♥ •Capítulo 19• ♥

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// Pasado //

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—Agh, mira lo que has hecho. Me dejaste roja la mejilla con ese golpe, si mi hermana lo nota, será tu culpa. —De nuevo esa chiquilla se estaba quejando, mientras se veía la cara usando la cámara frontal de su celular.

—... —El de cabello blanco, estando sentado sobre el suelo, no hizo más que levantar la mirada, dando aún algunos suspiros. No quiso decirle nada, ni siquiera tenía algo que decir.

En sus brazos se notaban los golpes por parte de su agresora, incluso marcas de dientes y arañazos, a veces sangrantes, y su cabello estaba revuelto por toda su cara, aún más desarreglado que como solía estar. Sus ojos ya a penas conservaban un leve brillo de vida.

—Recuerda, ni una palabra a nadie sobre lo que acaba de pasar, o ten por seguro que me encargaré de quitarte lo poco que te queda en tu estúpida vida. —Le miró con enojo, tratando de intimidarle de esa forma, aunque no le haya hecho cambiar su expresión ni un poco.

—... Sé que ha pasado mucho tiempo, pero aún no he olvidado lo que hice, siento mucho el mal momento que te hice pasar a ti y a todos. —Su mirada se dirigió al piso luego de haber dicho eso— No sé de qué otra manera pedir perdón.

—... —Frisk guardó silencio durante un rato— «Bien que debiste sentirte tan mal como yo en ese momento, pensando solo en que todo era tu culpa...» —Quitó esa idea piadosa de su cabeza y luego volvió a su mirada de enojo— No quiero tus disculpas, no me importa cuanto te lamentes, pedir perdón no arregla las cosas, incluso si tienes la cara o voz de mi mejor amigo, esos tiempos se terminaron... Gran milagro que ellos despertaron, pero jamás en mi vida dejaré de odiarte, jamás te perdonaré.

—¿Sabes siquiera todo lo que he soportado ya principalmente por el accidente-?

—¡“Accidente” que tú causaste! ¡Tú fuiste quien comenzó la pelea y lo sabes! —Cada vez se le escuchaba más enojada.

—Si lo que ya has hecho no te basta, ¿Qué tanto más tienes que hacer para sentir que me has castigado lo suficiente? —Por otro lado el tono de Sans siempre se mantenía desanimado.

—¡Cualquier cosa realmente me parece poco! —Ya estaba apretando aún más fuerte sus puños— Quitarte absolutamente todo, que sientas que ya no tienes propósito, que tengas en claro que no vales nada, es eso lo que quiero y no me importa llegar hasta las últimas consecuencias.

—... ¿De verdad incluso hacer esto con la persona que más odias vale la pena para ti?

—Sí, lo vale... Es de lo que más daño hace, no por nada la pena por ello es bastante —Comenzó a acercarse al chico, quien no hizo más que mantener la mirada baja—, y la pagarás tú si no haces lo que yo quiero. Estás solo en esto... Nadie te creerá si dices la verdad, y no me importa castigarte con lo que más te duela, lo seguiré haciendo incluso hasta que te rompas.

—P- Pero si eres una niña.

—Lo sé, quizá por eso me gustan mucho los juguetes. —Con su mano le obligó a mirarla, a mirar esa sonrisa cínica y de satisfacción.

—Grr... —Soltó un gruñido mirándole con cierto enojo— Creo que prefiero la cárcel antes que dejar que tú me chantajees.

—Ah, ¿De veras? —Inclinó un poco la cabeza— Yo no lo creo, no es solamente la cárcel, y no es como si fueras a dejar de sufrir este castigo, solo te resultaría peor, sabes lo que pasa con los que llegan ahí por esto, y un debilucho como tú no resistiría ni un solo día... —Su mano pasó a acariciar su mejilla— ¿Qué? ¿Prefieres pasar varios años de tu vida en una celda? ¿Prefieres que todos ahora te vean como un asqueroso violador pederasta? ¿Prefieres decir la verdad sabiendo que solo acabarás por perderlo todo? Ni siquiera vale la pena intentar cuando siempre estaré un paso adelante, te conviene más dejarme jugar contigo.

—... ¿Qué es lo que crees que soy para que me trates así?

—Pfft, ¿Mi perrita se podría decir? Y más te vale obedecerme si no quieres que me ponga a “jugar” otra vez con tu relleno de vida. —Sacó con su otra mano esa misma navaja tal y como hizo hace rato, seguramente era la navaja de su hermana. El chico trataba de controlar sus nervios lo mejor que podía, y es que no era la primera vez que le había hecho daño con esa cosa— Lo recuerdas bien, ¿Verdad? —Preguntó sonriendo tranquilamente mientras miraba la puesta de sol a través de la ventana y volvía a guardar su progreso con esa estrella brillante— ¿Quieres que pruebe hacer algo más contigo?, porque parece que el cuchillazo en el estómago de hace ratito no lo aguantaste muy bien que digamos.

—... —No pudo evitar llevar la mano izquierda hacia su abdomen al momento de recordar eso, incluso cuando ella había vuelto atrás para deshacerlo, había escogido dejarle conservar esa memoria y aún creía poder sentir ese corte.

“Esto te va a doler más a ti que a mí.”, recordó esa frase nuevamente, seguida por el sonido de un cuchillazo.

—... —Su mirada volvió a caer al mismo tiempo que agachaba la cabeza, moviéndola de lado a lado.

—Eso es, mejor mantén la boca cerrada, y no quiero que te vuelvas a acercar a mi hermana, me daré cuenta si lo haces, así que mejor aléjate de ella —Le sujetó de la camiseta, forzádole a levantar la mirada nuevamente y acercándose más su rostro—, ¿Entendiste?

—... —No quiso responderle nada, solo mantenía aún la mirada baja y casi inexpresiva, sin querer hacer contacto visual con ella.

—¡¡Qué contestes!! —Gritó de repente, agarrando su cabello y golpeando su cabeza contra la pared— ¡¡¿Entendiste, perra?!!

—A- Ajá... —Mantenía los ojos cerrados, su dolor de cabeza se intensificaba y más con ese último golpe.

—Bien... —Ya estaba bastante cerca de su cara, haciéndole sentir su respiración, aunque ella no planeaba besarle como el otro día. Lo que hizo en vez fue solo lamerle la mejilla en forma de burla y luego dejarle caer contra la pared. La pequeña... ““Pequeña”” chica volvió a ponerse de pie y dio media vuelta para luego salir por la puerta principal.

«... Que puto asco.» —Dijo en su mente pasando la mano por su mejilla, mientras que mantenía la otra mano tras la cabeza, se sentía algo mareado y el dolor aún no se iba.

Al rato volvió a abrazar sus piernas, colocando la cabeza sobre sus rodillas. No tenía nada en mente, si decidía contar la verdad, no le iban a creer, solo resultaría peor, no quería que ella le castigara de ninguna manera, y su mente ya estaba muy hecha pedazos como para perder lo poco que le quedaba, pero aún así no quería estar cediendo a sus chantajes, ella sola ya sabía hacer daño y no pareciera que fuese a parar en algún momento, realmente no quería ninguna de las dos opciones.

—... ¿Por qué tengo que seguir... si no queda nada más?

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Hi, hi!

Please, asegúrense de leer las etiquetas que aparecen al principio de los capítulos o a mitad de ellos. La de este capítulo, por ejemplo, está en pasado, o sea que es un recuerdo, flashback o como le quieran decir. Lo aclaro para evitar confusiones.

Punish For One Mistake || UndertaleWhere stories live. Discover now