♥ •Capítulo 27• ♥

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// Presente //

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Undyne se encontraba en la estación, y sinceramente, había estado pensando mucho en los últimos días.

(Esto ya debería estar más que claro —Sus ojos miraban hacia abajo con frustración—, ¿Por qué parece que él estuviera diciendo la verdad?) Tsk... —La muchacha pelirroja se paró de su asiento, caminando durante un rato por la estación mientras buscaba con la mirada.

Pasa un tiempo hasta que finalmente queda con su compañero, en un sitio apartado del lugar. El ambiente se siente extraño, más que nada por las dudas que tienen ambos acerca de ese asunto.

—¿Sabes algo? No he preguntado todavía su versión, solo sé lo que contó Frisk. —Undyne se cruzo de brazos, hace unas horas estaba segura de lo que creía, pero ahora lo dudaba— ¿Te ha dicho algo a ti?

—Pues... Solo lo que ya te dije, nada más que eso. —Sus mirada se desvió a un lado con desánimo— De verdad que quiero creerle, pero Frisk también es mi amiga-

—Papyrus, no quiero ponerlo de esta forma, pero la situación es más difícil que eso, inevitablemente, uno de los dos está mintiendo, con algo realmente grave... Ve y dile que te cuente todo. —Su tono firme y seguro había vuelto durante un rato— Sí está diciendo la verdad, no debería temer a decirlo... ¿C- Cierto? —Recordando por breves momentos su última conversación, su tono de seguridad se quebró en las últimas.

“Ella me hizo esto, no yo a ella.” Eso le había sonado totalmente estúpido, y todavía lo era, pero ya tenía demasiadas dudas

(¿Qué hay si realmente es verdad? ¿Tiene sentido que por eso no quiera decir nada? ¿Es eso?) Agh, ¡Ve y pregúntale! Si no te dice a ti, no se lo dirá a nadie. —La pelirroja se dirigió a la puerta, pero miró hacia su compañero nuevamente antes de retirarse— Yo me encargaré de algo más.

—Está... bien. —Contestó Papyrus mientras veía a su mejor amiga salir por la puerta.

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—Nos vemos después, mamá. —Frisk se despidió con su mano mientras llevaba puesta su mochila.

—¡Cuídate, cariño! —Contestó Toriel mirando a su hija salir hacia la escuela.

La mujer fue hacia su habitación a buscar uno de sus libros, pero luego de un buen rato le llamaron la atención un par de toquidos en la puerta. En cuanto bajó nuevamente para abrir, observó a aquella mujer policía parada ahí en frente.

—Ah, buenas, Undyne. No esperaba verte hoy. —Algo la confundía un poco, además de tener un mal presentimiento sobre algo.

—Me alegra verla, señora Toriel, aunque realmente preferiría venir por una visita que por mi trabajo. —La pelirroja le pasó una hoja de papel.

—... —Toriel se quedó en silencio un rato mientras leía, y realmente, era lo que menos esperaba que pasara en ese día— ¿Qué ha pasado ahora? —Preguntó con cierta preocupación a la vez haciéndose un lado para dejarla pasar.

—Solo necesito revisar algo. —La muchacha subió las escaleras, directamente yendo a la habitación de Frisk.

La señora de cabello blanco y ojos rojos simplemente la siguió hasta aquel lugar, aunque quedándose a un lado de la puerta esperando.

Undyne revisaba cada parte que pudiera, los cajones, debajo de la cama, hasta que revisó tras un par de libros en el estante, encontrando especificame una lámina de píldoras.

De las 10 que parecía traer en un principio, faltaba una.

Faltaba solamente una.

Undyne revisó las escrituras en la parte contraria de la lámina, y se mostró algo sorprendida al enterarse de lo que eran.

—No puede ser que... —Undyne aún no terminaba de creérselo, pero es como si las piezas se juntaran en su cabeza, y aunque todavía fuese extraño, encajaban. Se volteó hacia Toriel— Señora, ¿P- Puede explicar que hace su hija guardando unas píldoras de Rohypnol en su habitación?

—¿De... qué? —La confusión de la cabello blanco crecía a la vez que su preocupación, tampoco sabía realmente qué tipo de pastillas eran esas.

—Es ilegal cargar con estas cosas en todo el país, por... (El uso que les dan para cometer violaciones.) —Finalizó en su mente aquella oración, la cual realmente no le apetecía pronunciar en voz alta—... —Undyne sacó el comunicador de su bolsillo, directamente para hablarle a su mejor amigo, mientras que Toriel aún continuaba escuchando— Papyrus... Ya vienes para acá, ¿Cierto?

—*Eh... Sí, en un minutito, ¿Por qué? ¿Necesitas algo? —Preguntó el chico inocente esperando su respuesta, aunque con cierta preocupación molestándole.

—¿Qué... Qué fue lo que dijo tu hermano a fin de cuentas?

—... —Pensó en una manera de resumir todo sin que sonara tan mal— Bueno, que supuestamente ella había metido una pastilla en su bebida, aunque no sabe exactamente cual.

La mente de Undyne hizo click, a un tiempo con la cara de sorpresa e incredulidad de Toriel.

Ante cualquier pronóstico, sus dudas terminaron por derrumbarse en un instante.

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Punish For One Mistake || UndertaleWhere stories live. Discover now