Punish For One Mistake || Undertale

♥ •Capítulo 2• ♥

// Presente //

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Llega la mañana siguiente, la sala del laboratorio obviamente estaba hecha un desastre. Restos de comida por todo el piso, decoraciones algo dañadas, etc.

Eran ya como las 2:00 de la tarde y casi todos aún seguían durmiendo en sus habitaciones. Claro, ¿Cómo no si esa fiesta había durado hasta quien sabe qué hora? Las únicas excepciones eran Chara junto con Asriel, quienes ya habían salido de sus habitaciones y como era de esperarse, directo a la cocina a robar galletas.

Sans se empezó a despertar, llevándose la mano a la cabeza que le dolía más que el resto de su cuerpo. ¿Sans? ¿De los primeros en despertar? Hoy va a llover.

—¡Puaj! —Escupió el mechón de su pelo que tenía en la boca— Mierda... Ahora sí me pegó demasiado fuerte. —Se quejó mientras trataba de organizar sus pensamientos, teniendo encima la peor cruda de su vida. Solo recordaba estar hablando con Frisk, luego de eso, todo era la nada más nada.

Salió de la habitación, su ropa estaba toda desarreglada y su cabello revuelto por toda la cara, pero no le importaba. Pasó por la puerta de la cocina, encontrando a Asriel y Chara comiéndose las galletas.

—Vaya críos traviesos. —Dijo sonriendo y con tono burlón, llamando la atención de ambos hermanos.

—Sans, no somos niños solo por que no hayamos crecido tanto como el resto, bien deberías entender eso. —Contestó viéndole con seriedad y frialdad, como siempre— Ni siquiera hay mucha diferencia. —Susurró por último.

—Pfft, por favor, era broma. —Cruzó los brazos sin dejar de sonreír.

—Pues me has decepcionado, tus chistes y burlas eran mejores antes. —Dio una mordida a otra galleta.

—... Primero se quejan por que me tomaba todo a chiste y ahora por que “no me parezco a mí” —Dijo lo último haciendo la seña de las comillas con sus manos. Su sonrisa se había borrado y su tono de voz cambió a uno de molestia, ese que ha tenido durante los últimos meses.

—Oh, perdona. —Pese a que lo decía de verdad, no lo parecía mucho por su tono de voz casi inexpresivo. Siempre le pasaba eso, cuando se comportaba amable, la acompañaba esa frialdad que lo opacaba.

—Hey, tranquilo, no creo que debas molestarte por lo que el resto piense, no haces daño a nadie. —Le dijo Asriel sonriendo.

—¿Lo dices cuando tú eras quién se quejaba por mis chistes? —Sans hizo rodar sus ojos.

—... Sí, lo siento, eso fue hipócrita. —Se disculpó con la mirada baja.

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Ya cuando todos se habían despertado por fin, la mayoría se encontraban limpiando la sala del laboratorio, algunos barriendo, recogiendo y tirando la basura o volviendo a poner las cosas en su lugar, pero claro, Sans y Chara no querían mover un dedo.

—Chicos, ya sé que no les gusta trabajar pero al menos ayuden en esta ocasión. —Insistió Toriel, madre de Asriel, Chara y Frisk, con una sonrisa. Como era típico de la familia Dreemurr, también era de piel pálida, ojos rojos y cabello blanco un poco largo, tenía dos coletas sueltas que colgaban de los lados por sobre sus hombros. Se le notaba que era varios años mayor.

—No quiero y punto. —Contestó Sans de forma cortante, cosa que sorprendió un poco a su amiga.

La señora le quedó viendo directamente, luego desvió la mirada desilusionada.

—Perdona, no quería molestarte. —Dijo antes de retirarse a continuar con su tarea. Precisamente lo que no quería era hacerle enfadar otra vez, pero le resultaba muy difícil tratar con él ahora pese a que antes se llevaban de lo mejor.

Sans también se apartó algo molesto, entrando nuevamente a la cocina, no era que estuviera molesto con Toriel, solo quería que el resto de los presentes dejaran de mirarle mal.

Chara igual estaba algo sorprendida por esa reacción, no parecía la persona que creía conocer. Le siguió también entrando a la cocina, pensando en qué podría decir que no le fuera a molestar más.

—¿Por qué has estado actuando así? A penas te reconozco. —Finalmente se decidió por decir algo, sin embargo, no obtuvo respuesta. Sans solo estaba apoyándose contra la pared, con un cigarrillo en la boca— No lo entiendo, estabas perfectamente bien hace un par de meses, me alegré de verte luego de todo ese tiempo que pasé en la universidad, pero después te comenzaste a poner... así.

—¿Y qué? Si tanto te estorbo entonces ni me hables, tampoco recuerdo que hayas sido tan irritante en el colegio. —Ni siquiera la miró.

—Nunca dije que me estorbaras. —Decir eso era lindo de su parte considerando que Chara nunca dice nada de eso ni por cerca, pero su tono de voz no lo hacía parecer.

—Entonces no me jodas. —Volvió a colocarse el cigarrillo en la boca para luego tirarlo y escupirle todo el humo en la cara.

—¡Blah! —Tosió un par de veces dando unos pasos hacia atras, detestaba un montón ese olor a puto alcohol y tabaco— ¡¿Qué mierdas te pasa?! —Le pegó una bofetada de tan enojada que estaba.

Sans se tocó su mejilla mientras veía a la chica, aún más molesto que antes, le dio un empujón, pero a penas la movió. Ella hizo lo mismo de vuelta, acabando por golpearle contra la pared y sosteniéndole con fuerza. El chico abrió sus ojos solo para ver a la de suéter verde ardiendo en furia y alzando su brazo con el puño cerrado a punto de partirle la cara en dos. Al ver que no podía soltarse, solo se cubrió con sus brazos esperando el golpe, ya se estaba arrepintiendo de lo que había hecho.

Ella, sin embargo, acabó dando ese golpe en la pared, a un lado de su cabeza. Logró controlarse en el último segundo, y vaya tremenda suerte, Chara, por muy calmada que pueda ser normalmente, a cualquiera que la ofenda, no dudaría en molerle a golpes y patadas, por esta razón nadie se metía con ella.

—... Perdona, ¿Te lastimé?

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