Punish For One Mistake || Undertale

♥ •Capítulo 17• ♥

// Presente //

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—Parece que en verdad quisieron aprovechar su oportunidad, ¿No? —Chara se encontraba en su habitación, sonriente mientras hablaba por teléfono.

—*¡Por supuesto! Pero Papyrus ya aprobó su último año en la academia hace un tiempo, ¡Pronto volveremos con ustedes! —Se escuchaba del otro lado de la línea la voz de Undyne.

—Que genial, todo era más divertido aquí con ustedes, solo espero que su trabajo de policía no afecte mucho en ello. —Desvió la mirada sonriendo un poco.

—*Trataremos de que no. Bueno, te dejo. Llegaremos a la ciudad mañana por la mañana.

—De acuerdo, saluda a Papyrus de mi parte. —La llamada finalizó, Chara guardó su móvil y se recostó sobre su cama.

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—¡Woohoo! ¡Por fin iremos a quedarnos definitivamente! —Exclamó Undyne metiendo sus cosas a la maleta al mismo tiempo y cerrándola algo apretada.

—¡Ya quiero volver a vivir junto con Sans! Incluso si pasaré gran parte del tiempo trabajando. —Papyrus por otro lado organizaba bien las cosas en su maleta, le fue fácil cerrarla, hasta con espacio de sobra.

—¡Oh, vamos! Al menos estar ahí con él, incluso si es solo un poco de tiempo cada día, se agradece. —Sonrió dejando la maleta en el piso sobre sus ruedas y sosteniendo la agarradera. Su compañero hizo lo mismo.

—¡Es verdad! ¡Pasar tiempo con el gran Papyrus es lo mejor que puede haber! ¡Nye, he, he! —Recuperó los ánimos de repente.

—¡Esa es la actitud, compañero! —Exclamó sorniende y dándole un “golpecito”, según ella, en la cabeza.

—Ow, por favor no le des un capón a tu amigo. —Contestó con la mano en la parte que le dolía.

De repente la maleta de Undyne se abrió por si sola, dejando caer varias de sus cosas fuera.

—... —La peliroja solo miraba hacia la maleta abierta con una expresión de cansancio— Esto va a tardar mucho.

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Ya estaban los dos compañeros yendo en el auto rojo del más inocente. Era bastante tarde, ya habían recorrido mucho camino. A veces hablaban sobre lo primero que harían nada más llegar a la ciudad, o sobre los entrenamientos que pasaron, incluyendo los momentos graciosos, claro, hasta en una academia policial, pasan.

—¡Claro, nunca voy a olvidar su cara! —La pelirroja empezó a reír, junto con su amigo— Dame un momento. —Sacó su teléfono y marcó a uno de sus contactos, esperó durante un rato hasta que contestaron— ¡Hey, Alphys! ¡Ya vamos en camino!...

Pasaron un rato de platica, mientras que el chico de bufanda roja mantenía la vista en la carretera. Realmente algo le molestaba, aunque no sabía si era el cansancio por estar conduciendo tanto tiempo.