Punish For One Mistake || Undertale

♥ •Capítulo 20• ♥

// Presente //

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El chico pálido estaba en esa misma posición, sentado sobre su cama y recordando ese momento. No quería pensar en eso, no podía siquiera creer que todo esto estuviera pasando en verdad, simplemente no podía, incluso llegando al punto de querer engañarse a sí mismo a cada segundo y así convencerse de que no ha pasado nada, pero ya iban muchas veces que Frisk hacia eso, durante los varios meses que pasaban, y los recuerdos eran mucho más constantes con forme el tiempo pasaba.

—«... Odio esto, estoy tan cansado... Muchas veces pensé que ya nada me esperaba, o que ya no me importa cualquier cosa que se me viniera encima, pero esto lo peor que puede haberme pasado.» Maldita... —Se paró de la cama y abrió el cajón de la mesa, buscando entre los cachivaches. Sacó de ahí ese mismo estilete, ya llevaba un tiempo sin usarlo.

Se quitó la chaqueta, las vendas de sus brazos, y luego deslizó fuera la cuchilla de la herramienta, esta resplandecía con la luz que entraba por la ventana. Su brazo ya solo conservaba las cicatrices. Su mirada seguía vacía, ya comenzando a balbucear varias cosas.

—Soy un inútil... —La idea que tenía era volver a cortarse— No valgo nada... —Pero nada más tener el filo de la hoja a solo unos milímetros de su piel— No soy nada... —Comenzó a escuchar de nuevo esos surruros en su cabeza.

“Mátala”

Esa palabra se escuchó por sobre el resto, haciendo que Sans se congelara. Sus ojos se expandieron con algo de sorpresa.

“Mátala” “No tienes por qué seguir así” “Acaba con esto por tu cuenta” “Mátala”

En lugar de asustarse, solo siguió prestando atención a las voces. Su mirada estaba perdida en la nada, mientras en su cabeza realmente estaba considerando esa idea.

—No me gusta esto. —De cualquier forma, aún conservaba su moral— ¿No tengo ninguna otra opción?

“Solo hazlo”

“Hazlo. Hazlo. Hazlo. Hazlo.”

“ ¡ M Á T A L A ! ”

Esa última palabra se escuchó más fuerte, haciéndole cerrar los ojos por el pequeño susto. Miró de nuevo la herramienta que estaba sosteniendo, entre varios parpadeos podía ver sangre sobre esta, además de sobre sus mitones y las mangas de su chaqueta.

—Eso... va a funcionar, ¿No es así? —Parece que ya cualquier cosa valía la pena solo por salir de la situación en la que estaba—... Ja... Jajaja... Jajajaja, jaja, ¡Jajajajaja! ¡JAJAJAJAJA! —De una risa leve pasó a reírse a carcajadas, mientras agarraba y tiraba de su cabello con su otra mano, llegando a arrancarse varias hebras de este.

Su cuerpo se tambaleaba un poco mientras que sus piernas parecían moverse solas de adelante para atrás, chocando así su cabeza contra las paredes de la habitación una y otra vez, sin importarle cuanto doliera y mientras continuaba riendo. Es tan divertido, ¿No?

—¡¡JAJA!! —Sus pupilas estaban reducidas al tamaño de una canica, apuntando perdidamente hacia cualquier lado, como si estas pudieran rodar libremente por la esclerótica de sus ojos.