♥ •Capítulo 3• ♥

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// Presente //

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—... ¿Te lastimé? —Aún seguía con la mirada baja y una sombra cubriendo su rostro, dando varios suspiros. Por momentos se olvidaba de que, a pesar de su carácter, ese chico era más débil que un crío.

Sans negó con la cabeza, tratando de controlar el temblor en su cuerpo. Ella le rodeó con sus brazos, aprisionado los suyos. Vaya relación más extraña la que tenían ahora.

El chico se sentía más tranquilo así, más porque Chara nunca hacía eso, nunca.

«No me sueltes.» —Ese pensamiento se cruzó por su cabeza, quería seguir así, pero...— Ya, suéltame. —Le dijo comenzando a forcejear, y solo por mero orgullo.

La chica le dejó, comenzando a preguntarse por que había hecho eso si su reacción ya era de esperarse. Quizá solo porque, de alguna forma, le tenía aprecio, ¿Y cómo no? Si fueron amigos por varios años.

Sans devolvió la mano a su bolsillo, notando que la cajetilla que tenía estaba vacía.

—... Mierda. Chara, sirve de algo y ve a conseguirme otra. —Cruzó los brazos. Justo luego de que casi le revientan la boca de un puñetazo...

—¿Qué? ¿Me ves cara de ser tu estúpida sirvienta? —De nuevo se molestó. Sans solo apuntó hacia la puerta, con ese odioso complejo de superioridad encima— NO. —Dijo ella con firmeza.

—Hazlo si quieres que siga siendo tu amigo. —No había nada peor que esa mirada seria.

—¿Cómo dijiste? Eso suena a amenaza. —Cruzó los brazos— ¿Qué? ¿También tengo que recordarte por que te puedo moler a palos si quisiera?

—Pues esa sí es una amenaza —Aún mantenía esa expresión de enojo—, y no, no es que no tenga fuerza, solo no tengo ganas de estar peleando. —Mentira.

—No mientas, desde la prepa incluso Frisk te superaba en eso- —Recibió un pequeño empujón de parte de su contrario.

—Me da igual.

—... Uff, como que estás muy sensible hoy, ¿Qué? ¿Estás con la menstruación? —Rió por unos segundos hasta que sus reflejos le hicieron esquivar por los pelos un vaso de cristal que Sans le tiró y que acabó por quebrarse en la pared—... ¿De verdad? —Volvió esa frialdad con la que siempre hablaba. El de ojos azules cruzó los brazos, sin querer dejarse intimidar ahora.

—No tienes agallas para- —Y justo cuando bajó la guardia, Chara le soltó un fuerte golpe al lado de la cara que hasta le hizo moverse hacia atrás.

Sans se cubrió la boca, comenzaba a chorrear ese líquido carmesí que ahora se escurría entre sus dedos. Aún como si no fuera suficiente, la de verde le golpeó también en el estómago. Él se agarró la parte del golpe y cayó sentado contra la pared.

Chara se le acercó a paso lento, su contrario se quizo hacer para atrás, pero ya no había espacio.

—¿Tienes algo más que decir? —Se agachó y colocó su brazo contra su pecho, sosteniéndole nuevamente, luego sacó una navaja la cual colocó al roce de su cuello— Vaya, que mal te resulta vivir teniendo poca fuerza puedo ver —Retiró la herramienta de su cuello y ahora la metió por su boca, presionando un poco sobre su lengua con el lado que no cortaba—, por que... de hacerte daño, ja, no tienes idea.

El pánico era creciente en el chico de ojos azules, junto al frío cosquilleando por su espalda y mientras que solo trataba de apartar el brazo de Chara, sin éxito. Podía sentir la cuchilla fría sobre su lengua y entrando cada vez más, casi llegando hasta su garganta, pero de cualquier manera siempre expresaba molestia para ocultar los nervios.

—¿Aún quieres parecer molesto? Puedo sentir tu corazón a mil. —Efectivamente, ya que tenía su brazo sobre su pecho.

No sabía qué hacer, si intentaba algo, era obvio que ella le haría daño, solo quedaba esperar, ¿No es así?

Chara sin embargo, sacó la herramienta de su boca, la guardó y luego salió de la cocina con una sonrisa de burla.

Sans comenzó a respirar de alivio, queriendo cubrirse la boca, sentía en la garganta una leve sensación de querer vomitar. Volvió a enfadarse, ahora con nadie más que con él, pensando en por que no pudo hacer esto, en por que no pudo hacer lo otro.

Se puso de pie y tomó un trapo de cocina para limpiarse la sangre de la boca. Se sentía como el único chico estúpido que no podía defenderse ni siquiera de una mujer, pero luego recordó que fue él quien le escupió el humo de ese cigarrillo en la cara y quien le aventó un vaso de vidrio. Si al final acababa con 5 apuñaladas en el estómago, quizá sea porque él solo se lo haya buscado.

—Oye, Sans —De nuevo esa voz agradable le llamó la atención, Toriel—, ¿No has visto a Frisk? No está en su habitación y ya pregunté al resto.

—No, no soy su niñero. —Contestó arrogante y de nuevo con los brazos cruzados— ¿Siquiera has pensado que podría haber vuelto a su casa? No está lejos, o podrías haber intentado llamarla por teléfono, siempre contesta.

—... Claro —Su mirada pasó a ser de seriedad, o de hecho, algo de enojo—... A veces no sé como es que mis hijas te soportan como estás.

—Así como Asgore contigo, diría que estás como una cabra. —Le sonrió de forma burlona, mostrándole la lengua.

—¿Qué dijiste? —Se le acercó y le sujetó de la muñeca, suspendiéndole en el aire, ahora sí estaba enfadada— Repite eso último.

—Ugh... —Se quejó levemente, parece que le dolía, pero no había dejado de sonreír así. Toriel podía dar miedo a veces, pero él sabía que posiblemente no iba a hacerle nada, y aunque lo hiciera, ella no peleaba muy a menudo— ¿E- El qué? ¿Que estás loca? —Consiguió dar una patada en su estómago, que aunque no haya dolido tanto, hizo que le soltara.

Toriel quizo golpearle, pero ahora que no le estaban sujetando, sí que pudo esquivar con toda facilidad. Pues bien, al parecer sí que podía defenderse con agilidad.

—Bueno, adelante, hiéreme y las chicas o mi hermano no te lo perdonarán. —Sonrió aún más que antes, mientras sostenía su muñeca. Con decir eso podía ser suficiente.

—... —Toriel solo suspiró— Maldito imbécil. —Volvió a mirarle con enojo y luego salió de la cocina, mientras que Sans seguía sonriendo de forma orgullosa, pero luego dejó de hacerlo y su mirada comenzó a reflejar algo de tristeza.

Miró hacia su muñeca que aún estaba sosteniendo, la manga de su chaqueta que cubría esta tenía unas ligeras manchas oscuras.

«Perdóname por ser así.»

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Punish For One Mistake || UndertaleWhere stories live. Discover now