♥ •Capítulo 28• ♥

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// Presente //

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(Sigo sin entenderlo. —La chiquilla ojos marrones caminaba dando vueltas en la cocina, con sus ojos totalmente inexpresivos. Ya había pasado otro día desde la plática que tuvo con su hermana— Ya hice lo que quería hacer, se supone que lo he conseguido, pero me siento igual que antes) ... —Suspiró y salió de ahí.

Caminó por el pasillo y entró al cuarto de baño. Abrió la llave, colocó sus manos bajo el chorro de agua para luego lavar su cara y secarse con una toalla. Miró su reflejo en el espejo, fijándose en su expresión.

(... Vacío...)

Salió nuevamente, caminando por el pasillo y subiendo las escaleras.

(Esto no es lo que busqué, incluso luego de todo, aún no me siento como quiero... Feliz, en paz, justo como antes de lo que pasó, ya me vengué como quise —Entró a su habitación, cerrando la puerta detrás de ella y quedándose ahí parada otro rato—, ¿Qué acaso no fue suficiente? ¿Qué tanto más tenía que hacer? —Se mantuvo dando vueltas durante un rato— Es una lástima tener solo 3 espacios para salvar el progreso, se me dificulta aprovecharlo con los momentos realmente necesarios.)

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// Pasado //

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Una mano de piel clara era extendida hacia esa pequeña niña, sentada sobre la acera.

—Ven conmigo, déjame ayudarte. —Hablaba una voz tranquila, la voz de ese niño de 13 años en ese momento.

—... N- No sé. —Pronunció un poco mal y con cierta dificultad la pequeña de 5 años, tenía ojos y pelo café oscuro, vestía ropa simple, manchada y desgastada.

—Te prometo que todo saldrá bien, Frisk. Tranquila, ten confianza en mí. —Su sonrisa, junto con sus ojos ámbar, transmitían paz y calma.

La pequeña finalmente asintió, y tomó su mano, aceptando su ayuda.

—Muchas gracias... Asriel.

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// Presente //

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(Ya faltan pocos días —Frisk caminaba por la acera, metida en sus pensamientos—... No debes preocuparte, te van a creer aún así-)

—¡Frisk Dreemurr! —Se escuchó una voz, femenina y ruda a la vez, exclamar su nombre desde atrás, haciéndola voltear casi inmediatamente. Se trataba de esa mujer pelirroja, la cual le estaba apuntando con su arma, y su expresión denotaba un gran enojo— ¡Quédate donde estás y pon las manos donde pueda verlas!

(¡¿Qué?! ¡¿Cómo?!)

Sin dejarle paso al shock, sin decir una palabra, sus sentidos ya le decían todo: “Corre”

La castaña, sin esperar otro segundo, se echó a correr lo más rápido que podía, mientras que detrás suya escuchaba los pasos incesantes de la mujer policía persiguiéndole. Creyó ser bastante rápida al correr, pero al fijarse en la velocidad de Undyne, ya lo dudaba un poco.

—¡¡Para de correr o juro que voy a disparar!! —Parecía que sus piernas nunca se iban a cansar.

La ojos marrones por un momento pensó en retarla, pero incluso teniendo al menos algo de agilidad para esquivar, no sentía poder subestimar así la velocidad de una bala. Giró al momento de llegar a uno de los callejones, en cada doblez daba un pequeño deslizón.

Saltó por encima de un contenedor de basura, se deslizó por un hueco en una rejilla, todo por tratar en vano de dejar atrás a quien la perseguía. Finalmente su velocidad bajó un poco, no alcanzó a doblar la última esquina para salir a la otra calle debido a que Undyne logró alcanzarla y estrellarle contra la pared.

—¡Qué suerte, ya estaba por- —Un ruido fuerte interrumpió a la pelirroja, mientras que veía la cara de la chica castaña salpicarse de rojo, al igual que su ropa azul y morada.

El calor aumentaba gradualmente cerca de la mitad de su cuerpo...

Frisk levantó la mirada, observando a la mujer que tenía en frente soltar su arma al caer de rodillas, agarrándose del estómago y dejando salir quejidos entrecortados de su boca. Al parecer Undyne no era la única que tenía una pistola.

—Sabes demasiado... —La más pequeña levantó esa arma del suelo y le apuntó directamente a la cabeza— ¿Te sorprende que sepa usar armas? Porque fueron años en minutos de experiencia.

—... C- Con que es- verdad, ¿No? —Trató de sonreír un poco a pesar del dolor intenso, la sangre se escurría entre sus dedos. Bajó la mirada al recordar, y sin dejar de sonreír. Al parecer ya no había nada qué hacer. Comenzó a susurrar algo en voz baja, una y otr vez mientras se agarraba del estómago, mientras en sus pensamientos volvía a regañar se a sí misma— (No debí perseguirla yo sola, no pensé que fuera necesario pedir refuerzos cuando es solo una niña... Lo lamento...)

Frisk tan solo observaba, conservando esa mirada que no dictaba una pizca de humanidad.

—... ¿Por qué estás haciendo todo esto?

—... —Ni siquiera la castaña tenía una respuesta para eso, realmente, ya no comprendía ni su propio actuar.

Aquel chico de cabello blanco y ojos escarlata, de mirada dulce a pesar de ello, llegó a la escena para nada más escuchar aquel último disparo.

Esa mujer pelirroja cayó sobre el suelo de concreto, su cabellera ya no era lo único en color rojo que se extendía sobre este, sino también el charco de sangre que se regaba hasta los zapatos de Frisk.

Tenía la mano encima del comunicador, el cuál continuaba encendido, probablemente dictó la dirección una y otra vez en murmullos.

La "infante" tan solo dio media vuelta, aún llevando esa expresión carente de sentimientos. No más juegos, no más risas.

—Hey... ¿Me extrañaste, pequeño niño? —Como si no fuera suficiente, también le apuntó con el arma que portaba. Suspiró— Realmente me había encariñado demasiado contigo, estaba tan encantada de jugar junto a ti, incluso de limpiar tus rodillas para colocarte unas curitas cuando te lastimaste.

El chico que tenía en frente respondió que de la misma manera, con el arma que llevaba consigo, y con notable enojo por lo que le había hecho a su mejor amiga.

¿Aún dudará si disparar o no?

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Punish For One Mistake || UndertaleWhere stories live. Discover now