61. Tengo que salvarte

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Ella se arriesgó a mirar hacia atrás y se arrepintió al instante. Alec era tan joven, él no podía entender lo que es sacrificarse de este modo, lo que es amar al grado de morir por el otro. Y aun así su corazón se rompía viendo las lágrimas correr por ese rostro angelical, a pesar del glamour Catarina podía ver claramente sus rasgos, la piel pálida manchada por las lágrimas y sus ojos como un cielo roto. Alec era así de expresivo siempre.

—Lo siento —ella lo susurró y no supo si Alec llegó a escucharlo o si sus palabras se perdieron por encima de los gritos que habían seguido al anuncio del supuesto heredero Lightwood que ahora era una especie de estandarte para la guerra—. De verdad lo siento, pero lo prometí.

Tengo que salvar a Magnus, Alec pensaba.

Tengo que explicarle que es mentira. Nunca estuve con ella. No hay modo de que lleve en su vientre a mi hijo.

Tenemos que volver por él, ¿de qué sirve que me salven, si si algo le pasa, yo moriría al instante?

Yo no quiero vivir sin Magnus.

Incluso si un predestinado pudiera vivir sin su mitad, yo no quiero una vida sin él.


—Lo siento —y esta vez la escuchó.

Alec miró a su alrededor. ¿En qué momento se alejaron de la multitud?

Estaban muy lejos de las fronteras para cruzarlas sin subterfugios, pero en un callejón Catarina podía hacer magia.

—Por f-favor —Alec rogó, su voz y su corazón rompiéndose.

—Lo siento, Alec.

Y entonces ella tiró de él dentro del portal.

* * *


—¡NOOO! —el grito desgarrador de Alec y él mismo cayendo de rodillas, justo como cuando niño, justo como hace algunos meses cuando su padre lo golpeó y Magnus lo salvó, hizo que todos en la SAOIRSE voltearan.

No.

Magnus siempre había ido por él cuando lo necesitó.

No.

Magnus siempre lo ayudó a ponerse de siempre.

No.

Siempre lo protegió. Siempre lo salvó.

No.

Y ahora él estaba aquí, a salvo. Y Magnus en algún lugar, solo, quizá siendo torturado.

Alec no notó como aparentemente había una reunión mientras ellos habían estado fuera.

—¡¿Qué pasó?! —Ragnor fue el primero en preguntar y correr hacia ellos.

Raphael tras él. —¿Qué pasó? Volvieron antes... ¿Dónde está Magnus?

El sonido que Alec hizo ni siquiera parecía humano.

Era como si se estuviera ahogando, como si lo estuvieran torturando. Pero no estaba gritando, no podía, porque no era el cuerpo lo que le dolía, porque no había palabras para expresar cuánto sufría.

Porque él estaba aquí y Magnus no.

Porque su corazón se estremecía, se estrujaba, se contraía como si estuviera a punto de explotar.

Porque sin Magnus no cantaba, ni siquiera latía.

—¿E Imasu?

Alec no escuchaba ni entendía lo que Catarina estaba diciendo. No le importaba.

Sus dedos se clavaron en la tierra, sus uñas se rompieron, sangró y no le importaba.

Se odiaba en este momento por no poder hacer magia e ir él solo por Magnus.

Y entonces algo vibró.

Un portal se abrió a unos cuantos metros.

Alec se puso de pie; su estómago revuelto, quizá vomitaría; sus piernas temblaban, quizá podría caer en cualquier momento, al primer paso; se limpió rápidamente las lágrimas para poder ver, no importaban los restos de tierra en sus mejillas ya húmedas, sólo...

Magnus.

—¿Dónde está Magnus? —Y Alec juraría que todos lo dijeron a la vez.

Porque quien llegó no era Magnus.

Era sólo Imasu.

Solo. Venía solo.

¿Dónde estaba Magnus?





* * *

¿Dónde está Magnus? 😭

¿Sintieron el dolor de Alec? 😭💔

¿Qué pasa con Imasu?

¿Ya vieron el adelanto del próximo capítulo Shadowhunters, Magnus pidiendo que borren sus recuerdos de Alec? Y justo es el titulado Aku cinta kamu 😭💔

Gen H (Malec)Where stories live. Discover now