33. Canta para ti

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Es un sí. Algún día. Por ti, Alec, siempre es así.
(Nacido para la noche eterna) 💙

* * *

Alec miró a Magnus mientras caminaban por los concurridos caminos de la SAOIRSE.

Magnus estaba sonriendo de nuevo. Ya no parecía molesto. Y era sólo para él.

Alec avanzó dando saltitos. Él era feliz con Magnus. Era más feliz los pocos días que pasaba aquí que toda su vida en casa. Su hogar. ¿Por qué esto se sentía más como su hogar cuando su familia estaba allá?

Magnus lo estaba llevando a un lugar especial. Él lo había dicho. Había perdonado a Alec por ser grosero con su amigo.

Alec hizo un puchero. Seguía sin caerle bien y Magnus era suyo. Sólo suyo.

Alec dejó de saltar de repente, Robert decía que ya era grande para actuar así, incluso le había presentado a otro príncipe para que actuara como él: Jonathan Herondale.

Ya lo había conocido antes. En su fiesta. pero ahora Robert le había dicho que debía aprender de él. "Un príncipe perfecto, Alexander. No espero menos de ti. No me decepciones."

Pero él no quería ser "Perfecto" como Jace. Jace iba a casarse con aquella niña de cabello rojo. Alec no quería a una princesa, aunque ya tampoco a un príncipe, él quería a un...Magnus. Él quería a Magnus. ¿Podía un día, cuando fuera grande, casarse con él?

Sonrió ante la idea, pegándose más a Magnus. Su manita buscó la de él, su persona especial. Miró hacia arriba, de repente nervioso, ¿estaba mal si tomaba su mano?

Ya había crecido. Era un niño grande. Ya no se aferraba a los brazos de Magnus como antes -al menos no en público, cuando estaban solos a Alec no le importaba hacerlo-, entonces, ¿podían seguir de la mano?

Magnus lo miró sorprendido, aunque apretó su mano cuando Alec aflojó su agarre. Ahora que su niño estaba creciendo, Magnus tenía que aprender a dejarlo ir -en cierto modo-, nunca de su vida, simplemente tenía que entender que Alec iba a cambiar y, poco a poco, transformarse en el hombre que un día sería. Y Magnus iba a estar siempre a su lado, pero no podía intervenir, no podía cambiarlo. Tenía que dejar que su ángel abriera sus alas y volara cuanto quisiera.

Alec hizo un puchero y miró alrededor, como buscando si alguien los veía, después sonrió tal vez con un poco de timidez. -¿Me das tu mano?

Magnus sonrió, lleno de ternura. Ya tenía su mano. Como para enfatizar el hecho las movió juntas y besó la de Alec. -No tienes que pedirlo, mi niño. Tómame cuando quieras.

Alec sonrió ampliamente, le había pedido su mano y Magnus dijo que sí. ¡Dijo que sí a darle su mano!

En el FOIRFE, los príncipes pedían la mano de sus princesas, aunque fuera un mero formalismo, pues los matrimonios eran arreglados.

¡Magnus le había dicho que sí a casarse!

Algún día. Cuando Alec creciera, seguramente. Cuando él fuera mayor se lo recordaría a Magnus.

-¿A dónde me llevas, Mag...?

Estuvo a punto de decir "Magus". Las comisuras de sus labios bajaron. Extrañaba decirle así, Magnus sonaba duro, como si lo dijera enojado.

Mags se acercaba a Magus.

Alec sonrió. Tirando de la mano de Magnus hasta que bajó hasta él. -¿Puedo decirte "Mags"? ¿Eso sí puedo?

Magnus hizo una mueca. Vivir con Robert Lightwood y la carga de ser "perfecto" hacía que Alec se cuestionara casi todo. Y eso le molestaba y le dolía.

-Puedes llamarme como quieras, mi niño.

Alec se rió feliz. Habían llegado ya al lugar donde Magnus quería llevarlo. Alejado de todos. Era aquí donde Luna había muerto, la primer predestinada, la amiga de la mamá de Magnus. El lugar estaba lleno de magia y, Luz siempre le había contado a su hijo, de amor. El amor único de las almas gemelas.

Alec se echó encima de Magnus, derribándolo. Besó ruidosamente su mejilla. -¡Te quiero mucho!

Magnus se rió también. Robert podía hacer lo que quisiera, no podía cambiar el alma de su predestinado.

Miró brevemente el cielo antes de responder a Alec. Estaba sonriendo. No podía evitarlo. Su niño lo hacía feliz. Era completamente cierto que el destino no se equivoca al entrelazar almas. Daba a cada una lo que necesita y en el tiempo correcto.

Ahora no podían amarse de ese modo, como una pareja, pero se amaban de otras maneras. Magnus lo sentía y Alec también aunque no lo entendiera.

Alec hizo un puchero cuando Magnus no respondió. -¿Tú no me quieres?

Magnus lo apretó contra su pecho. -Claro que sí, Alec. Sólo me distraje, viendo el cielo.

Alec miró al cielo con el ceño fruncido. Después se interpuso entre éste y Magnus, impidiéndole verlo. Sonrió, esa pequeña sonrisa traviesa, y señaló sus ojos. -Tu cielo.

Magnus soltó una carcajada, apretando más a Alec. Asintió de acuerdo. -Mi cielo.

Y Alec se recostó feliz en el pecho de Magnus, escuchando su corazón. -Me gusta tu canción.

Magnus acarició suavemente su mejilla. Lo dijo aunque Alec no lo entendería ahora: -Canta para ti, mi ángel.




CONTINUARÁ...

Súper cursi que quedó este capítulo 😅

¿Se imaginan a Alec, en un futuro, recordándole ese "sí"? 😂❤

Para los que pedían que Jace apareciera...él ya está en la historia, recuerden que está comprometido con Clary desde pequeños 🙊

¡Y esta por aparecer alguien que pedían mucho! 😻😻 *adivinen*

¿Notan como Alec sigue siendo todo tierno aunque está creciendo? ❤ Aunque Robert intente arruinarlo 😒

Gen H (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora