19. Te prometo flores 🌸

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(fanart de SPO_SH77)

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(fanart de SPO_SH77)

* * *

Esperanza dejó al pequeño príncipe dormido en brazos de Magnus.

Era una imagen tan tierna y llena de sentimiento. Ver a Alec aferrado a Magnus, incluso mientras dormía. Como si se negara a dejarlo ir. Entre sueños murmuraba su nombre y Magnus sonreía, una sonrisa torcida y feliz que Esperanza no recordaba haber visto en él nunca antes.

En él ni en ningún otro, ni "Perfectos" ni libertos. En su comunidad, en la SAOIRSE, se creía en las almas gemelas, el lazo más fuerte y sagrado. Y aunque se supone que todos, absolutamente todos, tenemos una, muy pocos llegaban a encontrarla. Y que Esperanza recordara, incluso cuando ella y Magnus eran jóvenes, hacía mucho tiempo que no había dos predestinados, probablemente desde que la SAOIRSE comenzó hacía siglos.

Magnus y Alec eran los primeros predestinados en cientos de años. Un príncipe perfecto, un Lightwood, unido a uno de los libertos más fuertes y llenos de magia, un Bane. Hijo de una de las fundadoras de la SAOIRSE cuya alma pertenecía al primogénito del principal rey del FOIRFE.

El destino era completamente inesperado, pensó Esperanza, mientras iba por algo de comer para cuando Alec despertara, ¿no habría alguna profecía? Esta unión sonaba como algo de lo que una profecía hablaría.

Ella se había ido muy chica de la comunidad, y las pocas veces que visitaba a sus padres no las usaba para aprender de las tradiciones o creencias de los libertos, pero debía haber algo. Y si no se equivocaba, entre los perfectos había un miedo más grande que sólo la mancha que el Gen H ocasionaba a su "Perfección"...

Esperanza iba tan distraída que no notó a la persona que venía caminando hacia ella hasta que chocaron. Sintió pánico un momento, Robert era tan estricto con el personal, cualquier error era castigado severamente. Si ella hacía cualquier cosa que lo disgustara, estaba segura que sería despedida sin importar lo que Maryse dijera. A Robert no le importaba la decisión de la reina.

Afortunadamente era precisamente ella quien estaba ahora frente a Esperanza. -¿Dejaste solo a Alec? -Maryse se veía entre molesta y sorprendida-. Te dije que no. Robert podría ir o mandar de nuevo a Valentine...

Esperanza la detuvo antes de que ella corriera. -No, espere. Alec no está solo... -se mordió el labio antes de poder continuar. No podía decir la verdad, pero mentir no haría que Maryse aceptara-. ¿Puede acompañarme un momento? Alec está a salvo, se lo prometo. Está mucho más seguro que conmigo ahora. Y sólo voy por algo de comida para él.

Maryse no se veía muy convencida, pero terminó aceptando. Hicieron que las cocineras salieran un momento. Y sólo cuando estuvo segura de que estaban solas, Esperanza lo dijo: -¿Recuerdas que dijiste que lo que mi amigo quisiera?

Maryse asintió. -Sí, y era verdad. Lo que sea. No me importa cuánto. Alec lo vale. Sólo dime su precio.

Esperanza sonrió. Magnus no quiere dinero ni joyas, él sólo quiere a su niño de ojos de cielo.

-No quiere dinero, sólo quiere estar cerca un tiempo para... Ah... Asegurarse que Alec está bien. Porque es tan pequeño y se preocupa por la reacción hacia los lentes. Él no viviría aquí, es arriesgado, sólo quiere poder estar cerca.

Maryse no sabía cómo podía hacer eso o si era buena idea, pero debía la vida de su hijo al hombre. Y además lo había prometido.

Estaba por responder cuando la puerta se abrió de golpe. Era Robert. Una de las cocineras venía tras él, con cara de culpa mirando a la reina, pero Maryse le hizo una seña de que estaba bien y ella prácticamente huyó corriendo.

Robert le dio una mala mirada a Esperanza. Nunca le había gustado. Y luego miró a su esposa. -Me alegra ver que no estás pegada a Alexander. Necesitamos un nuevo jardinero. El cumpleaños de Alexander está próximo y este hombre ya está muy viejo, los jardines están descuidados. Si Alec sigue con nosotros para ese momento, ¿qué van a decir los demás cuando vengan y los vean? Haz algo útil y consigue a uno.

-Pero Robert -Maryse se sintió mal por el señor Sanders. Era cierto que era viejo, pero hacía un buen trabajo. Y, además, ¿ella de dónde iba a sacar a un...?

Esperanza prácticamente rebotaba sobre sus pies, apenas pudiendo contener su sonrisa. -Yo conozco al mejor.

Robert la miró con sorpresa y después volvió a su gesto de siempre. -Espero que lo sea. Hay mucho trabajo.

-Parece que está solucionado -le dijo Maryse cuando Robert salió.

Esperanza asintió, tomó algo de comida y corrió a la habitación del príncipe. Maryse quería ir también, pero Robert había dicho que no.

Esperanza se encontró a Magnus mirando a Alec dormir sobre su pecho. Le estaba cantando en un idioma que ella no conocía.

Había magia en el ambiente. Más poderosa de la que Esperanza había creído posible. No pudo moverse o hablar hasta que la voz de Magnus se apagó.

-Jardinero -dijo solamente, sin aliento, esperando que Magnus comprendiera.

Él asintió, sin dejar de ver a Alec. Quitó ese mechón rebelde de su frente. "Voy a cuidar flores para ti, mi niño".

"Voy a estar cerca de ti siempre, mi cielo."

Magnus hizo girar la flor con su magia, sin necesidad de tocarla. Cambiando a diversos tonos de azul hasta volverse blanca o negra. Sólo él y Alec podrían verlo.

Sonrió pensando en todas las flores de cielo que podría darle a Alec.



CONTINUARÁ...

No fue niñero como ustedes pensaban 😅

¿La razón por la que Magnus no puede vivir en el FOIRFE se entiende?

¿Sobre una posible profecía qué piensan? ¿Y sobre por qué los perfectos temen al Gen H?

Gen H (Malec)Where stories live. Discover now