6. Almas gemelas

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Magnus estaba mirando dormir a su niño.

Había una sonrisa curvando sus labios cuando lo pensaba así: su niño.

Él había vivido toda su vida con los libertos, la SAOIRSE era su hogar. Sabía que ese "mío" era más que los gestos de posesividad entre los "Perfectos". Ese "mío" era literal, el pequeño Alec era suyo, había nacido para él, era parte de él, pero era en ambos sentidos, y eso era lo que los habitantes del FOIRFE no entendían, un alma dividida en dos funcionaba así: Alexander era suyo, así como Magnus era de él. Eso es un alma gemela, un predestinado, pertenecían al otro y se entregaban a él.

Magnus se recostó de lado, apoyado en un brazo, mirando a su pequeño predestinado dormir.

Alec se había aferrado a él cuando Esperanza quiso llevárselo. Alec era muy pequeño para entender lo que era un alma gemela, pero obviamente lo sentía. Se sentía cómodo en los brazos de un "desconocido". Estaba feliz cuando le prometió, en sueños, volver a verse, y estaba incluso más feliz cuando cumplió su palabra. Aquellos ojitos se habían abierto demasiado cuando lo vio y se lanzó a abrazarlo.

Aquel "Magus" derretía el corazón de Magnus. Un corazón que, ya de por sí, era del pequeño.

Pensar en que lo vería crecer. Magnus tenía doce años cuando lo sintió. Algo en su interior cambió, algo se movió, se ajustó, era más que su corazón. Cerró sus ojos y lo supo: era su alma. Su alma gemela había nacido, ya no estaba solo en el mundo.

Magnus había salido de la comunidad para poder verlo. Era sólo un niño, pero ya entonces era poderoso. Logró llegar al castillo Lightwood sin ser detectado, logró entrar a la habitación donde dormía el recién nacido. El bebé abrió los ojos cuando Magnus acarició su mejilla.

Unos ojos muy oscuros, pero cuando Magnus cerró los suyos pudo ver que serían azules. Por supuesto, siendo alma gemela de otro hombre, para los "Perfectos", Alexander sería un infectado por el Gen H. Magnus había sentido una lágrima resbalar por su mejilla cuando se inclinó y dejó un beso en la frente del bebé. -Siempre me vas a tener a mí -había susurrado para su predestinado.

El bebé había agitado su bracito, todavía falto de coordinación, hasta que su manita encontró la de Magnus.

Magnus había estado visitando al bebé desde entonces, sin ser visto, sin intervenir en su vida. Con suerte, Alec sería un poco mayor cuando se supiera "infectado", se le podría explicar quién era Magnus y qué era para él. Desafortunadamente, sucedió demasiado pronto. Magnus lo supo en el preciso instante en que sucedió: el Gen H estaba activo. Había saltado hacía la FOIRFE en cuanto lo sintió, llegó a tiempo para ver al rey Lightwood golpear a su niño y sólo saber que hacerse presente no ayudaría sino que les impediría irse y lo empeoraría todo para él, le hizo no intervenir. Tomó todo el dolor del niño que pudo y después lo visitó en sueños.



<<-¿Quién eres? -había preguntado el pequeño Alec, mientras se acurrucaba contra él.

No sabía quién era, pero obviamente lo sentía. Se sentía bien abrazado al niño de ojos bonitos.

-Soy Magnus Bane.

-¿Magus?

Magnus, incluso en el sueño, se había reído de eso, de cómo lo hizo sentir.

-Sí. Magus.

-Me gusta, me gusta Magus -había dicho el niño, con una pequeña sonrisa que Magnus no pudo ver-, ¿puedes ser mi amigo?

Puedo ser lo que tú necesites, lo que quieras que sea. -Por supuesto, mi niño, mi pedazo de cielo. Podemos ser amigos.>>




Magnus había dejado al príncipe dormido en su cama, pero el niño se había aferrado a él, buscándolo incluso dormido. El pequeño se había arrastrado hasta quedar cerca del calor del cuerpo del mayor, acurrucado en su pecho. Magnus quitó un mechón del rostro del niño y Alec había tomado su mano en ese momento, negándose a soltarla ya. Su pequeña manita aferrando dos dedos de Magnus, que era lo que podía tomar.

-Magus -murmuró Alec entre sueños, con un puchero.

Magnus lo abrazó a él, tarareando un canción de cuna, arrullándolo, tranquilizándolo. -Aquí estoy, mi niño, mi niño perfecto, mi pequeño pedazo de cielo, mi niño de mirada de cielo. Aquí estaré siempre.

Magnus siguió tarareando hasta que ambos se quedaron dormidos. Juntos, por primera vez. Una sola alma.





CONTINUARÁ...

¿Les gustan esos recuerdos de Magnus de cuando Alec era más pequeño? 😻
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Gen H (Malec)Where stories live. Discover now