43. Forasteros

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Alec los odiaba tanto a todos.

A su padre por compremeterlo en público sin haberle avisado antes siquiera.

A Stephania por haberse aferrado a él y sonreír como si todo fuera perfecto. —Podemos tener citas. Para conocernos y eso, Alexander...

—Alec –la había corregido automáticamente. Sólo había una persona de quien amaba escuchar su nombre completo y ese era Magnus.

A todo el maldito reino por aplaudir feliz. Realmente parecían felices de que por fin el príncipe más importante estaba comprometido.

A la princesa Belcourt que tan malditamente inoportuna se acercó y le dijo con una sonrisa que: —Ese chico, el de las copas, me recordó a tu joven artista, ¿sabes? Todavía me casaría con él si pudiera...

A Jace por haberlo felicitado y por atreverse a preguntar si ella era la mujer de quien llevaba años enamorado.

A Izzy por sugerir, igual que Jace, una boda doble –¿cómo es que su hermana no veía lo mal que estaba toda esta situación? ¿cómo es que ella no deseaba libertad?–.

Y, sobre todo, aunque sabía que era injusto, a Magnus.

Había intentado comunicarse con él con tanta fuerza, pensando hacia él en cada segundo del resto de la fiesta. Su mente completamente centrada en Magnus. "Por favor, por favor, escúchame, créeme, yo no sabía nada de esto..."

"Nada ha cambiado, ¿cierto? Una boda falsa no lo cambia, ¿verdad?"

"Magnus, por favor..."

"Magnus, yo te quiero sólo a ti..."

"¡No puedes dejarme, Magnus Bane! No puedes, te di mi corazón cuando era niño, así que no puedes alejarme, y, además, prometiste casarte conmigo... Hazlo ahora."

Había intentado con todas las flores de cielo guardadas, cuando la mente de Magnus se cerró para él. Fue como un clic, como una puerta realmente cerrándose. Alec todavía no entendía por qué sólo con Magnus podía comunicarse con el pensamiento, si toda la SAOIRSE era una comunidad mágica.

Pero nada funcionó. Y no fue hasta días después que Esperanza aceptó acompañarlo a la SAOIRSE.

Alec se sentía débil y un poco enfermo. No era como aquella vez durante el cumpleaños de Magnus, pero aun así dolía.

* * *

Magnus se había quedado en su cama, mirando el techo de su carpa, escuchando las súplicas de Alec en su mente, "Magnus, yo sólo te quiero a ti..." había sido la última antes de quedarse dormido.

Raphael y Ragnor habían ido al amanecer, cuando notaron algo raro. Primero había sido Ragnor, entrando sin anunciarse, porque antes que el líder de los libertos, Magnus era su amigo.

—Es un poco tu culpa –Ragnor había dicho suavemente, cuando Magnus le contó lo sucedido–, sé que tú quieres hacer lo "correcto", pero Robert Lightwood no juega las mismas cartas; sé que quieres esperar a que Alec sea lo suficientemente mayor para elegir libremente, pero yo te aseguro que ha hecho su elección desde hace años, que decide cada vez que sonríe aquí, a tu lado, y te pide no tener que volver más al FOIRFE. Alec tal vez no sea mayor de edad ya, pero ya sabe lo que quiere. Magnus, Alec entiende que tú y él son diferentes, que el tiempo es diferente en su mundo y el nuestro, ha aceptado bastante bien que él está creciendo mientras tú envejeces mucho más lento, comprendió que para su gente es portador del Gen H... Creo que puede entender, y debe saber, que ustedes son predestinados. Eso no va a obligarlo a nada, Magnus, pero es importante que lo sepa.

Había sido un consejo tan sabio.

Hasta que Raphael llegó y se sentó al lado de Ragnor, mirando a Magnus como si fuera idiota, y después giró su cabeza para besar la mejilla de su novio y susurrar algo que lo hizo sonreír.

Magnus había gruñido, girándose en su cama. Sintiéndose más como de esos diecisiete años que nunca, más como un chico necesitado y lleno de sentimientos y frustraciones, y no como el líder que se supone que era.

—Ustedes son insoportables. Vayan a ser felices a otra parte. Y tú, Raphael, dame a Presidente ahora.

* * *

Magnus había mantenido cerrada su mente porque tenía miedo de lo que estaría pensando Alec.

Había permanecido todo el tiempo que pudo encerrado en su carpa, pero no podía huir para siempre, no cuando un mundo de obligaciones esperaban por él allá afuera, cuando su gente contaba con él.

Hoy llegaba un grupo de visitantes a la SAOIRSE y Magnus debía estar ahí.

Él sonrió a todos. Hasta los últimos dos. Una chica de cabello azul que de inmediato provocó una sonrisa en Magnus y algo cálido en su corazón, ella parecía algo que le había faltado siempre, no en su alma, no como Alec, pero sí de algún modo diferente, algo encajó en su sitio. —Soy Catarina Loss –ella había dicho sonriente, antes de girarse hacia Ragnor y Raphael.

Todos a su alrededor estaban conversando alegremente. Y entonces sólo quedaron Magnus y el último chico. Éste le sonrió de un modo exagerado antes de pavonearse hacia él y presentarse: —Soy Imasu Morales.






CONTINUARÁ...

Apareció Cat 🙌🎉

E Imasu 😒 (Imasu es el ex de Magnus que más odio, no esperen nada bueno de él cuando aparece en mis historias).

¿Qué opinan de lo que le dijo Ragnor a Magnus?

Vi que varios querían extra de cómo Alec supo lo del Gen H 😅

Gen H (Malec)Kde žijí příběhy. Začni objevovat