や FAKE LOVE ↛kth 𖥨

Parte 25

«El amor es tan loco. »

—Kim Taehyung.

•••

Como un idiota me encontraba estático en medio de ese pasillo viendo a la chica, quien me veía de forma inexpresiva. Realmente había cambiado, y todo por mi culpa.

Cambié a ese ángel blanco por uno negro y sin vida. Porque eso era lo que notaba que emanaba ella. Nada de vida. Solamente podía diferenciar ese dolor y odio que relucían esos hermosos ojos avellanas que tanto amaba. Porque sí. Me di cuenta, muy tarde, que esos ojos eran los que hacían feliz mi alma sin vida y llena de dolor.

Me di cuenta muy tarde que realmente me enamoré de ella, con cada detalle, acción y gesto que hacía. Cuando me sonreía tan sincera y felizmente, cuando me abrazaba quedando debajo de mi mentón y yo podía recargar mi cabeza en un signo para tenerla más a mi lado. Mis acciones actuaban por sí solas y yo nunca me di cuenta de eso.

Siempre fui distraído, admito que soy un tonto por no darme cuenta de las cosas a tiempo. Ese siempre fue mi error, siempre fue... Mi problema.

Lo mismo pasó hace dos años, cuando salía con Hye, todos me decían cómo era ella y yo nunca hice caso. Hasta que por fin me di cuenta, pero de la forma más dolorosa y ahora en la actualidad volvió a suceder la misma historia pero... Al revés.

Sé que muchos le dijeron a Soomin como era yo y ella solo lo ignoró, ignoró el hecho de que decían la verdad por el amor que me tenía y tan cegada solo creyó lo que su imaginación soñaba. Aunque ella no fue la única que creyó aquello, yo igual volví a caer en ese juego. Creí que nunca me enamoraría de alguien tan dulce y amable, como un caramelo, yo creía que eso nunca pasaría pero igual... Volví a equivocarme. Y me odio por eso.

No podía describir cuán mal me sentía por saber que la amaba, me di cuenta justo cuando la perdí. No sabía que ella era algo vital en mi vida.

—¿Soomin? —volví a preguntar, esta vez más bajo, casi susurrando.

Ella me vio pero no hizo nada. Yo tuve que acercarme a ella para cerciorarme de que no era una jugada de mi imaginación el estarla viendo parada ahí, vestida extremadamente sorprendente a cómo ella hubiese estado. Y no, no fue mi imaginación.

—¿Qué quieres? —su forma de hablar fue un poco ruda y tajante.

Creo que así contesto yo a los demás y ahora sé como se sienten. Que irónico.

—Yo... —no era bueno en estas cosas, explicarle algo que no tiene explicación, eso sin duda no es mi especialidad. —¿Puedo hablar contigo? —pedí. Mi tono era muy tímido.

Me veía patético.

—Ya lo estás haciendo, ¿feliz? Ahora me voy. —graznó.

Se iba a dar la vuelta hasta que por inercia e impulso la tomé de la muñeca, deteniendo su paso.

—Por favor —rogué con voz temblorosa. —, déjame explicarte bien todo ¿sí? —en serio quería hacerlo, durante dos semanas tenía esa necesidad de decirle algo pero ella había faltado y sentía que la ansiedad me comía vivo.

Me preocupé demasiado cuando no la veía en la entrada, pasaba por sus aulas, porque incluso sabía sus horarios, sin embargo, no la vi en ninguno de ellos. Esperaba que no le hubiese pasado nada malo, por eso, me sentí en cierta forma aliviado de verla aquí.

Solo rogaba que ella aceptara hablar, pero no todo puede ser tan fácil como uno espera, ¿cierto?

Ella se negó tan frívola que incluso me hizo temblar por unos segundos. No parecía la misma. Ella tenía otro aspecto, mi mente me decía que era un desgraciado y también decía lo bien que se podía ver Soomin vestida de cualquier forma aunque lo último no era algo por lo que yo debía pensar en esta situación.