16. Besos mágicos 💋

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(fanart de @jeong__sd)

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(fanart de @jeong__sd)

* * *

El ceño de Robert se frunció, mientras tomaba al pequeño Alec y miraba sus ojos de cerca.

Valentine retrocedió un paso, sólo mirando y esperando nuevas órdenes. Ciertamente no le importaba matar al niño, incluso si era un príncipe, pero si no estaba infectado tal vez el rey Lightwood había cambiado de opinión.

Alec cerró sus ojitos con fuerza, abrazándose él mismo, aferrando su flor de cielo. "Magus, ven".

Alec gritó, sus ojitos llenos de lágrimas cuando Robert con sus dedos lo obligó a abrirlos.

-Robert, lo estás lastimando -Maryse quiso acercarse, pero se detuvo cuando su esposo la miró-. Es un niño -agregó en un susurro.

-Es un Lightwood, los Lightwood somos fuertes, incluso desde niño. Un príncipe y, como tal, debe comportarse. Si no fuera por tu culpa, esto no estaría pasando y mi hijo sería perfecto. Abre los ojos, Alexander.

Los labios de Alec temblaron, igual que sus manitas. Pero se obligó a mantener sus ojos abiertos, aunque seguían llenos de lágrimas.

Porque seguro Magus iba a venir pronto y lo salvaría.

-No entiendo, estoy seguro que el izquierdo era azul ayer -Robert frunció el ceño-. Deja de llorar, Alexander, no puedo estar seguro así.

-T-tal vez v-vimos mal, Robert. O era alguna infección en su ojo y no el Gen H. Mira, sus ojos son normales. Oscuros como siempre. Están un poco enrojecidos, pero es porque está llorando. Déjalo, por favor, no lo lastimes ni dejes que este hombre se lo lleve. No está infectado, Robert, míralo. Es tu hijo.

Robert hizo una mueca. -Todo esto es tu culpa -dijo, pasándole a Alec de mala gana-. Voy a observarlo un par de días, si la mancha vuelve, aunque sea un poco, se irá con Valentine. No me importa si lloras o ruegas. Ahora haz que deje de llorar. Y no va a salir de aquí hasta que yo me asegure que no está infectado. Ni quiero que te la pases aquí, asigna a una sola niñera, no van a verlo hasta estar seguros.

Alec lloró, abrazado a su mami, pero no se sentía igual que cuando Magus lo abrazaba. Él quería a Magus.

Esperanza salió después de que Robert y Valentine se fuera. No había salido antes porque, cuando logró comunicarse, Magnus le dijo que esperaran, sólo si Robert descubría la verdad iban a intervenir y llevarse a Alec a la SAOIRSE -aunque eso empezara una guerra-.

-Oh dios -Maryse lloró-, gracias, Esperanza. Gracias por salvar a mi niño.

-No fui yo. Fue... -se detuvo, porque nadie debía saber que Alec y Magnus eran predestinados, no ahora-. Fue un amigo.

-Gracias a tu amigo. Le debo todo. Lo que él quiera, dinero, joyas, lo que sea...

Esperanza se rió y negó. ¿Cómo Maryse podía pensar así?

Extendió sus brazos. -Deme a Alec. Voy a bañarlo y ver que no tenga heridas. El rey es un monstruo.

Maryse no quería soltar a Alec, pero Robert le había dicho que no la quería aquí. -Voy a volver más tarde, cuando él no esté. Por favor, no lo dejes solo.

Apenas Maryse salió, Esperanza arrulló a Alec. -Ya no llores, Alec. Tu papá ya no está. Y adivina quién va a visitarnos.

Los ojitos de Alec se abrieron, limpió las lágrimas con una de sus manitas, la otra aferrando su flor de cielo. -¿Magus? -miró la flor con un puchero-. Yo lo llamé, pero no escuchó, no vino. ¿Ya no me quiere?

-Claro que sí, cariño. Vamos a ponerte guapo porque ya no tarda, ¿sí?

-¡Sí! -Alec sí quería verse bonito para Magus.

Después de un baño, y asegurarse que los ojos de Alec estaban sólo irritados por el llanto y no por los lentes, Esperanza le puso un trajecito blanco con destellos dorados. Estaba arreglando su cabello oscuro y rebelde, mientras Alec no dejaba de mirar su flor y susurrar "¿Magus?" "¿Ya Magnus?" "¿Ya casi?", cuando lo sintieron.

Algo cambió en el ambiente justo antes de que Magnus apareciera a unos metros de la cama de Alec.

Los ojitos de Alec se abrieron enormes, su sus mejillas dolían por la gran sonrisa, y saltó de la cama, corriendo hasta Magnus.

Magus! -Alec gritó, extendiendo sus bracitos.

Magnus se agachó para tomarlo. -Hola, mi niño... De ojos de cielo -agregó, antes de que Alec lo dijera, ganándose otra sonrisa de su pequeño predestinado-. ¿Cómo está mi ángel?

Esperanza salió de la habitación para darles un momento, pero se quedó en el pasillo por si Robert volvía.

-Me duele -Alec hizo un puchero, sus ojitos ya llenos de lágrimas.

Magnus acarició sus mejillas, estaban enrojecidas por la presión de los dedos de Robert. Pasó los suyos, con cuidado, dejando su magia sanarlas. Alec se rió y se retorció entre sus brazos, porque la sensación le daba cosquillas.

-¿Beso? -preguntó el pequeño Alec, esta vez sí pidiéndolo.

-¿Un beso? -Magnus apartó la mirada de sus mejillas ya curadas hasta sus ojos-. ¿Quieres un beso?

Alec asintió. Esperanza le había contado un cuento donde los besos eran mágicos y ella dio un beso a su rodillita una vez que se cayó.

-Yo me acuerdo, Magus -asintió, muy serio, cuando terminó la historia.

Magnus sonrió cuando escuchó la historia. -Claro, mi niño, todos mis besos son para mi ángel -él dejó un beso en cada una de sus mejillas y luego en su frente.

-Ya no me duele -Alec se acurrucó más contra él-, pero no te vayas, Magus. Tengo miedo.

CONTINUARÁ...

Llegó Magnus 😭

¿Ahora será que Robert deja a Alec en paz?

Gen H (Malec)Where stories live. Discover now