♥ •Capítulo 29• ♥

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// Presente //

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Aquella muchacha esperaba impaciente, caminando de un lado a otro frente a aquella puerta. Chara casi que no podía creerlo, fue avisada tan de repente.

La vista sangrienta por aquella mujer pelirroja, por ese chico de ojos escarlata y también por la castaña de suéter púrpura... Esa imagen no se iría de su cabeza en un buen rato.

(Undyne... Papyrus...) —No podía dejar de pensar en la pobre mujer, por la cual no pudieron hacer nada, estaba muerta ya tras recibir un segundo disparo, directo a la cabeza. Ni siquiera sabía cómo estará Papyrus, pues ambos acabaron con muchas heridas de bala.

Una enfermera se le acercó, finalmente, después de varias horas.

—¿Y bien? —Preguntó notablemente impaciente la de verde y amarillo, su expresión se conformaba por una mezcla de rabia y tristeza.

Tras escuchar a aquella enfermera, se dirigió hacia la sala de espera, donde estaban Toriel, Asgore y Asriel.

El chico de ojos ámbar se paró de su asiento con cierta prisa.

—¿Qué ha pasado? —Esperó una respuesta, pero tras varios segundos, volvió a preguntar— ¿Entonces-?

—Complicaciones... Ni Papyrus ni Frisk han despertado, solo queda esperar.

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Chara se encontraba caminando a la par de Sans, ya por fin saliendo de aquel lugar.

—De verdad que no tengo palabras. —Le dirigió la mirada a la pálida, y sonrió un poco— Pfft, eres muy rara.

—Se dice "Especial". —Contestó haciendo rodar sus ojos y conteniendo la risa. Sostenía un libro en su pecho, uno de los diarios de su hermana que tanto se esforzó por esconder.

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// Pasado //

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La chica pálida entró a la habitación de su hermana, todo estaba tan perfectamente ordenado, muy a diferencia de su habitación. Intentó revisar cada parte, los cajones, detrás de la estantería, donde fuera.

—Si tan solo pudiera encontrar algo, una sola cosa, aunque solo fuera suficiente para pedir que revisen todo el lugar. —Era casi lo único a lo que podía aspirar para asegurarse.

Justamente, revisando mejor debajo de la cama, se podía ver que había un hueco en el recubrimiento de esta, y adentro, había algo. Tras alcanzarlo con su mano y sacarlo de ahí, era solo un cuaderno, con un año escrito encima, “2013”.

Leer un poco el principio bastaba para comprender lo que contenía, la escritura era terrible, propio de aquella niña que a sus 9 años, todavía no poseía una buena caligrafía. Dentro del pequeño escondite, había una pequeña pila de cuadernos además de ese.

—(¿Estos son...?) —Luego de sacarlos, y revisar entre ellos, contó un total de 8 cuadernos, cada uno con su respectivo año encima. Revisando el siguiente, “2014”— (¿Qué es esto?) —Algo no estaba bien desde ese punto, la caligrafía de repente era bastante buena, la forma de escribir, distinta, demasiado.

El resto de cuadernos estaba igual, la única excepción era el del 2013. La forma de escribir en los otros, no era propio de una niña de 10, 11, 12... Ni siquiera la niña de 15 años que era en la actualidad, probablemente podría compararlo a la redacción de un escritor con años de experiencia.

Le tomó un tiempo poder deducir qué ocurrió.

(Entiendo... Aunque tu cuerpo no lo hiciera contigo, tú nunca dejaste de crecer desde el año en que conseguiste ese poder, ¿No es verdad? —Desde que tenía conocimiento al respecto, nunca llegó a pensar en esa parte— ¿Quizá eres mayor que yo ahora mismo? No lo sé.) —Se sentía extraño pensar en aquello, en que probablemente no era alguien que conocía del todo, si aún se comportaba como infante ante los ojos de todos, era solo su “Actuar”.

Partió a revisar desde el último, en reversa, hasta finalmente encontrar las páginas que le interesaban, “2019.”

—(¿Era eso?... ¿En nuestra última fiesta de reunión?) —Aún podía recordar ese día, tan solo comer la mayor parte de la noche, y finalizar persiguiendo a su hermano Asriel por todo el lugar tras burlarse de ella, de una u otra forma, eso había sido un día precioso, para ella solamente al parecer.

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// Presente //

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—Solo no podía dejarte así. —Colocó la mano en su hombro, sonriendo con cierta compasión— Al menos verte reír es suficiente para mí.

—Oye, no te pareces a ti, la verdadera Chara nunca diría algo dulce. —Cruzó los brazos, burlándose un poco.

—Y está llevando toda mi concentración. —También cruzó los brazos, sonriendo, en su interior aguantando las ganas de darle un coscorrón en la cabeza.

—De cualquier forma, no sabes cuanto te lo agradezco, me quitaste mucha presión de encima. —Desvió la mirada— Es un gran alivio, al menos por ahora.

—¿Por ahora?

(Dudo mucho que mañana siga así.) —Pensó por un momento, pero luego volvió a sonreír ligeramente— Jaja, nada, nada. —De un momento a otro, comenzó a pesar las cosas y...— Tengo que irme.

—Ah... —Probablemente la pálida quería decir algo más, pero no alcanzó a detenerle.

Chara permaneció en su sitio, pensando un poco las cosas.

(Aún si ella no siguiera haciendo más daño, tampoco es que ya todo se haya reparado así. —Caminó hacia una banca de cemento cerca de ahí, la cual estaba a la par de un árbol como casi todas las bancas suelen estarlo. Aún metida en sus pensamientos, miraba en dirección a un par de pajaritos que cantaban desde una rama— Al menos, aún no.)

A la chica de repente se le encendió la bombilla, y realmente, creía saber dónde había ido su amigo con tanta prisa. Comenzó a correr, sosteniendo todavía ese cuaderno entre sus brazos.

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Punish For One Mistake || UndertaleWhere stories live. Discover now