や FAKE LOVE ↛kth 𖥨

Parte 18

«¿No? ¿Qué quieres decir con «no»?
Estoy ciego. »

•••

—Soomin te dije que no. —decía cansado.

—¿Por qué?

—Porque no es no.

—Vamos, ¡será solo un rato! —espetó.

—Soomin sabes muy bien que a tu padre no le gustan los perros. —le recordó el azabache.

—Pero-... Uhm, puedo esconderlo. —hizo un puchero.

—¿Cómo?

—Ah, en la ¿bodega? —pensó.

—¿Bodega? —enarcó una ceja.

—¡O en el garaje! —añadió.

—No. No, no y no. —negó repetidas veces.

—Hyungwon, eres malo. —frunció el ceño abultando el labio inferior.

Media hora antes Soomin le insistía a su amigo de que la acompañase a adoptar un perrito. Vio uno que recién habían rescatado en una veterinaria y se enamoró completamente de él.

Lo único malo es que a su padre no le gustan los perros. Ni por más tierno que sean estos.

—No soy malo. Solo hago que recapacites si no quieres estar castigada. —a veces parecía su hermano mayor, o su segundo padre incluso.

La castaña bufó, rindiéndose de tanto insistir.

Últimamente ha estado pensando en Taehyung, su actitud era rara desde aquel día en que ella confesó como se sentía ante Hye, a quien por cierto no ha vuelto a ver y lo agradece internamente.

—Tan siquiera, ¿podríamos ir a 7-Eleven? —pidió.

El pelinegro lo pensó por un momento, aunque la respuesta sería afirmativa lo hizo para ver la cara de súplica que ponía su tierna amiga.

—Bien. —aceptó cansino.

La castaña celebró alzando sus brazos haciendo reír a Hyungwon.

—Tendrás que contarme todo tipo de cosas que te han ocurrido. —añadió.

Ella asintió en una sonrisa que hacia ver sus tiernos hoyuelos.

...

—¡Ah! T-Tae.

—Deja de decir mi nombre y de gritar. —masculló.

—Mhg. —repitió el acto que hacía por dos veces más y luego salió de la chica para correrse fuera y subirse los pantalones.

Y lo volvió a hacer. Se acostó con la chica a la cual más odia pero que es tan sexi como cualquier mujer. ¿Algún malestar? ¿Culpa?
Puede que la tenga pero bueno, de eso se trata ¿no? Una vez termine todo lo que su padre ocasionó sentirá culpa por Soomin, así que da igual. Su forma de pensar cambió cuando su amigo Jimin le hizo ver que sería lo mismo si la engañaba o no. Patético, ya que él no pensó en eso desde el primer lugar, y puede sonar muy soberbio pero su amigo tiene razón.

Del otro lado de la habitación Hye lo miraba con lujuria.

—¿Cuándo nos veremos de nuevo? —hizo un puchero.

—No sé, cuando no esté ocupado. —le respondió sin expresión alguna.

—Siempre lo estás TaeTae. —le comentó.

Se giró hacia la dirección de Hye con mirada intimidante.

—No vuelvas a decirme ese apodo. —graznó de forma seria.