Parte 49

2.1K 168 58
                                    

Era relativamente extraño todo esto.

Es miércoles por la mañana y yo me encuentro parado en la entrada de la universidad, falté varios días y he considerado que incluso ya me dieron de baja.

Aunque no fue un mes que falté, fueron solo cinco días, no es demasiado, ¿cierto?

Solté un suspiro y caminé hasta entrar a la universidad y sentí miradas de los demás, ¿soy demasiado feo para que me vean? O tal vez demasiado hermoso. Como sea, descarté el hecho de que me miraban o más bien, me taladraban con la vista y me adentré hasta mi facultad.

Ayer mi padre me comentó que si yo quería podía volver a cambiar de facultad, después de todo estuve seis meses en medicina y en administración de empresas no llevo demasiado. Aún así, lo consideré bien y le dije que no.

Le dije que me haré cargo de la empresa en la que invirtió casi toda su vida con mucho esfuerzo, porque valdrá la pena todo ese trabajo que hizo. Aunque realmente me hice un gran mentiroso, porque sé perfectamente que no me haré cargo.

Si muero, no puedo hacerme cargo. Y precisamente porque moriré no tiene sentido ya si estudio otra carrera o no.

He estado pensando, de hecho, quiero morir, enserio lo deseo porque es mi única salvación y dejaré de sentir ese frío e inmenso vacío que hay dentro de mí. Pero, ¿y si hago otro intento por encontrar la felicidad? Volviendo a darme otra oportunidad de... vivir.

—¡Kim Taehyung! —escuché que alguien gritaba desde lejos.

Oh.

Ya sé quién es... Y creo que me dio pavor verlo corriendo hacía mí cuando yo di media vuelta para observarlo.

Se acercó a mí sin dejar de correr y se abalanzó sobre mi, haciéndome caer, bueno, caernos, al suelo. Mierda, pesa demasiado.

—¡Dios creí que ya no vería tu horrible cara! —espetó. —¡Te extrañé demasiado! No pude ir a visitarte al hospital por estar atendiendo la empresa de mi papá. ¿Cómo te encuentras? —me encontraría bien si él se sale de encima de mí.

Pero no, no hace ni un amago.

—Bien, supongo —respondí en lo bajo. —. Hyungsik... ¿puedes salirte de encima? —él me vio y soltó una risa.

—Perdón —se levantó y me tendió la mano, acepté y me paré con su ayuda. —. Fue la emoción.

Uhm, es extraño ver la sonrisa de Hyungsik. Yo jamás la había visto así de radiante desde que nos odiamos. Pero sentí, felicidad, una diminuta, al ver que me ve con amabilidad y de forma amistosa a cuando me veía con odio y rencor.

Fue agradable esa sensación. Le caía bien a una persona que antes me odiaba.

—Bien, ya deja de molestar, estorbas. —le dije seriamente pero el bufó divertido.

—¿Te hiciste más gruñón o soy yo? Ten cuidado, ser gruñón te hace más viejo, aunque claro, ya lo estás. —no me veo viejo.

¿O sí? ¡Por favor! Claro que no.

—Vete al carajo. —gruñí y luego le sonreí levemente dándome la vuelta para seguir mi camino.

—También te quiero —alzó un poco la voz para que lo escuchara y yo reí un poco. —. Es bueno saber que estás bien. —dijo antes de que se fuera.

Es bueno saber que estoy bien... ¿Enserio lo es? Yo pienso que no, porque no puedo descansar.

Suspiré y entré a mi salón. Las chicas que tengo de compañeras —las cuales me di cuenta que existían por haber puesto una canción depresiva de GOT7 el día en que estaba muy mal por todo lo que le hice a Soomin—, volvieron a molestar con esas canciones.

や FAKE LOVE ↛kth 𖥨Where stories live. Discover now