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Hacía años que Aitana no creía en el amor verdadero. Ese amor que dura toda la vida y que lo vence todo, incluido el tiempo, la distancia y las terceras personas. No, hacía mucho que no pensaba que ese amor romántico existiera, que fuera posible.

Sin embargo, siempre había querido poder vivirlo, poder saborear el significado del amor inquebrantable, eterno e invencible. Poder descubrir qué era.

Cuando era una niña pequeña, miraba hipnotizada una y otra vez las mil películas de Disney, imaginándose ser ella la princesa rescatada por ese príncipe encantador y apuesto, que la conduciría a ese final feliz tan anhelado. Creció creyendo que la felicidad no podía existir sin ese príncipe que estuviera siempre por y para ella, dejándolo todo, sacrificando lo que fuese, solo para estar juntos. Pensando que, en algún rincón de ese mundo, había una persona que encajaba a la perfección con ella, que existía esa media naranja de la que tantas veces había oído hablar.

Y por eso, cuando empezó a dejar atrás la niñez, el primer golpe de realidad dolió más de lo que tendría que haber dolido. Cuando ese compañero de clase en su instituto se fijó en su mejor amiga y no en ella, se sintió fea por primera vez. Demasiado delgada, demasiado pequeña para poder gustarle.

Esas fueron las primeras inseguridades que Aitana conoció y a las que se le sumaron muchas más. Cuando su primer novio de instituto la dejó por otra, sintió que era demasiado aburrida para él, que quizás no besaba bien y que no era tan alta ni tan interesante como era esa otra chica.

Y que nunca lo llegaría a ser.

Esos fueron los primeros chicos que la decepcionaron, pero no fueron los últimos. Cada madrugada que volvía a casa sola, tras no haber llamado la atención de ningún chaval de la discoteca mientras que sus amigas triunfaban, se sentía un poquito más pequeña. Cada tarde que esperaba ilusionada un mensaje de ese chico con el que se había enrollado la noche anterior sin que llegara a recibirlo nunca, se sentía un poco más prescindible. Cada mañana que se despertaba al lado de uno de esos, habiendo compartido gemidos y sábanas, pero nada más, se sentía un poco más vacía.

Porque con cada relación que compartía con alguien de su otro sexo, siempre se imaginaba que quizás pudiera acabar en una relación sentimental perfecta, enamorados hasta las trancas el uno del otro. Pero nunca pasaba.

Y justo eso es lo que pasó con Joan. La atracción entre los dos era algo que se podía notar a leguas, pero era eso: atracción. No era amor ni nada que se le pareciera. Y Aitana lo cortó de raíz.

Pero entonces, conoció a Carlos. Cuando se conocieron en esa fiesta, en medio de cientos de estudiantes borrachos y felices, no pensó que llegaría a compartir con él cuatro años de su vida. Ni siquiera se fijó en él en un primer momento. Pero luego, todo fluyó solo.

La entendía y la valoraba. Compartían hobbies y aficiones, pensamientos y formas de ver la vida. La cuidó cada día que pasaron juntos y la siguió cuando se iba enfadada. Comprendió sus celos, sus inseguridades y sus brotes de inferioridad. Aceptó y perdonó sus errores, incluso los más dolorosos e imperdonables.

Y así, construyeron juntos cuatro años. Y así, Aitana aprendió que el amor quizá era algo muy diferente de lo que ella había pensado durante toda su vida. Quizás el amor era entendimiento, sentirse a gusto, sentirse estable.

Estabilidad. Quizás era eso.

Una estabilidad que duró cuatro años y que se derrumbó en tan solo un segundo, en ese último golpe de realidad que vino en el momento en que Aitana descubrió la verdad sobre su chico.

Seguía de pie, en medio del bar, con la silla tumbada en el suelo y con el móvil de Carlos en su mano.

Levanta la mirada, y se lo encuentra de frente, al lado de su amigo Cepeda. Aitana no sabe descifrar cuál de las dos miradas transmite más horror, pero se centra solo en la que hasta ahora era la de su chico. Trata de contener el pánico que está a punto de salir por todos los poros de su piel y decide contenerse, no anticiparse.

Más Allá de lo Inevitable | AitedaWhere stories live. Discover now